Desmantelar ETA

Desmantelar ETA

31.10.2008 -

E TA llevó ayer la destrucción y el pánico al campus de la Universidad de Navarra, y estuvo a punto de provocar una masacre mediante un coche bomba cuya explosión fue notificada de manera tan vaga probablemente con la intención de que el anuncio afectase a la normalidad de todas las universidades españolas. Las veintiuna personas heridas constituyen el testimonio descarnado de lo que pudo ser una nueva atrocidad cometida por la banda terrorista con el fin de hacerse valer mediante el amedrentamiento de la sociedad, cebándose para ello en lo que son sus fanáticas fijaciones. El hecho de que en el transcurso de doce horas un grupo de terroristas pudiera operar entre la localidad guipuzcoana de Zumaia y Pamplona, robando un vehículo, cargándolo de explosivos y accionando el dispositivo para su explosión a una hora señalada en el punto de destino, recuerda que por exitosa que esté resultando la acción policial y judicial, la trama etarra continúa manteniendo una capacidad operativa suficiente como para causar daños irreparables, cercenando vidas humanas y prolongando el estado de excepción al que viene sometiendo a cuantas personas ha situado en su punto de mira.
Está demostrado que no todos los intentos que está realizando ETA para relanzar su actividad terrorista están logrando sus objetivos. Pero también ha de tenerse en cuenta que la banda terrorista constituye una realidad excesivamente opaca a los servicios de información policiales como para que las autoridades responsables se conformen con poco más o menos la acción preventiva y de persecución que se desarrolla frente a su amenaza. Los numerosos atentados cuya autoría se desconoce -también entre los cometidos en los últimos años en Navarra-, las incógnitas que se mantienen respecto a la red de comandos o al proceso de decisiones en el seno de la banda terrorista y los interrogantes que surgen una y otra vez sobre su jerarquía efectiva obligan al Estado a perseverar tanto en medios como sobre todo en su orientación eficiente en la lucha contra ETA. La condición previa para que ello sea así es que el conjunto de la fuerzas políticas y de las instituciones fijen como objetivo ineludible acabar cuanto antes con la amenaza etarra persiguiendo su liquidación total, sin concesiones a la especulación sobre cuáles son sus intenciones de futuro y mucho menos respecto a la eventualidad de un nuevo 'proceso de paz'. La unánime condena del brutal atentado de ayer, que reavivó la inquietud entre quienes más directamente padecen el acoso terrorista, no será suficientemente contundente si la ciudadanía y los responsables públicos siguen interiorizando que en realidad nos encontramos ante la fase final de la existencia de ETA. Hay razones para pensar que eso es así. Pero lo será de verdad sólo si todos los instrumentos del Estado de Derecho coinciden en un último esfuerzo para desmantelar estructura por estructura la trama terrorista.

http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20081031/opinion/desmantelar-20081031.html