domingo, marzo 11, 2007

La resaca en Génova tra la "manifa" del 10-M ha sido de órdago

GARGANTA PROFUNDA

La resaca en Génova tras la "manifa" del 10-M ha sido de órdago
Elsemanaldigital.com

Unos cuantos "fontaneros" populares se entregaron en cuerpo y alma, entre bambalinas, para que todo estuviese en su sitio. Rajoy triunfó, pero otros, también, se dejaron la piel…

12 de marzo de 2007. Todo estaba previsto. Nada se dejó al azar, salvo ese bailoteo final que se marcó el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy. La manifestación del sábado en Madrid bajo el lema España por la libertad. No más cesiones a ETA, plagada por un mar de banderas de España, fue un rotundo acto de afirmación. El trayecto que iba desde la Puerta de Alcalá hasta la Plaza de Colón, atravesando Cibeles, a lo que había que añadir Serrano, Génova, la Castellana y adyacentes estuvo abarrotado de enfervorecidos manifestantes. El PP en estado puro en las calles de Madrid.En un ambiente sorprendentemente festivo y ajeno por completo a cualquier síntoma de visceralidad, el Partido Popular ofreció una demostración de fuerza organizativa en toda regla. El principal y único partido de la Oposición transmitió la imagen de un partido vivo, pegado a la vida diaria y con ganas de convertir un proyecto político en realidad. Y sí, todo les salió a pedir de boca a dirigentes como Juan Carlos Vera, José Antonio Bermúdez de Castro o Nacho Uriarte con las Nuevas Generaciones, a los que hay que apuntar en su haber la buena organización de una manifestación contra la política de cesión del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.Vera, Bermúdez de Castro, Uriarte y sus equipos llevaban una semana trabajando a destajo y a contrarreloj y los resultados quedaron a la vista de todos: Muchas emociones y ningún sobresalto. Los servicios de orden del PP, es decir, los apasionados militantes de Nuevas Generaciones del partido, se volcaron en las instrucciones y consiguieron que nada empañase la marcha. Rajoy la quería pacífica y ejemplar. Y lo fue. De hecho, según comprobó Garganta Profunda, sólo tuvieron que emplearse en intentar evitar que la multitud provocara avalanchas, sobre todo al paso de los rostros dirigentes del partido y de las víctimas del terrorismo.En el espacio reservado a la prensa, entre la cabecera de la manifestación y el gigante lazo azul que portaron decenas de animados jóvenes, el ritmo fue igual de frenético. Los medios sólo encontraron facilidades por parte de Carmen Martínez Castro y de Marilar de Andrés para realizar su labor. Plenamente conscientes de que la información se facilita, las dos responsables de prensa peperas supieron articular con eficacia las peticiones de mucho periodista de la batalla diaria, que es donde de verdad se honra al oficio, informadores habituales del seguimiento de la actualidad, reporteros de redacción urgente para el próximo boletín de radio... con los que Martínez Castro y De Andrés mantuvieron en todo momento una complicidad informativa. También destacaron, moviéndose en esta zona del "cuarto poder" con enorme soltura a la hora de hacer su trabajo, Nuria Romeral, Isabel Gallego, Rocío Márquez y Mar Sánchez, eficacísimas responsables de prensa respectivamente de "notables" como Francisco Camps, Esperanza Aguirre, Josep Piqué y Alberto Núñez Feijoo. Con todo, el presidente del PP fue el protagonista indiscutible de la histórica jornada. Como debía ser. Como deseaba esa gente que tanto empeño puso en la enorme labor. Mariano Rajoy logró afianzarse como el líder al que todos miran y en el que todos se fijan. Rajoy ya ha ganado la calle. Ahora le queda repetir el éxito en las urnas.

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