miércoles, marzo 07, 2007

Maria San Gil, ¡Libertad! ¡Libertad!

miercoles 7 de marzo de 2007
¡Libertad!, ¡Libertad!
POR MARÍA SAN GIL
No nos rendimos. Quienes plantamos cara a ETA en el País Vasco y hemos visto caer asesinados a compañeros y amigos sabemos que la resignación y el desistimiento son el peor antídoto contra ETA y su entorno político y social, tan responsables como los pistoleros de la falta de libertad y tan decididos a llevar hasta el final su quimera de un Estado «vasco, socialista y euskaldun», gobernado manu militari por ETA.
Precisamente porque reivindicamos algo tan elemental como la libertad, pluralidad y convivencia en Euskadi, por eso vamos a estar el sábado en Madrid en la manifestación que el Partido Popular, con Mariano Rajoy a la cabeza, ha convocado bajo el lema «España, por la libertad. No más cesiones a ETA».
Tanto el lema como la iniciativa son oportunas y acertadas. Y lo son por el cúmulo de cesiones que Zapatero ha realizado al mundo de ETA desde que llegó a La Moncloa hace tres años y dio por finiquitado el Pacto por las Libertades que él mismo había firmado, y por la disposición, más que evidente, a entenderse con ETA-Batasuna y pagar un precio político por el «final» del terrorismo.
El PSOE hace mal en revisar ahora la política del PP para justificar decisiones como la de De Juana. El Gobierno de Aznar es el que más hizo por combatir a ETA y reparar a las víctimas. Es un ejemplo indiscutible de firmeza y sólo así puede ser visto. Las explicaciones las tiene que dar ahora Zapatero por haber malogrado la política más eficaz en el debilitamiento de ETA y sus apoyos.
Zapatero debe explicar a los españoles por qué ha cambiado el Pacto contra el Terrorismo por el diálogo, el pacto y la negociación con ETA-Batasuna. Y por qué se ha pasado al campo de juego de los nacionalistas, que nunca han abogado por la derrota sino por lo que ellos llaman el «final dialogado» de ETA.
El Gobierno ha alegado razones «legales y humanitarias» para excarcelar a De Juana, pero el propósito verdadero de Zapatero es mantener el proceso de negociación política con ETA pese a que nunca se han cumplido las condiciones mínimas de «ausencia de violencia» que el propio Gobierno se impuso. Zapatero quiere borrar con típex los asesinatos del atentado en la T-4 de Barajas y la muerte última de Ambrosio Fernández por una acción de terrorismo callejero, como parece que quiere borrar con típex artículos de la ley de Partidos para que Batasuna pueda estar en las elecciones.
Será el Gobierno el que tenga que reflexionar sobre el descontento que su política contra ETA ha generado no sólo en las víctimas sino en la mayoría de la sociedad española. Zapatero, Rubalcaba y Blanco deberían mirar en su propio partido para medir el rechazo que produce su viaje a ninguna parte de la mano de ETA-Batasuna. El Gobierno es responsable de liberar a De Juana y debe serlo también para recibir las críticas de la sociedad.
Desde el PP ni apoyamos en su día el GAL ni apoyamos ahora la vía del pacto con los terroristas. El único camino para erradicar el terrorismo es el que ya hemos transitado juntos antes los dos grandes partidos: la aplicación de la Ley y la firmeza democrática. Por eso, quienes en el País Vasco sufrimos la coacción terrorista y sabemos que España y la Constitución son garantía de convivencia y pluralidad, estaremos el sábado en Madrid para exigir el final definitivo de las cesiones y lanzar al aire un solo grito: ¡Libertad!

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