Punto de no retorno
1 de Marzo de 2007 - 06:55:51 - Luis del Pino
De Juana Chaos, asesino de 25 españoles, va a quedar en libertad en las próximas horas. Lo que no consiguió con esos 25 asesinatos, que era doblar la mano al Gobierno español, lo va a conseguir ahora, gracias a que en La Moncloa se aloja alguien dispuesto a dejar que le doblen la mano.
Y si en La Moncloa hay alguien dispuesto a ceder a las pretensiones de los terroristas es porque hace tres años alguien hizo volar cuatro trenes y consiguió el vuelco electoral que las encuestas no auguraban. De Juana sale hoy libre gracias a que un atentado masivo cambió el rumbo de la Historia de España.
¿Es meramente casual esa relación de circunstancias o se trata de una relación de causa-efecto? No lo sabemos aún. Pero lo que sí sabemos es que nos mintieron a la hora de adjudicar la autoría de esos atentados. Al igual que sabemos también que el Gobierno ha hecho lo posible y lo imposible por entorpecer las averiguaciones tendentes a determinar quiénes fueron los verdaderos autores. Lo mismo que somos conscientes de que personas acusadas de falsificar informes del 11-M para eliminar referencias a ETA no sólo no son apartadas de sus cargos, sino que incluso son promocionadas.
A la luz de los acontecimientos, en las próximas horas se decidirá qué acciones se toman como respuesta a la nueva cesión a la banda terrorista. Por el momento, quedémonos con dos cosas: la necesidad de cerrar filas, más que nunca, detrás de los movimientos cívicos, que ya están en marcha para decidir la mejor forma responder a la nueva provocación del Gobierno de Zapatero; y, en segundo lugar, la necesidad de mantener, más que nunca, la más absoluta de las calmas ante lo que no es sino otro pago (y no va a ser el último) de Zapatero a ETA.
Vivimos desde el 11-M en una situación de golpe de estado permanente. La puesta en libertad de este asesino no constituye ningún punto de no retorno. El punto de no retorno fue el propio 11-M, que puso en marcha la dinámica que ha conducido, de manera inexorable, a que ese asesino pueda salir a la calle en breve plazo. Y la lucha contra la alianza que ha hecho posible esta situación va a ser larga, difícil y llena de sinsabores. Pero es Zapatero, no nosotros, quien tiene motivos para perder la calma. Porque sabe que, haga lo que haga, algunos van a tener que responder ante la Justicia por sus actos. Puede que De Juana haya saldado ya, con la Ley en la mano, sus 25 asesinatos. Pero aquellos que mataron a 192 españoles aún no han tenido que enfrentarse a su castigo. Y les aseguro que tendrán que hacerlo. Y Zapatero también lo sabe.
jueves, marzo 01, 2007
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