miércoles, agosto 29, 2007

Juan Bas, Publicidad inteligente

Publicidad inteligente
29.08.2007 -
JUAN BAS j.bas@diario-elcorreo.com

Me ha sorprendido muy favorablemente una elaborada, inteligente y en muchos aspectos novedosa campaña de publicidad que se ha publicado en suplementos literarios de prensa. Se trata de la referente a un videojuego para Nintendo DS que se titula 'Hotel Dusk: Room 215'. Es un juego de misterio y suspense encuadrable por estética, ambiente y argumento en el género negro, protagonizado por un policía que atiende al sugerente nombre de Kyle Hyde y esa habitación de hotel, la 215, donde quizá se cumplen los deseos secretos de los huéspedes. Lo que me ha parecido más atractivo de la publicidad que se ha hecho de este juego es su apuesta literaria. En consecuente armonía con el género del mismo, se ha encargado de llevarla a cabo el escritor Fernando Marías -novelista avezado en el género- a través de un relato escrito en primera persona dividido en tres capítulos. La habilidad de la idea es que el escritor, convertido en jugador, protagonista y quizá víctima de los avatares del juego, narra su desconocimiento inicial de este mundo de ficción interactiva y su fascinada y a la vez inquietante inmersión en él. El cuento se convierte en el juego o viceversa. Y de la mano del asombrado narrador nos internamos en los tenebrosos misterios de ese Hotel Dusk -'dusk' significa anochecer, oscuridad- al ritmo del pulso, las sorpresas, sugerencias y elaboradas trampas de un buen cuento de misterio.Y para mejor perfilar esta narración publicitaria Fernando Marías se sirve también de multitud de referencias a películas y novelas de cine negro. Como no podía ser de otro modo; ya que un vídeojuego, cuando es bueno, como es el caso, logra convertirse en un híbrido con personalidad propia a partir del cine y la literatura. Amalgama y metamorfosea ambas artes hasta sintetizarlas en una obra con entidad y características propias que añade a ambas la intervención y subjetivización total en la misma.Jugué hace algún tiempo a 'El padrino' y pasé estupendas horas convertido en un nuevo personaje de la conocida trama que recibe órdenes y consejos de los Corleone y realiza -sucias- misiones para la familia con el fin de ir ascendiendo puestos en la mafia. He escrito en algún otro artículo que en los últimos años he encontrado en algunos memorables videojuegos mejor literatura y cine que en muchos libros encumbrados y películas famosas. Cuando un videojuego traspasa los lindes del infantilismo, la mecanicidad y la repetición, adquiere una categoría de complejidad narrativa que, articulada por medio de los numerosos y versátiles recursos de que dispone esta nueva expresión artística, consigue en el espectador-lector convertido en protagonista-jugador algo muy difícil y siempre vibrante: apasionar.

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