Olvido e ignorancia
21.10.2008
FLORENCIO DOMÍNGUEZ
Un veterano diputado socialista informó un día en el Congreso a una joven compañera de partido que iba a dar una conferencia sobre Rodolfo Llopis. ¿Y ése quién es?, le preguntó la diputada. El secretario general de tu partido anterior a Felipe González, tuvo que explicarle el asombrado veterano.
La anécdota de la ignorancia de la joven diputada quizás sirva para explicar algunas actitudes que se vienen registrando desde la pasada legislatura. El desconocimiento subjetivo de la historia reciente que expresan con desparpajo muchos de los que ahora están en el poder ha sido proyectado como si fuera un dato sociológico predicable de la mayoría de los ciudadanos y han fundado en esa ignorancia personal algunas de sus actuaciones más polémicas. Las que conciernen a todo lo relacionado con la memoria histórica son las más evidentes y de esa tacha no se libra ni el reciente auto del juez Baltasar Garzón.
Con frecuencia se escucha la idea de que todo lo que ocurrió desde la Guerra Civil es algo desconocido por los ciudadanos y que en la Transición se impuso un olvido forzoso. Nada más lejos de la realidad. Juan Pablo Fusi ha explicado repetidas veces (por ejemplo en el 'Diario Vasco' del 21-8-05) la prolífica actividad editorial habida en España en torno a la Guerra Civil: hasta 1985 se habían publicado en torno a 18.000 títulos y otros 2.000 más entre 1995 y 2000. A ello se añaden los reportajes, fascículos y suplementos de la prensa diaria y de las revistas, más las series de radio y televisión, las películas, etcétera. La Guerra Civil y sus consecuencias ha sido y sigue siendo una mina para la industria editorial. La tesis del silencio y del desconocimiento es insostenible.
Otra idea puesta en circulación es que las víctimas afines al bando franquista ya tuvieron su reparación, pero no así las víctimas republicanas. Incluso el juez Garzón se hace eco de este argumento en su reciente auto cuando señala que los vencedores de la Guerra Civil se aplicaron para localizar, identificar y reparar a «las víctimas caídas de la parte vencedora», cosa que no ocurrió con las del otro bando. Se pasan por alto o se ignoran todas las actuaciones de reparación que han realizado las instituciones democráticas en favor de las víctimas del franquismo. Sólo en el terreno económico, un informe del primer Gobierno de Zapatero ('ABC' 1-8-06) estimó que las indemnizaciones pagadas desde el restablecimiento de la democracia a esas víctimas ascendían a 16.000 millones de euros. Súmese a ello los pagos de las diferentes autonomías que, en el caso vasco, ascienden a 33,7 millones.
El punto débil ha sido la falta de iniciativas gubernamentales para buscar los restos de los fusilados que continúan enterrados en fosas comunes. Se han recuperado restos de unas cuatro mil personas por iniciativa de familiares y de asociaciones particulares sin que haya sido necesaria la intervención de la Audiencia Nacional. Una mayor intervención de la Administración permitiría acelerar la búsqueda de desaparecidos y entregárselos a sus familias.
http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20081021/politica/olvido-ignorancia-20081021.html
lunes, octubre 20, 2008
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