Jose Luis Peñalva, Racial

Racial

21.10.2008

JOSÉ LUIS PEÑALVA

Busque inteligencia y juicio, pero, ante todo, capacidad para anticipar, para ver lo que hay al doblar la esquina». La frase pertenece a un catálogo que contiene las reglas de Colin Powell para 'seleccionar gente' y que resulta revelador en el momento en que el ex secretario de Estado de Bush atiende más a su conciencia que a su lealtad republicana y decide decantar su voto por Obama.
Nacido y criado en el Bronx, Powell nos da una lección de democracia felizmente asimilada al arte de hacer más fácil, fraterna y próspera la convivencia de los ciudadanos y lejos de las luchas partidarias. Dispongo en mi biblioteca del libro 'Colin Powell: Los secretos para ser un líder' que me regaló mi hijo mayor cuando trabajaba en Madrid en una multinacional de la comunicación. Jorge logró traerlo a España para que hablara a altos ejecutivos sobre el liderazgo, poco después de ser arrollado por el 'bulldozzer' guerrero de la secretaria de Estado, Condoleezza Rice.
El libro cuenta con la poderosa firma autógrafa de Powell a rotulador (negro) y dice cosas como éstas: «El líder pone un ejemplo. Tanto en el Ejército como en la vida civil, el resto de la gente de la organización sigue el ejemplo del líder, no de lo que el líder dice, sino de lo que el líder hace». Una hoja escrita a máquina bajo el epígrafe : 'The Powell Way' recoge los atributos que persuaden a otros a aceptar al líder: «Confían en él. La confianza se basa en que creen en él. Competencia. Carácter. Coraje: moral, físico, mental, espiritual. Lealtad: hacia arriba, hacia abajo y hacia los dos lados. Confianza. Desinterés. Sacrificio. Empatía: entender a la gente y sus ansiedades».
Y por si quedara alguna duda acerca de si su voto es o no racial, afirma Powell: «Es más importante hacer lo correcto que lo que nos podría beneficiar personalmente». O aplicado a la incapacidad de McCain para reclutar aliados, al que reprocha el contar con Palin, una candidata que no da la talla: «Un buen líder se rodea de personas que complementen sus habilidades. Sólo una evaluación honesta y justa de las suyas permitirá que esto suceda». Reconozco que a mí me ganó en su última recomendación: «No deje que su carrera lo consuma tanto que no le quede algo que les pertenezca sólo a usted y a su familia». Vuelvo a votar por Powell.

http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20081021/mundo/racial-20081021.html