sabado 3 de marzo de 2007
Entre infames y canallas anda el juego
Ismael Medina
J UAN IGNACIO DE JUANA CHAOS está en su casa tras un somero examen médico en el hospital de San Sebastián. Lo hizo a pie y sin ayuda alguna, mientras dos centenares de terroristas reales o con mentalidad de tales lo aclamaban como héroe. Así concluía la abyecta farsa del juego tramposo bajo la mesa de la Justicia entre infames y canallas. O no es una infamia que se arrastren como gallinas ante una banda de asesinos quienes tienen el deber inexcusable servir a la sociedad agredida y defender a ultranza el Estado de Derecho? Un psiquiatra podrá diagnosticar que Rodríguez padece una aguda e irreparable esquizofrenia, cuando menos política. Un psicólogo podrá aducir que Rodríguez es presa de una insanable paranoia. A fin de cuentas, un loco, o locoide, que, cual Calígula moderno, se cree llamado a grandes empresas y no para en barras a la hora de convertir en realidad sus fantasías de líder providencial para el definitivo triunfo de una izquierda envilecida. Cualesquiera presunciones de esta índole cuadran con la ejecutoria de Rodríguez desde que alcanzó la presidencia del gobierno "por accidente". Ese "accidente" que ahora trata de esclarecer el Tribunal de la Audiencia Nacional y que tras las varias sesiones del juicio ya cumplidas genera más confusión que claridad. Pero son insuficientes tales valoraciones sobre el estado mental de Rodríguez para justificar la indignidad de ceder a una banda de canallas, como moneda de cambio, el poder del Estado, la unidad de España, el honor de sus víctimas y cualquier última presunción de democracia. Tiene que haber escondido mucho más para explicar tamaña sucesión de aberraciones políticas, las cuales habrían sido suficientes para defenestrarlo en cualquier nación con un mínimo rescoldo de decencia. Tampoco es suficiente para entender esa deriva de Rodríguez hacia el caos el miedo cerval a un nuevo atentado como el del aeropuerto de Barajas o de superior calado. Además de enfermiza mentalidad tiránica, Rodríguez responde al perfil de esos sujetos que chulean a los que cree débiles y se rebaja cobardemente ante los que tiene por fuertes o le pueden hacer daño. Quedó demostrado en otros países que se vence al terrorismo cuando el Estado no se doblega y hace el uso apropiado de sus fuerzas de seguridad y de la Justicia. Sucedió en Alemania, en Francia e incluso en Italia. Y en España cuando el gobierno, amparado en la Ley de Partidos y en el Pacto Antiterrorista, además de haber conseguido la colaboración sin tapujos de Francia, redujo a la canallesca banda etarra a su mínima expresión. Y si nos concretamos a la tragicomedia de la huelga de hambre del chulesco criminal ahora libre por decisión ignominiosa y unilateral de Rodríguez, a contrapelo de una generalizada demanda de la sociedad, conviene recordar el antecedente de Margaret Tatcher ante el desafío de varios terroristas del IRA declarados en huelga de hambre: dio orden de que los dejaran morir si esa era su decisión. No volvieron a registrare nuevos casos. Lorenzo Contreras ha calificado la proterva excarcelación del falso huelguista de hambre de "libertad bajo chantaje". Y añadido que se trata del primer precio político que se paga tras las declaraciones de Otegui. La realidad es que Rodríguez viene haciendo indignos pagos políticos a la banda terrorista y a sus beneficiarios desde que accedió al poder "por accidente". Lo que induce a pensar que debe pagarle una deuda de tan gran calado como onerosa para España. Y que la canalla etarra lo tiene atrapado por los huevos bajo la amenaza de descubrir el pastel de la deuda y acabar con su esquizofrénica aventura si no se aviene a satisfacer todas sus exigencias. ¿Qué resolutivo servicio por cuenta propia o ajena prestó el terrorismo etarra a Rodríguez, hasta el punto de convertirlo en dócil instrumento de sus pretensiones independentistas y anexionistas? Las respuestas pueden ser varias y ninguna carente de verosimilitud. Pero ahora que Pepino Blanco dice que el ministro Clos se dejó llevar por la intuición al anunciar el pactado asalto de ENEL a ENDESA, no puedo ni debo ocultar que la intuición social sitúa la deuda en la matanza del 11 de marzo de 2004. Rodríguez creyó que podía camelar al dragón del terrorismo secesionista con el buñuelo de viento de una paz "consesuada" y el dragón lo ha convertido en su siervo. =============== ===================== =================== COMUNICADO DE PRENSA DEL FORO ERMUA ANTE LA EXCARCELACIÓN DE IÑAKI DE JUANA CHAOS EL FORO ERMUA PIDE LA DIMISIÓN DE RODRÍGUEZ ZAPATERO Y LLAMA A EXTENDER LA REBELIÓN CÍVICA. 1 de marzo.- ANTE el anuncio hecho esta madrugada de la salida de prisión del asesino terrorista De Juana Chaos cuando todavía le queda por cumplir casi un año de su rebajada condena por amenazas, queremos hacer llegar a los ciudadanos lo siguiente: 1º.- El FORO ERMUA sabe de fuentes absolutamente fiables que la decisión de excarcelar a De Juana Chaos ha sido una decisión personal del Presidente del Gobierno, Sr. Rodríguez Zapatero. 2º.- La salida de prisión de De Juana cuando aún le queda por cumplir casi un año de la nueva condena impuesta es un repugnante insulto a las víctimas del terrorismo, a la justicia, a la democracia y a la sociedad española. 3º.