NUEVOS AIRES QUE NO GUSTAN A TODOS
El fin de la "era San Gil" dulcifica las relaciones del PP vasco
Ana I. Martín
Lo que antes era impensable ahora es una realidad: los populares se sientan a hablar incluso con el PNV. Las orejas del "lobo" de las elecciones asoman y el PP vasco no lo tiene nada fácil.
3 de octubre de 2008
El 12 de julio, el día en el que se escenificó el fin de la era San Gil y su relevo a cargo Antonio Basagoiti, comenzaron los nuevos tiempos del PP del País Vasco. Unos tiempos que han supuesto el final del aislamiento y el principio del aperturismo -moderado- al diálogo con el Partido Socialista de Euskadi (PSE) y, lo que es más significativo, con el PNV.
El nuevo presidente de los populares vascos, sabedor de la proximidad de las elecciones autonómicas y de que la única oportunidad de que no haya un gobierno nacionalista es una alianza con los socialistas, se entrevistó el pasado 17 de septiembre con su líder, Patxi López. La excusa, la defensa del proyecto de la Y vasca frente a los ataques radicales, era lo de menos. El gesto era simbólico.
Pero más lo fue que, tras ese encuentro, Basagoiti pidiera reunirse con el presidente del PNV, Íñigo Urkullu, y con el mismísimo lendakari, Juan José Ibarretxe, con quien María San Gil había roto toda relación. La cita con Urkullu llegó a tener fecha, pero se cruzó por medio el asesinato en Santoña del brigada Luis Conde, la última víctima de ETA. El dirigente popular decidió entonces suspenderla, pero fuentes cercanas a éste aseguran que, aunque no hay nueva fecha, el encuentro se producirá "en breve". "Antonio está muy interesado", remachan. De nuevo la Y vasca estará sobre la mesa, pero le dedicarán más tiempo a la "política general".
Hay que remontarse al año 2004 para rescatar la última reunión entre los máximos dirigentes del PP vasco y el PNV. San Gil, recién elegida por aquel entonces, se sentó a hablar con Josu Jon Imaz (anterior presidente peneuvista), con quien mantenía una buena relación personal. Pero eso no fue suficiente. Y lo mismo había sucedido en tiempos de Jaime Mayor Oreja.
A los incondicionales de San Gil no termina de convencerles que su nuevo presidente haga un gesto de acercamiento hacia el PNV, un gesto "impensable" en tiempos de la donostiarra, reconocen. Máxime ahora que ya es oficial que Juan José Ibarretxe repetirá como candidato a lendakari. El PP tenía la esperanza de que no fuera así, "pero al final en el PNV siempre ganan los más duros", lamentan desde la actual Dirección del PP vasco. "Con ellos hemos perdido toda la esperanza", dicen.
No así con el PSE, los únicos que pueden hacer realidad la aspiración del PP de, juntos, evitar que Ibarretxe vuelva al Palacio de Ajuria Enea. Los pronósticos electorales de los populares no son demasiado optimistas. En Génova reconocen que no esperan un buen resultado y las cábalas llegadas desde el País Vasco hablan de una pérdida de al menos dos escaños, sino más (ahora tienen 15). Y aún está por ver el rédito electoral que le puede dar al PNV la ilegalización de ANV y PCTV.
Con todo, Mariano Rajoy está decidido a poner de su parte cuanto pueda. De momento, y no por casualidad, Vitoria ha sido el lugar elegido por la Dirección nacional para celebrar la XIII Unión Intermunicipal Popular, que se celebra este jueves y viernes y que él mismo clausurá en compañía de Antonio Basagoiti para darle cancha mediática.
http://www.elsemanaldigital.com/articulos.asp?idarticulo=87998
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