miércoles, marzo 07, 2007

Demetrio Pelaez, Un pasodoble con doña Antonia

miercoles 7 de marzo de 2007
DEMETRIO PELÁEZ
AILOLAILO
Un pasodoble con doña Antonia
¿Por qué la residencia de mayores de Volta do Castro no se inaugura de una puñetera vez, con la infinidad de abuelos que llevan años esperando plaza en un centro público, pese a que su construcción concluyó hace ya varios meses? Todo indica que es por un mero afán electoralista de los señores del Bloque, que querrán hacerse la foto bailando un pasodoble con doña Antonia la octogenaria a mediados de mayo, justo unos días antes de los comicios, aunque ellos, claro, lo niegan.
Problemas insondables, dicen, están retrasando la apertura del chiringo, y mientras los abueletes desamparados siguen esperando ellos continúan hablando de los mandilones de las futuras galescolas, de la identidade corporativa galaica de las nuevas guarderías del régimen y de otras mandangas. Los coroneles del Bloque, en este tema y en otros muchos, se están comportando como esos empresarios del sector pollo-pera que empiezan la casa por el tejado. O sea, como quienes, antes siquiera de saber lo que van a vender u ofrecer, ya han diseñado un logo molón, han elegido uniformes corporativos muy fashion y han complado una flota de Audis del trinque para que los directivos pinten bien en las fiestas sociales. Todo lo contrario, en suma, que los hombres de negocios responsables, que dan todos esos pasos sólo después de haberse asentado en el mercado y de haberse ganado, a pulso, un prestigio y un respeto.
El caso es que la residencia de mayores de Volta do Castro sigue sin ser inaugurada y lo cierto es, también, que las plazas disponibles en las guarderías públicas escasean más que el sol en este deprimente invierno compostelano. De hecho, como la cosa siga así el tipo que fabrique los mandilones va a poder rascarse los madolinos a dos bandas.
Mucho vamos a hablar estos días de las mujeres trabajadoras y a muchos políticos se les llenará la boca con discursos manidos que sólo buscan un rédito electoral. ¿Todavía no se han enterado de que las currantas de verdad están hasta el tupé de monsergas y lo único que desean es que el Estado, entre otras muchas cosas, les haga la vida más fácil construyendo guarderías baratas, con horarios amplios y cercanas a sus domicilios? ¿Y no saben tampoco que muchas mujeres de mediana edad deben dejar sus trabajos para poder cuidar, ya que nadie les echa una mano, a sus padres enfermos? Pues eso, machos, a ver si centramos el debate.

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