miercoles 28 de febrero de 2007
De Juana Chaos
Reduciendo la calidad de nuestra democracia
Ignacio Villa
Este Gobierno ha deteriorado de tal forma la calidad de nuestra democracia y ha abierto tantos boquetes en las normas de convivencia que, en estos momentos, el gran debate nacional versa sobre si un etarra debe cumplir o no el castigo que se merece.
La probable excarcelación del etarra De Juana Chaos se ha convertido en una piedra en el zapato de Rodríguez Zapatero. Con el paso de las semanas, lejos de tranquilizarse la polémica, se aviva. Y donde el Gobierno hablaba de forma ambigua, con un lenguaje repleto de cobardía y falsedad, ahora ya no oculta sus verdaderas intenciones.
El pasado domingo, a Zapatero le faltó tiempo para apoyar públicamente unas declaraciones de Otegi en las que aseguraba que el Estado español no debería pagar ningún precio político, para inmediatamente detallar qué precios políticos son irrenunciables para la banda. Este martes ha sido el portavoz López Garrido el que se ha lanzado a defender la reacción del presidente del Gobierno. Si viene de ETA, se conforman con cualquier cosa. No les importa lo más mínimo que Otegi no haya condenado la violencia como tampoco ha hecho el PCTV con el atentado de Barajas, ni que el etarra De Juana Chaos les esté planteando un chantaje constante con su huelga. Todo les vale para alcanzar sus objetivos. No tienen ni escrúpulos ni pudor. Tienen marcados sus pasos y no ceden en nada.
De nada ha servido al Ejecutivo y al PSOE su permanente ofensiva contra las víctimas del terrorismo. La cita en la plaza de Colón fue un éxito, aunque desde Moncloa y desde Ferraz se desgañitaran descalificando a todos aquellos que pedían simplemente el cumplimiento integro de la pena del etarra De Juana Chaos. Este Gobierno ha deteriorado de tal forma la calidad de nuestra democracia y ha abierto tantos boquetes en las normas de convivencia que, en estos momentos, el gran debate nacional versa sobre si un etarra debe cumplir o no el castigo que se merece.
No estamos ante una polémica provocada por la oposición, ni por las víctimas, ni por los millones de españoles críticos con los desmanes de Zapatero, sino por el Gobierno. La polémica sobre De Juana Chaos se alarga en el tiempo porque los socialistas así lo quieren y porque están esperando al momento político más oportuno para regalarle la libertad a este asesino en serie.
Es precisamente el desprecio con que Zapatero y los suyos han tratado y tratan a las víctimas del terrorismo la indicación más clara de lo que se cuece. Y es que esta polémica podría desaparecer con un anuncio del Gobierno de que De Juana Chaos va a cumplir íntegramente su pena. Si continúan mareando la perdiz y evitando pronunciarse, se confirmaría que Zapatero continúa embarcado en su proceso de rendición y que Barajas nunca fue otra cosa que un "trágico accidente" en su camino.
martes, febrero 27, 2007
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