jueves 30 de octubre de 2008
La prioridad del empleo
Germán Yanke
Si la discreción en la que se ha envuelto la gran preocupación del Gobierno (la presencia del presidente Rodríguez Zapatero en la cumbre internacional sobre el sistema financiero) puede interpretarse como si se hubiera encontrado un modo de hacerla efectiva, es el momento de afrontar cuestiones urgentes y aún más decisivas. La Comisión Europea propuso ayer utilizar fondos europeos para programas que traten de potenciar el empleo, lo que ya se ha convertido en la posibilidad de que los desempleados puedan volver al mercado laboral. No hay nada original en la invitación, con la ayuda parcial de esos fondos, a que los gobiernos de la Unión desarrollen planes de infraestructuras que alienten la demanda y la creación de empleo pero, al menos, muestra una preocupación por el eslabón más débil de los afectados por la crisis, los parados, que no se ven por el momento asistidos por los múltiples y millonarios "planes de rescate".
En Francia, Nicolas Sarkozy, aunque sea con el sistema espasmódico con el que actúa, también ha anunciado su plan para potenciar el empleo. Aquí, en España, al Gobierno -que va detrás del presidente francés en tantas cosas, sean o no esperpénticas- todavía se le espera. Mientras, la destrucción de empleo se multiplica demostrando las carencias y las debilidades de nuestra economía y nuestro mercado de trabajo. Si no se querían ver cuando se negaba la crisis, ahora que ha estallado no hay modo de ocultarlas. Algunas reformas, que sin duda deben ir más allá del recurso a la obra pública (como si pudiera arrastrar puestos de trabajo de inmediato para sustituir los que murieron con el fin de la burbuja inmobiliaria), tienen un "precio político", suponen un esfuerzo de imaginación y un abandono de tópicos que, para nuestro Gobierno, pueden resultar molestos. Pero no hay más remedio, es decir, es un imprescindible remedio en las actuales circunstancias y debe ponerse en él tanto esfuerzo como se ha hecho en el rescate de entidades financieras y se trata de esbozar ahora para promover en lo que se pueda la adquisición de viviendas.
Hay que ponerse a ello porque, por el momento, se van dando sólo tumbos: se entienden los expedientes de regulación en diversos sectores porque son "lógicos y temporales", se anuncian infraestructuras sin concreción, se habla más de la "protección social" de los parados que de la activación del mercado laboral... Para que los expedientes de regulación sean realmente temporales hacen falta políticas activas, para que el gasto público, si es así, revitalice la demanda hace falta poner un orden y unas prioridades en los Presupuestos que brillan por su ausencia, para que la política social sea efectiva hace falta, sencillamente, empleo, medidas fiscales que bonifiquen su creación, una regulación laboral moderna y realista, una serie de reformas estructurales que cada día que pasan son más urgentes. Y seguimos a la espera...
http://www.estrelladigital.es/ED/diario/50324.asp
miércoles, octubre 29, 2008
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