martes 28 de octubre de 2008
LUIS POUSA
CELTAS SIN FILTRO
Toca hacer los deberes
El pasado viernes dejó la mala noticia de que la crisis financiera sigue trasladándose a la economía real, en este caso con un fuerte aumento del paro, según la Encuesta de Población Activa referida la tercer trimeste de este año. De nuevo Galicia ha tenido un comportamiento mejor que la media española: la tasa de paro está casi tres puntos porcentuales por debajo (8,47 % frente a 11,3%). Cabe matizar que, según los analistas, la tasa tendencial del desempleo para el conjunto de España está en el 11,7 por ciento, debido en gran medida al aumento de la fuerza de trabajo por la masiva incorporación de la mujer y a los flujos de inmigrantes, aunque estos últimos tenderán previsiblemente a reducirse en los próximos meses.
Las previsiones apuntan a que el paro en España rondara la tasa del 15 % en 2009, y en el caso de Galicia se situará por encima del 11% aunque sin llegar al 12%.
Pese a la histeria que viven las bolsas, lo que ha llevado a algunos economistas a plantear -antes lo había hecho el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi-== la posibilidad de cerrarlas temporalmente, los expertos en mercados financieros sostienen que, tal como sucedió en las mayores crisis anteriores, es previsible que tras las caídas de estos días se produzca una pequeña tregua y, posteriormente, se empiece a notar un estado de alivio. Pero ese nuevo escenario tardará aún unos meses en crearse. Una vez que los mercados financieros restituyan la confianza en sí mismos, el optimismo irá ganándole terreno psicológico al pesimismo, y será a partir de ahí cuando la economía comenzará a entrar en la senda de la recuperación.
Eso no quiere decir que para hacer sus deberes la economía productiva tenga que esperar a que el sector financiero recobre el ánimo. Hay muchas cosas que las empresas pueden empezar a aplicar por sí mismas, y otras para las que les será necesaria la ayuda de la Administración, pero en uno y otro caso se deben tener las ideas muy claras.
Admitido que el modelo de crecimiento ya no puede ser el mismo, y al margen de otras cuestiones de mucha mayor envergadura como la refundación del sistema capitalista, tan vaga como pretenciosa, propuesta por Nicolas Sarkozy, las empresas han de prepararse para actuar en el contexto de lo global, bajo fórmulas regulatorias que garanticen una estabilidad, cuya ausencia es una de las notas destacadas de la crisis financiera internacional.
Por eso, desde la perspectiva socialdemócrata del actual Gobierno gallego, el desafío está en hacer compatible una economía competitiva con un Estado del Bienestar que garantice las mejores prestaciones a los ciudadanos. Los países nórdicos siguen siendo una referencia más plausible que Irlanda para una Galicia que ponga en valor algunas de sus fortalezas físicas, caso del territorio y del paisaje, pero también el factor humano, el conocimiento y la capacitación para producir determinados bienes y servicios.
En ese sentido, el plan de Competitividad y el Empleo tiene que ser aprovechado por la Xunta para generar aumentos sostenidos de la productividad, pues ello permitirá que las empresas gallegas sean capaces de competir internacionalmente, así como para simplificar trámites burocráticos innecesarios, que dificultan la mejora de la eficiencia de la organización de las empresas.
http://www.elcorreogallego.es/index.php?idMenu=13&idEdicion=1050&idNoticiaOpinion=358321
lunes, octubre 27, 2008
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