martes, octubre 28, 2008

Florencio Dominguez, Aniversarios

Aniversarios

28.10.2008

FLORENCIO DOMÍNGUEZ

E l 23 de agosto de 1989 se cumplieron cincuenta años del pacto germano soviético y con tal motivo la población de los países bálticos salió a la calle de forma masiva para formar una cadena humana que unió los 600 kilómetros que separan Tallín, Riga y Vilna, las capitales de Estonia, Letonia y Lituania. Dos millones de personas se pusieron alineadas -en algunos tramos en doble fila- por las calles y las carreteras para protestar por aquel acuerdo con el que se había puesto fin a su soberanía y reclamar la recuperación de las libertades que les había quitado la URSS.
El sábado pasado se cumplía el 29 aniversario de la aprobación del Estatuto de Gernika y el 169 aniversario de la Ley del 25 de octubre de 1839 que confirmó los fueros «dentro de la unidad constitucional de la monarquía» tras la primera guerra carlista. Pero, sobre todo, el sábado fue el día en el que el lehendakari Juan José Ibarretxe no pudo ir a votar en la consulta promovida por él mismo, tal y como había anunciado. Tal vez el ejemplo báltico sirvió de inspiración a la idea inicial del PNV de unir Gernika con Vitoria con una cadena humana ese 25 de octubre, pero los promotores debieron echar cuentas, lo pensaron mejor y dejaron la iniciativa en unas concentraciones locales.
Dando por buenas las cifras oficiales de asistencia a las concentraciones del sábado, los veinte mil manifestantes que secundaron el llamamiento del tripartito y Aralar hubieran bastado para completar seis kilómetros de cadena humana con la misma densidad que la registrada hace diecinueve años entre Tallín y Vilna. Hubieran hecho falta otros doscientos mil ciudadanos para terminar de cubrir la distancia que separa Gernika de Vitoria, pasando por Durango, que es el itinerario más corto.
Aunque pudiera pensarse que la diferencia de respuesta a la convocatoria registrada en los países bálticos y a la del pasado sábado en el País Vasco es un reflejo del diferente grado de deseo de soberanía que existía en aquellas sociedades y del que existe en la nuestra, lo cierto es que en un sistema democrático lo importante no es tanto el número de manifestantes que salen a la calle en un momento dado, como los votos que cada partido consigue en las elecciones.
La presencia de unos miles de concentrados en los actos del sábado no reactiva la malparada estrategia del lehendakari, a no ser que se quiera confundir la movilización en la calle con la representación democrática, algo que ha sido propio de la izquierda abertzale, pero no del nacionalismo institucional.

http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20081028/politica/aniversarios-20081028.html

No hay comentarios: