El PP tiene el deber de liderar la reacción de un país humillado
Elsemanaldigital.com
3 de marzo de 2007. En muchos españoles, el sentimiento predominante que provoca la decisión supuestamente personal del ministro de Interior Alfredo Pérez Rubalcaba de ceder al chantaje del sanguinario asesino Ignacio de Juana Chaos y permitirle que termine de cumplir en su domicilio la condena por amenazas rebajada por el Tribunal Supremo es de pura y simple humillación, por encima incluso de la indignación. Humillación, por el recibimiento triunfal tributado por los proetarras a quien tiene en su haber veinticinco muertes y no se ha arrepentido de ninguna de ellas. Humillación, también, por la puerta que se acaba de abrir a que cualquier terrorista en prisión haga lo mismo.Es imposible no acordarse en estos momentos de que por no doblegarse el Gobierno anterior frente a un chantaje más fuerte por el ser humano empleado como moneda de cambio, pero menos costoso en cuanto al precio exigido por los terroristas, fue vilmente asesinado Miguel Ángel Blanco. Como bien ha dicho el líder el PP, Mariano Rajoy, "el hecho que se ha producido es excepcional: es la primera vez en más de treinta años que un Gobierno de España acepta la amenaza y el chantaje de una organización terrorista".En la actual situación política, el PP es el único partido del que la sociedad española puede esperar que lidere la obligada y necesaria reacción a la humillación colectiva que le ha infligido el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. Por eso esta vez para los populares no vale ya el adoptar un perfil bajo, limitándose a secundar las movilizaciones de organizaciones cívicas como la Asociación de Víctimas del Terrorismo o el Foro de Ermua.Así lo ha entendido de inmediato Mariano Rajoy, que anunció en Córdoba que en fechas próximas dirá a los españoles "cuándo les convoco y a qué les convoco". Esta protesta será la primera que el PP organice directamente a escala nacional en la presente legislatura.No menos importantes son las declaraciones del secretario general de los populares, Ángel Acebes, advirtiendo que, si su partido gana las próximas elecciones generales, no reconocerá ninguno de los compromisos que el presidente del Gobierno haya adquirido con la banda terrorista ETA y "volverá a echar de las calles y de las instituciones" a los proetarras "hasta la derrota definitiva". En efecto, es sobre todo en las urnas, y no sólo en las plazas, donde realmente se puede poner remedio a lo que está ocurriendo.No es creíble que la prisión atenuada para De Juana haya sido una decisión "personal" de Rubalcaba. La responsabilidad recae inevitablemente en el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y sería una auténtica cobardía política que la intentase rehuir escudándose en uno de sus ministros. Un acto como éste, que le asegura de manera definitiva pasar a la historia, justifica la exigencia de que abandone un cargo a cuya altura es evidente que no ha sabido estar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario