El Gobierno de la mentira y la responsabilidad de sus votantes
Enrique de Diego
"Acabaremos a carcajada limpia", dijo De Juana tras los asesinatos de Jiménez Becerril y su esposa. El etarra ha demostrado ser vidente. Zapatero se lo ha puesto en bandeja.
3 de marzo de 2007. Vicente Romero, Juan García Jiménez, Esteban del Amo García, Fausto Escrigas Estrada, Eugene Kent Brown, Juan Mateos Pulido, Alberto Alonso gómez, Vicente Domínguez González, Juan José Catón Vázquez, Juan Carlos González Rentero, Carlos Vesteiro Pérez, Ricardo Saénz de Ynestrillas, Francisco Casillas Martín, Jesús Gimeno Gimeno, José Joaquín García Ruiz, Antonio Lancharro Reyes, Andrés José Fernández Pertierra, José Calvo Gutiérrez, Jesús María Freixes Montes, Santiago Iglesias Rodino, Carmelo B. Álamo, Miguel Ángel Cornejo Ros, José Ignacio Calvo Guerrero, Javier Esteban y Ángel de la Higuera López. Estos son las veinticinco personas, los veinticinco seres humanos, los veinticinco españoles asesinados por Ignacio de Juana Chaos, el amigo de José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba y el Partido Socialista. Estamos asistiendo a la disolución de la nación, a la rendición del Estado a uno de los peores asesinos de la historia de la humanidad. Vemos al Estado y al Gobierno de rodillas ante un asesino. Hemos asistido y estamos asistiendo y vamos a tener que seguir haciéndolo a escenas que nunca deseábamos haber visto. a los policías –compañeros de tantos asesinados- haciendo cordón al asesino, dándole protección. Al Poder Judicial –Fiscalía y juez de Vigilancia Penitenciaria- al servicio del chantaje de ETA. Los contribuyentes vemos que a todos los que pagamos para que nos defiendan y protejan, como utilizan nuestro dinero para defender y proteger a un asesino en serie, a quien se jacta de la muerte de los mejores de entre nosotros.Este es el Gobierno de la mentira, el Gobierno protector de ETA. El presidente alabado por los etarras. El ministro de Interior que no detiene terroristas sino que rodea a uno de los peores de privilegios. Porque a lo que estamos asistiendo es a un abismo de infamia. La mentira domina el mundo, decía el maestro Jean François Revel. Vemos a la mentira gobernando España, al Gobierno de la mentira, a la Justicia de la mentira. Dice el auto judicial que "no constituye ningún beneficio penitenciario". Mentira. No hay precedente en ninguna nación de que se libere a un terrorista por ponerse en huelga de hambre. Porque todo es mentira. No va a cumplir su pena. Nada de su pena. Ha sido indultado de manera infame. Podrá salir a la calle. Será escoltado."Acabaremos a carcajada limpia", escribió tras el asesinato de Alberto Jiménez Becerril y de su esposa.Se han cumplido los formalismos formales, pero esto afecta a la legitimidad de ejercicio del Gobierno. Lo que nos diferencia de los terroristas es el Estado de Derecho, lo que se ha mancillado.La historia de De Juana Chaos es, desde luego, el paradigma del privilegio y la reducción al absurdo de un Estado débil y acomplejado. Pero este último tramo, esta ceremonia de la apología del terrorismo amparada por el infame Zapatero –el peor de los presidentes posibles y aún de los imaginables- la pagamos con nuestros impuestos. Nos asesinan y se ríen de nuestros muertos y de nosotros.Estos son tiempos en que la responsabilidad es una palabra proscrita, porque hay poco amor a la libertad. Pues bien, la responsabilidad es de Zapatero y de Rubalcaba, pero también de todos y cada uno de los militantes y de los votantes socialistas, a los que Zapatero ha utilizado para este abismo de infamia.
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