Patriotismo ¿por que no?

Patriotismo ¿por qué no?
Antonio Martín Beaumont
20 de marzo de 2007. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha puesto el cascabel al gato al explicar que el uso de los símbolos nacionales ha quedado ya plenamente normalizado. ¿Quién puede dudarlo después de la serie de manifestaciones contra las concesiones a los terroristas? Millones de españoles salen a las calles con banderas constitucionales de España y concluyen sus concentraciones con el himno de todos.En nuestro entorno democrático esto es lo normal: hay un patriotismo popular, que en las grandes ocasiones se muestra de manera espontánea y natural. Somos un viejo país y una joven nación, con señas de identidad que no son ni de izquierdas ni de derechas. Esto ha sido siempre lo normal en Gran Bretaña, en Italia y en Francia, y ahora lo es entre nosotros.¿Por qué hasta ahora era distinto? Influían los complejos de una parte de la izquierda y de otra parte de la derecha; el franquismo mezcló interesadamente su proyecto con el patriotismo y con sus símbolos, de manera que éstos fueron "políticamente incorrectos" para muchos desde la Transición. Tres personas -José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy- han hecho posible el cambio desde perspectivas diferentes.El "patriotismo constitucional" de las legislaturas de Aznar fue mal explicado, pero rehabilitó su sustantivo -el patriotismo- limpiándolo de adherencias ultras. La bandera española volvió a las calles. Después, Zapatero creó en la mayoría de los ciudadanos inquietudes sobre el futuro común del país, e impulsó a masas populares cada vez mayores a defender la unidad constitucional de España con la bandera en la mano y el himno en los labios. Jóvenes y mayores, de Madrid a Pamplona, son buena prueba. Por último, Rajoy ha asentado este nuevo patriotismo en el centro de la sociedad, el de las gentes normales, para todos los que quieran sentirse españoles, sin exclusiones. Y ha hecho de esto un pilar de su programa.