domingo, marzo 11, 2007

El exito de la manifestacin ha dejado fuera de juego al Gobierno

El éxito de la manifestación ha dejado fuera de juego al Gobierno
Elsemanaldigital.com

12 de marzo de 2007. Con casi total unanimidad, los medios de comunicación reflejaban ayer el innegable éxito de la manifestación convocada por el PP contra la política de cesiones y negociación con ETA del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Éxito, por supuesto, por la masiva participación en la concentración, algo evidente más allá de las habituales guerras de cifras, pero éxito, también, por el ambiente de serenidad en el que se desarrolló.El sábado no se vio por ninguna parte a la ultraderecha, la extrema derecha o la "derecha extrema" que supuestamente se habría adueñado del PP, según ciertos políticos y creadores de opinión afines al poder. Por eso, la primera reacción frente a la manifestación de un exponente socialista, el secretario de Organización del partido José Blanco, ha consistido en criticar la marcha, a falta de otros argumentos, por no haber recordado a las víctimas del 11-M y por reunir la mitad de participantes que muertos se han producido en esos atentados y en la guerra de Irak.Si esta valoración, que casi parece un desvarío, fuese la del Gobierno, habría que llegar a la conclusión de que el Ejecutivo ha quedado políticamente fuera de juego por la masiva protesta del sábado. En realidad, las palabras pronunciadas ayer en Huesca por Blanco únicamente sirven para añadir un motivo más al desprestigio que este dirigente socialista ha adquirido con sus declaraciones extemporáneas y atrabiliarias no sólo ante la opinión pública en general, sino también entre muchos partidarios del PSOE.La única conclusión cabal a la que cabe llegar es que la manifestación refleja realmente la "opinión mayoritaria" de los españoles, por lo que el presidente del Gobierno haría bien en "librarse de prejuicios y escuchar a los ciudadanos", como ha dicho la eurodiputada socialista Rosa Díez. Sin embargo, aquél ya anunció que no piensa rectificar ni la excarcelación del asesino múltiple y chantajista Ignacio de Juana Chaos, ni su política en relación con la banda terrorista ETA.De esta forma, en el alero del partido que preside Mariano Rajoy se plantea ahora la cuestión de cómo seguir liderando la reacción de la mayoría de la opinión pública frente a la cerrazón de José Luis Rodríguez Zapatero. Hay un aspecto en el que a las declaraciones de los dirigentes socialistas de los últimos días no se les puede negar la razón y que convendría que el PP tuviese en cuenta: en un sistema democrático, sólo las urnas pueden decir la última palabra sobre la gestión gubernamental, por contestada que sea en la calle.Es, precisamente, en las urnas donde cada vez se aproxima más un desafío en el que se decidirá de manera quizá definitiva la continuidad de la negociación del Ejecutivo con los terroristas. Éstos llevan algún tiempo dejando claro cuál es su siguiente condición para el diálogo: Navarra. Lo que ocurra después de las elecciones de mayo con el gobierno de la Comunidad Foral adquiere así una trascendencia vital, y de ahí la importancia de la nueva manifestación convocada para el sábado próximo, día 17, en Pamplona.

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