lunes, octubre 27, 2008

Rebaja obligada

Rebaja obligada

28.10.2008

E l anuncio por parte del presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, de la posibilidad de que esta institución decida rebajar el precio del dinero en la reunión que celebrará el próximo 6 de noviembre supuso ayer el explícito reconocimiento de que la inflación no puede ensombrecer ya el inmediato futuro de las economías europeas; una admisión que procede, además, del gestor público que más celosamente había realzado sus riesgos. De confirmarse finalmente lo que Trichet se limitó a apuntar ayer como posible, es de suponer que la medida mantendría la sintonía que el pasado 8 de octubre alcanzaron el BCE, la Reserva Federal estadounidense y los organismo centrales de Suiza, Suecia y Canadá, y que permitió situar el tipo de interés de los Quince en el actual 3,75%. La paulatina caída del precio de las materias primas permitiría adoptar una nueva rebaja. Pero en realidad son las vicisitudes por las que atraviesa la economía en general, la complicada financiación de los proyectos empresariales y la disponibilidad de recursos que requieren las familias lo que aconseja tal medida, toda vez que la acordada a comienzos de octubre para inyectar alguna confianza en medio de la zozobra general no ha dado lugar aún a consecuencias tangibles suficientemente relevantes.
Las cautelas de Trichet parecen haberse trasladado de su hasta ahora inquebrantable inquietud por el alza de los precios a su preocupación ante los efectos secundarios que pudiera conllevar la situación en el ámbito de la negociación colectiva, en la determinación de la masa salarial y en cuanto a un eventual incremento de los costes unitarios que, a su entender, deberían evolucionar al unísono con la inflación. En cualquier caso, las palabras del presidente del BCE parecieron ayer inaugurar un tiempo más esperanzado precisamente cuando todas las economías del mundo, en una medida o en otra, sienten cómo se adentran en la recesión. Tras década y media en la que el fácil acceso al dinero contribuyó a generar muchos de los males que acabaron concurriendo como factores de la crisis, la economía y la propia sociedad requieren que se franquee mínimamente el paso al crédito. Ayer, las bolsas volvieron a demostrar que la turbulenta situación actual las ha convertido en el único entorno que brinda liquidez con la venta de valores. Un ejemplo elocuente de las carencias de financiación que han de paliarse cuanto antes, a lo que contribuiría sin duda la rebaja de tipos apuntada por Trichet.

http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20081028/opinion/rebaja-obligada-20081028.html

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