domingo, marzo 04, 2007

Antonio Parra, De Juana Chaos y Jesus de Medinaceli

lunes 5 de marzo de 2007
De Juana Chaos y Jesús de Medinaceli
Antonio Parra

I ÑAQUI DE JUANA CHAOS obtuvo la condicional atenuada el viernes después de la Ceniza o primer Viernes de Cuaresma, sobre la base del estado de su salud mental. Fue el primero en la cola de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli y recibió el perdón a sus horribles crímenes. Veinticinco asesinatos a sangre fría y por la espalda. La Parabellum y tás. Solamente un loco puede jactarse o reírse y luego celebrarlo con champán con sus comilitones etarras de semejante atrocidad pero ya digo que Iñaqui, para el que pedimos desde estas mismas páginas, y lamento ser una voz discordante en medio de este guirigay a propósito de la que se ha preparado a costa de su excarcelación, basándonos en el perfil psiquiátrico del sujeto. Conocemos a su familia y a su padre Daniel que fue brigada artillero. Que tampoco estaba muy bien que digamos o, si no, que tiren de archivo, y se comprobará que no hablamos por hablar. Yo soy periodista pero también archivero y los archiveros tienen una tendencia a ponerse siempre del lado de las víctimas - esa familia de Sevilla, esos quince guardias civiles como quince soles, tronzados en la flor de la edad por la metralla asesina,- pero, Iñaqui, ¿tú sabes lo que hiciste, hijo? Veinte vidas que vivieses no pagarías el reato adscrito a semejante delito. La orden de su traslado a un hospital de Donostia y a una libertad vigilada para que reciba tratamiento me ha parecido una gran medida política del presidente Zapatero que ha demostrado - y no me azucen, señores colegas y compañeros de esta misma página los perros- ser un político de envergadura. La política es el arte de lo posible y resolver aquellos conflictos que, de otra forma, tendrían que ser resueltos a tiros y a cañonazos. También Rubalcaba en este caso ha frisado alto con esa habilidad que le caracteriza. No es una bajada de pantalones. Se pueden haber evitado muchas muertes. Manejo información clasificada y sé lo que me digo: Eta estaba preparando a costa de este macarra asesino que ha demostrado no ser lo que se dice uno de aquellos provos del IRA como Frank Stagg o MacStiofain, recalcitrantes hasta el fin, que se dejaron morir de hambre en presidios británicos siguiendo una tradición impuesta por el alcalde del Cork uno de los héroes del Levantamiento de Pascua en Dublín. Carecía de la presencia de ánimo y la consistencia psicológica de aquéllos. De Juana es un pobre enfermo mental. Esperemos el diagnóstico del facultativo que lo trata. No. No ha sido una bajada de pantalones ni una rendición de España ante los forajidos y enajenados de la organización terrorista vasca. Además, si vienen mal dadas, estamos aquí. Nunca consentiremos una secesión de España. Los vascos lo mismo que los catalanes radicales no van a ocasionar una nueva carlistada gracias a Dios pero son desde luego una cuestión de servicios secretos de talante y de talento. Y talante y talento ha demostrado esa gran mujer de gobierno que se llama María Teresa Fernández de la Vega. Si de Juana hubiera fallecido en el 12 de Octubre estaríamos otra vez en este país de funeral, como tantas veces. La política, arte de lo posible, llega hasta donde los fusiles no alcanzan. Chapó por el presidente. Así que me voy a la cola de Jesús de Medinaceli a dar gracias. Con una estampa del “Moreno” que siempre llevo en la cartera y no es que sea fetichista o supersticioso. Ciertamente el pueblo de Madrid fue siempre algo milagrero. Estudien lo que fue el reinado de los Austrias. La Iglesia rara vez admite el milagro pero se y se refiere meramente a simple “prodigios clínicos” Pero como católico, feo y sentimental, hay cosas que no entiende la razón pero que sabe muy bien el corazón. El dolor, la enfermedad, el pecado, son parte de nuestro acervo. Y en la cola conmigo están los de siempre: el pueblo-pueblo. Una señora delante de mí me habla de su hijo que está en el Clínico y otra que lo metieron en el “cesto” por la maldita droga. Más adelante un chaval que viene a pedir trabajo. Con su novia que tiene a la madre paralítica. Salud y trabajo es la petición que impera en medio de esta romería penitente. La cola penitente da varias vueltas a la calle del Duque de Medinaceli y llega hasta Atocha. La tradición arranca de tiempo inmemorial y el primer Viernes de Marzo de tres gracias que se le pidan, Él una concede. Buscan remedio a sus desgracias. Su fe no es una fe ferviente o al menos a mí me parece sino la fe del carbonero. Es posible que muchos de estos penitentes no pisen la iglesia entreaño pero están aquí devotos y expectantes convencidos de que Jesús del Gran Poder tiene una solución para sus problemas. Y las tiene. Claro que la