Xavier Navaza, La prodigiosa chistera de la SEPI

jueves 1 de febrero de 2007
POR XAVIER NAVAZA
corresponsal en galicia
La prodigiosa chistera de la SEPI
Cada día que pasa un poco más arrinconado: el inefable presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Enrique Martínez Robles, se ha sacado otro conejo de la chistera para salir al paso de la marejada que ha creado en el laberinto industrial de la nación. Ahora resulta, vaya, que maese Robles ya no sabe qué inventar para impedir que en Ferrolterra se instalen astilleros privados de alta tecnología y una capacidad competitiva envidiable, como Barreras.
Así que insiste en que no puede ser porque "es irrealizable": sencillamente porque quien aspirase a instalarse allí tendría que devolver buena parte de los mil doscientos millones de euros recibidos por los astilleros públicos. O sea, un saco sin fondo que llevaría a Barreras a la ruina nada más pisar suelo ferrolano.
Y además, insiste Robles, alguien se ha adelantado a los emergentes empresarios vigueses del naval: "Una empresa energética", asegura MR: ¿tal vez la firma Emercon, dedicada a la fabricación de turbinas y componentes tecnológicos para la producción de energía eólica? Este periódico, de la mano de la periodista Patricia Hermida, ha publicado varias informaciones sobre las expectativas que desde hace más de dos años -ya en la época de Manuel Fraga al frente del Gabinete- suscita Emercon en Ferrolterra, precisamente en un ámbito donde Galicia se defiende muy bien a escala global y en el contexto de las energías alternativas. Como nadie entendería que maese Robles dijese que ambos proyectos (Barreras y Emercon) son incompatibles, porque en modo alguno lo son y porque ambas firmas podrían repartirse los inmensos espacios ociosos que Navantia mantiene en régimen de inanición... el jefe de la SEPI se refugia en la existencia de acuerdos secretos que -en virtud del artículo 296 del Tratado de la Unión- no se pueden hacer públicos porque se refieren a cuestiones de la Defensa militar de Europa.
Vaya, una de espías. Como si las contratas de los astilleros, que trabajan para cualquier país, no se hiciesen públicas urbi et orbi cada vez que un país le compra una fragata a otro.
Pero como todo eso no le parece que refuerce suficientemente sus argumentos, MR dice que una vuelta atrás en los acuerdos suscritos con la UE el día 1 de junio de 2005 "dañarían las credibilidad de España" ante sus socios comunitarios. Bueno, y qué: ande yo caliente y ríase la gente, decía el clásico.
Ante tal cúmulo de intrigas y despropósitos, los pobrecitos observadores de la nación se han puesto a buscar fuentes informativas de fiar en Bruselas y Estrasburgo, pero ni con ésas. El líder del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, le recomienda a Emilio Pérez Touriño y a su conselleiro de Industria, Fernando Blanco, que se dejen de circunloquios que llevan al mareo existencial y contacten directamente con la holandesa Neelie Kroes, comisaria de Competencia de la CE. Según don Alberto, de MR "ya sabemos lo que quiere": "favorecer a los astilleros de Puerto Real, en Cádiz", dice, mientras Ferrolterra permanece exangüe, atenazada por esa especie de condena bíblica que nadie comprende aquí.
EL VODEVIL DE LOS ABSURDOS
Nunca más los lunes al sol
La comisaria de Competencia de la CE, Neelie Kroes, ya tuvo ocasión de conocer cómo se las gastan los burócratas del Gobierno central con motivo de la enrevesada OPA de Gas Natural -auspiciada por la Caixa catalana- hacia Endesa y la entrada de la alemana E.ON. Ahora le sirven en bandeja un nuevo capítulo de este vodevil de los absurdos, que narra las peripecias de Enrique Martínez Robles para ponerle puertas al campo. Y cerradas con doble candado, por supuesto, no vaya a entrar aire fresco del exterior. De entrada, la señora Kroes ha dicho que nadie -ni siquiera maese Robles- puede imponerle un veto a Barreras y condenar a Ferrol al ostracismo .