miércoles, agosto 29, 2007

German Yanke, La noria de Rajoy

miercoles 29 de agosto de 2007
La noria de Rajoy Germán Yanke

Ya lo ven: no hay problemas internos en el PP, mucho menos de sucesión del líder, tienen un “banquillo” impresionante (esta es una de las frases más desafortunadas de la retórica popular) y no hacen otra cosa que hablar de los problemas concretos de los españoles. Digo ya lo ven porque ya ven que insisten una y otra vez en ello, es decir, que lejos de hablar de los problemas concretos de los españoles están todo el día hablando de ellos mismos. Y no es que les pregunten: les preguntan porque todos ellos, en privado desde luego, en público bastantes veces, hablan de ello. Hablan y organizan camarillas, hacen planes, mencionan de esta o de otra manera a Rajoy, tratan de arrumbar a unos (como tienen tanto banquillo…) y se postulan de distinta manera. Hasta el divertimento porque, por ejemplo, preguntado Eduardo Zaplana por la sucesión se apalanca en el plural utilizado por Fraga —“las sucesiones”— no vaya a ser que el liderazgo de Rajoy, que no sabe bien concretar en años, sea más largo que el suyo, si es que tiene alguno. Lo divertido, visto desde fuera —y aprovechado por el PSOE— es que se plantean cuestiones sucesorias donde no hay modo (Rajoy) y no se plantean donde son fundamentales (Zaplana solo o en compañía de otros).
Si Rajoy quiere, como parece que quiere, presentar su alternativa en los próximos meses con una cierta tranquilidad, debe organizar “la tropa” (ya que se refirió a algunos de sus colaboradores con esta expresión) de modo inmediato. Porque les divierte el asunto y ya preparan nuevas andanadas, nuevos pinchazos y nuevas batallitas. Lo debe saber él mejor que los analistas. El espectáculo, hasta el momento, no es que sea pasmoso, es que resulta anestesiante para el propio partido.
Por otro lado, parece que el modo de salir de este atasco, cada vez que se produce, es señalar que el PP va a ocuparse de los ya mentados problemas de los españoles con el objetivo, como se va viendo, de subrayar la inutilidad del Gobierno. Pero me temo que es parte de la somnolencia popular porque esa fase debería a estas alturas estar superada por elevación. Ocuparse de los problemas concretos tiene que consistir ya en la oferta de soluciones igualmente concretas y de la pedagogía necesaria para que sean entendidas y atractivas, para que se visualicen en el contexto de una alternativa verosímil. Claro que, para ello, necesita rostros que le acompañen. Y esa es la noria de Rajoy.

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