tiene. Esperé toda la noche. Era madrugada y no me tocaba turno pero un pobre vergonzante que estaba en los primeros me vendió la vez por treinta euros. Subo al camarín y le beso el dulce pie llagado. Un capuchino pasa un corporal perfumado. El pie de Jesús huele a agua de colonia. Algunos devotos se abrazan a la imagen. Otros lloran. El desfile se realiza en medio de un silencio impresionante. Los ojos bajos, la melena de gitano, y la túnica morada de los nazarios una rica casaca talar recamada de fimbrias de oro con motivos floreales y grecas, la viva impresión del dolor y del perdón, la imagen del cristo tiene algo de sensual y es de una gran belleza varonil que apela al eros de las mujeres sobre todo a aquellas que ya no están en edad de merecer pero ¿qué sería del cristianismo sin esta fe del carbonero y de la lamparilla votiva que profesan nuestras abuelas? Es impresionante. Las manos atadas con un cordel y la cintura ceñida con un cíngulo de oro, la corona espínea de cambronera, representa la vera efigie de un cautivo. Jesús preso. El Hijo de Dios que liberar al género humano de la culpa de Adán, lo metieron prisionero y, con su muerte, vida nos da. Pasma el inefable arcano teológico del misterio de la redención. “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré” (Mt 11,28) y he aquí el milagro se produce todos los años no se sabe por qué. Son las mismas turbas que le seguían por Galilea. “Siempre estaré con vosotros hasta el final de los siglos” ¿Y quienes forman parte de su heredad? Los pobres, los desheredados, los descarriados, los emigrantes. Cristo soteros(salvador) y Cristo eleuteros (libertador). Es decir nuestro mejor alfaqueque. Un teatino lo rescató de tierra de moros. La talla del siglo XVII - fue esculpida en 1645 por encargo del obispo de Cádiz- mide 1.73 m. Fue colocada en una iglesia de Berbería. Estaba en la iglesia de los frailes franciscanos en Mámora y en una razzia Muley Ismael el califa la arrebata. Fue profanada y es encontrada por el trinitario que se encarga de su compra en un muladar. La verdad es que los rasgos faciales del Cristo de Medinaceli le confieren un aspecto semita. El modelo que posó para el artista debió de ser un morito de verde luna. Trasladada a Ceuta y luego a Sevilla, el “Moreno” llega a Madrid en 1682 donde se impone la tradición de su adoración y de la petición de tres gracias aludidas el primer viernes de marzo. Durante la invasión francesa es guardada en un sótano de la iglesia de San Martín. Allí permanece hasta 1814. La desamortización de Mendizábal que suprime todas las órdenes religiosas el año 1836 de nuevo otro traslado: a la iglesia de San Sebastián en la calle Atocha hasta que de una forma definitiva se hacen cargo de ella los capuchinos en 1895. Cuando la quema de conventos del 36, se produjo otro milagro: el convento de los mínimos fue uno de los pocos que se libraron de las llamas. El edificio había sido construido en 1926. La ministra de Cultura Margarita Nelken ordenó el traslado al tesoro artístico del Museo del Prado. En un camión especial y librándose de los bombardeos nacionales el convoy consiguió alcanzar el puerto de Valencia y de ahí a Suiza. Otra peripecia y el valioso icono regresa a Madrid donde es entronizado solemnemente en una ceremonia emocionante en la cual en nombre del Caudillo el general Espinosa de los Monteros gobernador militar de la plaza a los pies del altar ruega a Jesús de Medinaceli que sea el fautor de la “reconciliación entre todos los españoles”. Ha sido precisamente ese espíritu de promesa el que ha obrado a nuestro juicio el rescate o la condicional del reo más odiado para los españoles de 2007. Nuestro Padre Jesús (yo he procesionado con los hermanos de la Esclavitud del Cristo de Medinaceli algún Viernes Santo) obró el perdón ad maiorem Dei gloriam como dicen los jesuitas y a mayor abundamiento de la misericordia y la reconciliación de esta crispada patria nuestra. Puerta del cielo. Medina Coeli. Ya los prunos de los campos de Madrid de mi barrio de Brunete se revisten del polisón de nazarenos. Su librea morada anuncia la primavera. La vida sigue. No soy catastrofista ni pienso que el mundo se acaba. Lo que se acaban son algunos seniles comentaristas que tratan en plan catastrofista de redactar la segunda versión del Apocalipsis. Pero ésta ya se escribió una vez y segundas partes (Cervantes dixit) no son buenas. Lo digo. Lo firmo y lo reafirmo. aunque sea a redropelo y remando contra corriente. Siempre fue lo mío, pero por desgracia no suelo equivocarme. Los problemas de Eta magnificados por la caja de resonancia de una prensa jaranera no son los más graves que tiene mi patria en estos instantes ¡Bendito sea Dios que De Juana yace ya en la crujía de un psiquiátrico!

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