viernes 3 de octubre de 2008
GARGANTA PROFUNDA
Segundo round: Guerra obligado a rendirle pleitesía a Caldera
Elsemanaldigital.com
Estaba cantado que el ex ministro pretendería apuntalar su poder en el PSOE, que buscaría regalías como para justificar su sacrificio. El resultado es que el sevillano lo tiene crudo.
En el mus, como en cualquier juego de azar, unas veces se gana y otras se pierde. Y a Alfonso Guerra le ha tocado palmar, después de tanto tiempo de ganar partida tras partida. El órdago planteado por el tahúr de los Gobiernos de Felipe González pretendía, en su condición de presidente de la Fundación Pablo Iglesias, escapar de la fagocitación de un Jesús Caldera que ahora trabaja para el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, desde una etérea macrofundación.
El laboratorio de ideas debía incluir a todas las fundaciones del PSOE. En concreto, el partido cuenta hasta ahora con cinco fundaciones en su organización: la Pablo Iglesias, la Jaime Vera dedicada a la formación de cuadros, la Ramón Rubial/Españoles en el Mundo que se ocupa de la emigración, la Fundación Sistema sobre ciencias sociales y la de Solidaridad Internacional centrada en la cooperación. También existe, aunque apenas está activa, la Fundación Progreso Global, creada para Felipe González. Y además, destacados dirigentes socialistas forman parte de la Fundación Alternativas, cuyo patronato engloba a personas de otros ámbitos de la izquierda.
Todas ellas debían ser merendadas por Caldera. Pero de momento no ha sido así. La batalla ofrecida entre bastidores por un tiburón como Guerra, al frente de la institución más influyente de la órbita de la izquierda, detuvo el proceso de fusión. Sin embargo, qué gran verdad es eso de que, en política, un mes es casi un siglo y dos no digamos. Piruetas del destino, el otrora ministro de Trabajo ha sido capaz de recolocarse dentro de la pirámide socialista, mordiéndole los talones al en su día llamado a construir una alternativa ideológica a González y que, a la postre, se conformó con reclamar una cuota.
Así, y según ha constatado Garganta Profunda, un suspiro de alivio se ha extendido en el entorno de Jesús Caldera después de que éste lograse días atrás arrancar a la Ejecutiva del PSOE que todas las subvenciones del Estado a las fundaciones y donaciones aportadas al partido con ese destino serán controladas por él y, por lo tanto, repartidas por él. De modo que Alfonso Guerra, con todos sus resortes amortizados, deberá pasar por la caja de Caldera. Es decir, comulgar con los intereses del que tiene hoy el mango de la sartén, y hoy por hoy ése es el salmantino.
A partir de ahora, Guerra, tan dado a mirar por encima del hombro a quienes tienen ahora el PSOE en sus manos, deberá trabajarse a fondo la relación con Caldera. Y es que entre ambos, por decirlo suavemente, no existe excesiva sintonía. El Partido Socialista se sigue ateniendo uniformemente a la regla fundacional enunciada por el propio Alfonso Guerra: "El que se mueve no sale en la foto".
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jueves, octubre 02, 2008
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