ZpM aprieta y ahoga

Zapatero aprieta y ahoga
Santi Lucas

28 de febrero de 2007. Todavía no nos han dicho lo que tenemos que pensar, pero lo intentarán en cualquier momento. Rodríguez Zapatero se encuentra muy a gusto anunciando oficinas de denuncias automáticas, elaborando leyes que prohíben el consumo del vino, dictando restricciones al tabaco, limitando a los conductores, uniformando la educación, estabulando las creencias religiosas, acorralando a la oposición, promoviendo pisos como cajas de cerillas, incomunicando a la discrepancia, manipulando los medios públicos de comunicación, prohibiendo tocar el pito o encasillando al personal por rígidas afinidades políticas. En los últimos tiempos, los españoles hemos ganado mucho en frenos y marcha atrás, y nada en impulsar la libertad.La idea fija es dirigir, someter, homogeneizar el patio. Y lo chocante es que la gente que sufre este acoso oficial sólo se rebela en corrillos. El ambiente social está cargado, saturado, hastiado, fastidiado y aburrido de tanta intromisión y estupidez. Los ciudadanos lo comentan y se irritan a diario con cada iniciativa. Si vas con Alcaraz les parece mal, si quieres estudiar religión católica, les parece mal. Si quieres escuchar el himno nacional, les parece mal. Si quieres opinar distinto, les parece peor. Sólo piensan en intervenir en todo, en cortar las alas, en amordazar la crítica, en de qué se trata que lo regulo cuanto antes y sin contemplaciones.Vivimos una etapa ceñida y menguante, en la que escasea el aire fresco y se quiere disciplinar el menor movimiento adverso. Estamos vigilados, agobiados, rodeados, cabreados, constreñidos, hartos. El paladín de esta traza nos da ración doble de registro, de censura e inspección. La tendencia a controlar nuestras vidas, entrometerse, mangonear y sofocar la autonomía personal por parte de este Gobierno es verdaderamente opresiva y asfixiante, impertinente y enojosa. Ya sé que esa tentación distingue al socialismo, pero también que el más noble destino de las tentaciones es el de ser vencidas. Zapatero aprieta y ahoga, y hay que descalzarse cuanto antes.