ETA, un poco más débil
Miércoles, 29-10-08
EN una brillante operación, la Policía detuvo ayer en Navarra y Valencia a cuatro presuntos miembros del nuevo «comando Nafarroa» de ETA que, según reveló el ministro del Interior, disponían de armas y de cien kilos de explosivos y estaban preparados para atentar en cualquier momento. Con esta operación de desarticulación de un nuevo grupo de la banda terrorista, las Fuerzas de Seguridad del Estado demuestran una vez más su profesionalidad y su meritoria capacidad de anticiparse a los movimientos de ETA. Sin embargo, siempre sobran los arranques de euforia o triunfalismo por haber evitado tragedias seguras cuando de lo que se trata es de analizar la trayectoria de unos criminales como los etarras, que lamentablemente han demostrado en demasiadas ocasiones su capacidad para reorganizarse, rearmarse y reponerse de los golpes policiales sufridos. Es cierto que probablemente se trata de la ETA más debilitada de toda su sanguinaria historia; es cierto que la banda paga cada vez más cara la inexperiencia y bisoñez de sus miembros; y es cierto que las Fuerzas de Seguridad se han visto obligadas a no bajar la guardia en ningún momento desde la ruptura del fallido «proceso de paz». Pero también lo es que si se ha podido desactivar a un nuevo «comando» es porque ese grupo existe y tiene órdenes específicas de localizar posibles objetivos y atentar.
ETA anunció que volvería a matar cuando despertó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de su ingenuo sueño de alcanzar la paz negociando con una banda terrorista. En efecto, ETA mató y con toda probabilidad lo volverá a intentar en cuanto tenga la ocasión de hacerlo. El hecho de que tres de los detenidos fueran «legales», esto es, no fichados por la Policía, reafirma la tesis de que la «cantera» de pistoleros continúa activa y en un proceso de constante renovación. ETA está donde estaba y donde nunca ha querido dejar de estar. Precisamente por eso cobra especial relevancia el rigor de las investigaciones policiales. El dato de que afortunadamente los terroristas acumulan más fracasos que antes y de que con frecuencia ven frustrados sus criminales objetivos no quiere decir que carezca de capacidad y voluntad para asesinar. Lo demostró hace menos de un mes cuando acabó con la vida del brigada Luis Conde en Santoña (Cantabria), en coincidencia con la ilegalización del PCTV y de ANV, y con la sentencia de la Audiencia Nacional contra las Gestoras pro Amnistía. Contra ETA, los éxitos policiales deben contarse siempre con tanto grado de alivio como de prudencia.
http://www.abc.es/20081029/opinion-editorial/poco-debil-20081029.html
miércoles, octubre 29, 2008
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