jueves, octubre 30, 2008

Lorenzo Contreras, Golpe con premeditacion y alevosia

jueves 30 de octubre de 2008

Golpe con premeditación y alevosía

Lorenzo Contreras

La ruptura de las relaciones PP-UPN, que han durado diecisiete años, abre para Miguel Sanz, el presidente actual de la Comunidad Foral de Navarra, una perspectiva de poder consolidado, con el apoyo amistoso del PSN (socialista), hasta el año 2011. Una cómoda navegación solitaria, con la neutralidad de la sucursal Navarra del PSOE, la cual ya ha anunciado su renuncia a plantear una moción de censura que intentara, mediante una estrategia divisoria, un oportunista asalto al poder autonómico. Se ha demostrado que Miguel Sanz, haciendo bandera del lema "somos un partido autónomo", preparaba bajo cuerda su particular divorcio político del PP, o sea, de Madrid. El motivo del "divorcio" ha sido más bien trivial, a través de una "intrascendente" desobediencia disciplinaria en la votación de los Presupuestos Generales del Estado, que UPN, contra la consigna de voto negativo por parte del PP, transformó en abstención de uno de sus dos representantes en el Congreso de los Diputados.

La sospecha de que Miguel Sanz abrigaba de antiguo la intención de romper algún día relaciones con el partido de Rajoy se deduce de la literalidad del pacto firmado entre ambas formaciones en 1991, un pacto cuyo artículo séptimo establece astutamente lo que sigue: "En las elecciones generales la campaña electoral de UPN se llevará a cabo de acuerdo con las directrices de la campaña nacional del PP, defendiendo el programa electoral del mismo, sin perjuicio de las especialidades que en lo relativo a la Comunidad Foral incorpore UPN ". O sea, que lo estatuido para la campaña electoral común podía, por vía de excepción, ser esgrimido para un caso paralelo, como sería, y así ha sido, una votación presupuestaria en el Parlamento central. Es lo que el presidente del Gobierno navarro ha llamado ahora un "recoveco" susceptible de facilitar el desmarque de su partido. Ése es el significado operante del término "especialidades" inserto en el artículo séptimo.

Ahora el PSN-PSOE, al precio de consolidar durante tres años al ambicioso Miguel Sanz en el sillón presidencial de Navarra, se ahorra vía UPN la tarea de cerrar el paso a los nacionalistas, siempre con la vista puesta en la oportunidad que surja en el año 2011. Para entonces, si el PP consigue rehacer su antigua presencia en Navarra, lo cual no le va a ser nada fácil, podrá intentar devolver a su ex socio Miguel Sanz el golpe recibido. Será la operación que corresponda llevar a término al antiguo líder popular navarro Jaime Ignacio del Burgo, que junto con el diputado Santiago Cervera acaba de abandonar las filas de UPN después de haber sido suspendidos ambos de militancia, cautelarmente, por la Ejecutiva de Sanz.

El escenario es, pues, el proyecto de un PP navarro reconstituido para tomarse el desquite, y un PSN-PSOE al acecho de la ocasión que surja dentro de tres años, si es que esa ocasión favorece sus intereses y no todavía predominantemente los de Miguel Sanz. Toda esta picaresca política carecería de trascendencia si Navarra no tuviera la importancia política que ofrece para la firmeza de España como Estado, con el peligro de un nacionalismo vasco-navarro llamando a su puerta.

La prensa abertzale ha reflejado la felicidad que embarga al astuto y oportunista presidente de la Comunidad y de UPN. Según ese testimonio, cuando Sanz fue preguntado sobre el modo en que le notificaron la decisión rupturista de Génova 13, respondió entre carcajadas que la información le llegó por sms.

Según el estilo sarcástico de los nacionalistas independentistas, ahora, entre UPN y el PP, se abre un "doloroso proceso de separación de bienes", ya que durante los diecisiete años que ha durado el matrimonio "se han producido gananciales". Desde luego es cierto que habrá pleito como consecuencia de la fusión de bienes que con el pacto de 1991 se produjo. Pero en ese pleito parece que el PP renaciente lleva todas las de perder.

http://www.estrelladigital.es/ED/diario/50316.asp

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