miércoles, marzo 21, 2007

Boicot a la Justicia y estado terminal de un Gobierno

Boicot a la Justicia y estado terminal de un Gobierno
Carmelo López-Arias

22 de marzo de 2007. Sólo si este jueves José Luis Rodríguez Zapatero compareciese ante los medios para anunciar que ETA se disuelve se explicaría lo que ha hecho la fiscalía de la Audiencia Nacional con Arnaldo Otegi. Digo "se explicaría". Justificarlo sería otra cosa, porque el olor a precio político canta a distancia desde hace meses.Puede ser aún peor, y que el presidente del Gobierno esté, sencillamente, ganando tiempo. Dispuesto a cualquier cosa para evitar situaciones, como la de Iñaki de Juana Chaos muerto o la de Otegi en la cárcel, que "obliguen" a ETA a actuar de nuevo como en la T4 de Barajas, para mantener su posición de fuerza en esta absurda negociación en que nos hemos visto metidos sin que el PSOE la hubiese incluido, ni de lejos, en su programa electoral del 14-M.Como en el caso del veinticinco veces asesino, también ahora Diego López Garrido ha salido afirmando que la decisión del fiscal Fernando Burgos es "estrictamente jurídica" y "lógica". Pero no, no parece "lógico", aunque haya habido otras absoluciones por los hechos que se le imputaban a Otegi, que tras haber sostenido esta acusación durante años, la fiscalía de la Audiencia Nacional hurte al tribunal que ya tenía fecha fijada para el juicio la posibilidad de conocer de él. Malo -y nada "estrictamente jurídico"- que Burgos amenazase a los magistrados de la Audiencia Nacional con retirar la acusación si no se plegaban a sus condiciones, sometiendo a capricho la imputación por un delito tan grave como el enaltecimiento del terrorismo, y convirtiéndose además en juez y parte. Pero todavía peor que haya cumplido su amenaza, después de que Otegi pretendiese reírse del tribunal excusándose de la cita en Madrid por el mal tiempo.En definitiva, Zapatero manda el mensaje, lo quiera o no, de que De Juana y Otegi son presos políticos, más que delincuentes, y se sitúa a sí mismo como una instancia más allá de la Justicia en quien los etarras pueden hallar, si no comprensión, sí al menos esperanza.La Moncloa y Ferraz no parecen haber leído bien las encuestas de los últimos meses sobre el denominado proceso de paz. Los españoles dicen mayoritariamente que no quieren pagar un precio político por el fin de ETA, pero más aún que el precio político, rechazan la impunidad para los criminales. Zapatero, subido en una ola de irresponsabilidad terminal, no ha entendido que ese Otegi a quien hace guiños se ha mofado de nuestros muertos. No ha entendido que la imagen de De Juana en el hospital no ha causado lástima, sino repulsión, porque lo que caló hondo en la sociedad y la colmó de espanto no fueron sus costillas, sino sus ojos.

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