Cesar Alonso, La FSM y la migraña de los Alba

jueves 2 de agosto de 2007
La FSM y la migraña de los Alba
POR CÉSAR ALONSO DE LOS RÍOS
El pacto al que han llegado los socialistas madrileños en su reciente congreso ha sido presentado ante la opinión pública como una etapa nueva de la FSM. Se espera que, con el final de las eternas guerras que la han caracterizado siempre, se haya dado un paso histórico.
Pero realmente, ¿qué se quiere decir cuando se habla de una continuidad de comportamientos en la FSM al relacionar hechos y personas de la Segunda República con otros de los años ochenta? Porque hacer tal, esto es, hablar de unas constantes en un caso y otro es una terrible impostura: no se puede hablar de continuidad de unos debates ideológicos o de unas tensiones estratégicas cuando el partido llegó a sufrir un corte generacional total en su militancia y una ruptura de las direcciones... ¿Cómo se puede echar tanta imaginación y hablar de los problemas «históricos» de la FSM cuando hubo cuarenta años de inactividad política, de silencio y, en definitiva, de inexistencia? ¿Cómo establecer comparaciones entre Fernando de los Ríos y Felipe González, entre Largo Caballero y Guerra o entre Besteiro y Leguina? Sólo existe una razón para que algunos hayan alimentado este absurdo paralelismo entre la FSM de los treinta y la de los ochenta. Hablar de las eternas constantes conflictivas de la FSM es un modo de olvidar que el PSOE estuvo de vacaciones durante cuarenta años y de que no participó en la oposición democrática hasta los setenta.
El drama de la escisión constante del partido socialista entre revolucionarios y reformistas fue tan cierto en los treinta como es intolerable aplicarlo durante tres décadas en las que la vida del PSOE fue de pura supervivencia en Toulouse y algunos gestos testimoniales en el «interior». Por supuesto: no está de más que los socialistas recuerden sus disparates en relación con la Revolución de Asturias y la Guerra Civil. Por lo mismo, sería bueno que dejaran de llamar «resistencia a la dictadura» a lo que fue inacción escandalosa. Lo más parecido a la génesis de los históricos conflictos del PSOE ha sido la migraña que, según Jesús Aguirre, había heredado de los Alba