- La excarcelación de De Juana Chaos significa la rendición definitiva del Gobierno frente a ETA, con esta grave cesión, y acredita que el Ejecutivo continúa negociando en secreto con la banda terrorista y ha mentido nuevamente a los españoles. En los días posteriores al atentado de Barajas, tanto el Presidente Zapatero, como la Vicepresidenta Fernández de la Vega y el Ministro Pérez Rubalcaba afirmaron repetidamente -si bien el primero lo hizo de forma calculadamente confusa- que “el proceso de fin dialogado del terrorismo está roto, liquidado, acabado y es insalvable”. 4º.- Fue el actual Ministro de Interior quien en su día dijo: “los españoles se merecen un Gobierno que no les mienta”. Ciertamente nos merecemos un Gobierno que no nos mienta y que no nos traicione. Y las afirmaciones categóricas del Gobierno del Sr. Rodríguez Zapatero son, desde hace tiempo, sistemáticamente desmentidas por unos hechos que prueban que estamos siendo traicionados por nuestro propio Gobierno. 5º.- Desde el comienzo del proceso el 22 de marzo de 2006, el Foro Ermua, el Partido Popular y prácticamente todas las asociaciones cívicas y de víctimas del terrorismo hemos renovado periódicamente -la última vez, tras el atentado de Barajas- nuestro ofrecimiento al Gobierno de apoyarle en una política para derrotar a ETA. Rodríguez Zapatero ha rechazado y despreciado una y otra vez nuestra mano tendida, eligiendo a Batasuna y a los demás independentistas como sus socios, en un intento antidemocrático de arrinconar a más, a muchos más, de la mitad de los españoles que están representados por el Partido Popular y por el movimiento cívico que incluye muchas bases de la izquierda social española, entre ellas a numerosos militantes del PSOE. 6º.- Con esta excarcelación Rodríguez Zapatero ha agotado definitivamente la poca credibilidad y legitimidad democrática que le quedaba ante la mayoría de los españoles, porque millones de ciudadanos hemos salido en nueve ocasiones a la calle -en poco más de dos años- sin que el Presidente haya hecho otra cosa que ignorar y despreciar este clamor ciudadano, el Foro Ermua no puede esperar ya que este Gobierno cumpla con su obligación de defender la libertad de los españoles frente a la amenaza terrorista. El Foro Ermua pide la dimisión del Gobierno de Rodríguez Zapatero y la convocatoria anticipada de elecciones generales, en la que el pueblo soberano decida qué política frente al terrorismo merece su confianza. Ningún trapicheo con ETA de última hora nos hará apartarnos de esta posición. 7º.- Si Rodríguez Zapatero siguiera agarrándose al Poder de la mano de ETA, en un nuevo acto de irresponsabilidad, los dirigentes socialistas, si quieren salvar una mínima dignidad para su partido y evitar su descalabro colectivo, deberían poner en marcha sin demora su sustitución de las responsabilidades que ostenta y para las que supone un gravísimo peligro. 8º.- Es radicalmente falso que la legislación penitenciaria obligue a la liberación del asesino De Juana Chaos. Más aún, es radicalmente falso que la legislación penitenciaria permita la liberación de De Juana o la atenuación de su prisión[1]. El Gobierno hace los pagos que ETA le exige sin importarle pisotear la ley, las víctimas o la ética. 9º.- El Gobierno ha traspasado todos los límites éticos y morales concebibles al acordar el regreso de De Juana Chaos a su casa. Esta decisión no puede quedar sin respuesta. Hacemos un llamamiento a los españoles para que prosigan con tenacidad su rebelión contra la situación a la que nos está llevando este Presidente. Sólo la recuperación de la revuelta de Ermua, sólo un movimiento ciudadano masivo e imparable que anteponga los principios éticos a las siglas partidistas, podrá detener la locura a la que nos conduce el Gobierno de Rodríguez Zapatero. Especialmente llamamos a dar la cara, a comprometerse públicamente y a poner los valores por encima de los intereses mal entendidos del partido a la multitud de socialistas que en privado abominan de las decisiones que toma un Gobierno que cada vez se distancia más de la población y de la esencia de la democracia, y también del socialismo. En la actual situación permanecer en silencio es convertirse en cómplice de los desastres que está provocando Rodríguez Zapatero. [1] El artículo 63 de la Ley Orgánica General Penitenciaria establece que la clasificación del interno –primero, segundo o tercer grado- deberá basarse en la personalidad, historial individual, familiar, social y delictivo del mismo, duración de la pena, el medio al que probablemente retornará y los recursos, facilidades y dificultades existentes en cada caso y momento para el buen éxito del tratamiento [resocializador]. Asimismo, el artículo 72.5 de la citada Ley establece que para acceder al tercer grado deberá haber satisfecho la responsabilidad civil derivada del delito. Todos los criterios de valoración en el caso de De Juana son contrarios a la concesión del tercer grado penitenciario. El apartado 104.4 del Reglamento General Penitenciario establece que, por motivos humanitarios y atendiendo a su escasa peligrosidad, se podrá clasificar en tercer grado a los penados enfermos muy graves que tengan enfermedades incurables. Obviamente no es el caso de De Juana, quien no está enfermo, sino en huelga de hambre voluntaria, ni se encuentra en una situación incurable, ni tiene una peligrosidad escasa, sino todo lo contrario. Por otro lado, las medidas correspondientes al tercer grado (regreso al domicilio) sólo se pueden aplicar a quien esté en otro grado inferior dentro de un programa de resocialización inexistente e imposible en este caso.
viernes, marzo 02, 2007
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