martes 27 de febrero de 2007
POR XAVIER NAVAZA
corresponsal en galicia
La secreta conjura de los astilleros
El Congreso de los Diputados debate hoy una moción impulsada por Paco Rodríguez (BNG) que aspira a conocer "las limitaciones y prohibiciones" que pesan sobre los astilleros de Navantia, en Perlío. Además, Rodríguez sueña con arrancarle al Gobierno -es decir, al superministro de Economía Pedro Solbes- una promesa de renegociación de los acuerdos, secretos, que España estableció a finales de 2004 con la Unión Europea en el ámbito de la construcción naval.
El coronel de la U llega a la tribuna de la Cámara Baja con el respaldo de la ciudad de Vigo: ayer, en pleno, la Corporación que preside Corina Porro (PPdeG) aprobó por unanimidad una iniciativa del nacionalista Xabier Toba que busca la complicidad de la Ciudad del Olivo para que Barreras, una de las mejores factorías de buques entre cuantas operan en Europa, pueda instalarse en Ferrolterra y aproveche -utilizando los espacios que Navantia mantiene ociosos allí- el actual tirón que la construcción naval experimenta en todo el planeta.
Lamentablemente, la propuesta no cuenta con un apoyo similar en Ferrol, donde las centrales sindicales y las organizaciones políticas y ciudadanas están divididas. Y eso es, precisamente, lo que le da alas tanto a Solbes como a Enrique Martínez Robles, presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
La imponente cerrazón que Solbes y Robles mantienen en torno a esta cuestión no hace otra cosa que alimentar la existencia de una conjura contra los intereses navales de Galicia. Sí, claro, ya sabemos que las teorías de la conspiración nunca han tenido buena prensa y que la mayoría de las veces han acabado en la papelera. Pero tanto secretismo y dientes de tigre por parte de los responsables del Gobierno central, comienza a oler mal en Compostela.
Ayer se celebró en la capital gallega una asamblea de expertos en la industria naval y mucho de lo que allí se habló no hace otra cosa que fortalecer las sospechas de la conjura.
De entrada, el hecho de que la cita de Compostela se deba a la voluntad del Colegio Oficial de Ingenieros Navales y Oceánicos -en colaboración con el Seminario de Estudios Galegos y la consellería de Innovación e Industria- nos induce a tener plena confianza sobre la verosimilitud de todo cuanto allí se dijo.
Cosas como las que expuso el economista Ramón Yáñez Brage, que coinciden con una opinión extendida en ámbitos políticos y empresariales de nuestra tierra. Según Yáñez, el acuerdo establecido en diciembre de 2004 con la Unión "fue una jugada maestra de la SEPI" -es decir, de Solbes y de Robles en mancomún-. Ambos lograron condonar la hipermulta de 1.500 millones de euros que Bruselas había impuesto a Navantia, por recibir ayudas ilegales del Gabinete que presidía José María Aznar y de las que Izar-Fene no recibió ni un duro porque estuvo parado entre los años 1999 y 2004. Injustamente, pues, la factoría de Perlío quedó sentenciada a renunciar a la construcción de buques civiles y le dejó el terreno libre a Puerto Real (Cádiz).
TIRÓN MUNDIAL
El último tren de Perlío
Los acuerdos secretos de diciembre de 2004 lograron despejarle el horizonte a los astilleros de Puerto Real. A cambio, su principal adversario y sin embargo socio de Perlío-Fene era literalmente expulsado de un mercado al alza que en estos momentos está viviendo un formidable despegue a escala planetaria. Y no se habla de una situación a corto plazo ni de un espejismo transitorio, sino de un tirón que podría prolongarse durante lo que queda de esta década y toda la década que viene. Si Perlío no se sube al tren, desaparecerá .
martes, febrero 27, 2007
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