viernes 2 de marzo de 2007
¿Y el ‘traspaso’ de la Generalitat?
Wifredo Espina
C UALQUIER día de estos Zapatero puede abrir despacho permanente en el Palau de la Generalitat Para él y para sus ministros y altos funcionarios. No seria para extrañarse demasiado. Por más que pueda parecer un chiste de Cesc, de Perich, de Farreres o de la Pilarín, por citar algunos humoristas catalanes. Tal como van las cosas, no da la impresión de que se vaya muy hacia adelante, sino incluso hacia atrás en eso del autogobierno, la autonomía, la nacionalidad y la nación catalana. Las idas y venidas del presidente Montilla a negociar en los despachos oficiales de Madrid, y el desfile de vicepresidentes, ministros, secretarios y directores generales por el Palau de la plaza de Sant Jaume, además de las visitas a Cataluña del propio Zapatero, hacen pensar más en un intercambio de ejecutivos entre grandes empresas por asuntos de negocio, que de relaciones entre gobiernos, como ocurría dignamente en tiempos de Jordi Pujol. Y el nuevo y complicado Estatut, que ha tejido un intríngulis de comisiones mixtas, bilaterales, multilaterales y sectoriales, etc. entre Govern catalán y Estado, por pensarlo, proponerlo, negociarlo y medio-ejecutarlo casi todo, no parece que vaya a facilitar las cosas en este sentido. Quizás sí que habrá más tranquilidad y menos griterío con el método de José Montilla, y seguramente también algunos dineros más mientras Zapatero necesite los votos catalanes para aguantarse, pero de lo que se llamaba ‘identidad’ y ‘dignidad nacional’, quizás no demasiado, sobre todo después de la súbita y espectacular “conversión” de Carod al montillismo del PSOE, por una vicepresidencia virtual de Cataluña. ¡Qué astuto es el Muy Honorable don José!. Un día se aplazan los traspasos de esto, mañana de lo otro y el dia siguiente de casi todo lo demás. Y respecto del tema fundamental de la financiación (Solbes dixit) queda para el año 2008 o el 2009, y entonces Dios dirá. El Estatut –que parecía “romper España”- , a la hora de la verdad, quizás se quede, como se preveía, en un Estatutet o Estatutito, como ya avisamos. Y ello, pese a tantas promesas a unos, temores de otros, e ilusiones de casi nadie, como se vio en el referéndum. Y el asalto de Zapatero a Cataluña, del que aquí mismo avisamos, se puede ir haciendo realidad. No paran las reivindicaciones catalanas de los traspasos de las competencias prometidas por el Gran Prometedor del Reino. Lo prometido es deuda, o lo era antes. Pero mientras nuestro President catalán continúe formando parte, y por tanto estando atado a la Ejecutiva del PSOE, el partido de Zapatero, no se podrá desvanecer la impresión de que en lugar de ser el presidente de todos los catalanes- -como nos prometió-, lo es más bien de una parte, cuando no el comisario ejecutor de las intenciones de Zapatero. Por otro lado, a través de crear comisiones y más comisiones, no sólo se aplazan las cosas, sino que se están condicionando las decisiones catalanas, y así, de alguna manera, se está invadiendo el mismo Palau de la plaza de Sant Jaume, que ya parece una sucursal de Zapatero. Por todo ello, muchos piensan que quizá ha llegado la hora de que, en lugar de pedir este o el otro traspaso de competencias concretas, haya que pedir el traspaso de la misma Generalitat, Porque parece como si con Montilla y su nuevo Tripartit la hubiéramos cedido o puesto a disposición del Gobierno de Zapatero, que empezó a entrar por el balcón principal invitado por el genial Maragall.
jueves, marzo 01, 2007
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