Xavier Navaza, La gran coalicion cambia de chip

miercoles 28 de febrero de 2007
POR XAVIER NAVAZA
corresponsal en galicia
La gran coalición cambia de chip
Cuando los lanzarotes de la gran coalición ponen a un lado el catecismo y dejan de ver sicarios del imperialismo tras cada movimiento empresarial o en cada quiebro de los tiburones que se mueven en los corredores de la Unión Europea, las cosas le funcionan bien al Benegá: conectan con los intereses y las preocupaciones de la mayoría que habita en este bendito aunque a menudo castigado país.
Eso es lo que sucede con la surrealista peripecia que vive el naval. Por una vez en la vida cuenta con iniciativas para despegar a escala mundial -la oferta de Barreras para instalarse en Perlío y construir buques civiles con destino al mercado planetario- y, sin embargo, tiene a sus principales enemigos en casa: el vicepresidente Pedro Solbes y, tras él, el presidente de la SEPI, Enrique Martínez Robles.
En esta historia, los nacionalistas han sabido salir a escena sin sus habituales sectarismos. Y han logrado, por tanto, conectar hasta con sus adversarios naturales: populares y socialistas, aunque estos últimos sientan sobre sus nucas el aliento del centralismo que anida en las esferas de decisión económica del Gobierno que preside José Luis Ro- dríguez Zapatero.
El hecho de que recientemente la Cámara autonómica de Galicia aprobase por unanimidad una moción del Benegá, es un motivo que ilustra a la perfección el cambio de chip que se está operando en el universo abertzale en nuestro país. Ayer mismo, a mediodía, el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, expresaba su confianza en que todos los grupos del Congreso reeditasen en Madrid el consenso global alcanzado en Compostela para la defensa del sector naval en Galicia y, en concreto, para que la UE levante el incomprensible veto impuesto a Ferrolterra, que incapacita a los operarios más preparados de Europa para la construcción de buques civiles. Era un buen deseo, pero sólo eso a la vista de las sesudas y antañonas posiciones de Izquierda Unida -su líder, Gaspar Llamazares, sigue en la defensa de los antiguos y colapsados dinosaurios estatales- y de la oposición numantina de quienes realmente toman las decisiones económicas del Gabinete ZP. En cualquier caso, es muy revelador que incluso Núñez Feijóo -cuyas querencias nacionalistas no constan en acta- apoye una iniciativa tras la que se encuentra el impulso de Francisco Rodríguez, secretario general de la UPG (la minoría dominante del BNG) y posiblemente la cabeza mejor amueblada de la gran coalición.
Y eso, en sí mismo, es una buena noticia para Galicia, donde siempre ha triunfado por goleada el minifundismo político, económico y cultural. Ahora queda por ver si los socialistas galaicos saben mantener el grado de autonomía que sus colegas catalanes ejercen con frecuencia y, como pide don Alberto, "vamos todos juntos a Bruselas" para defender con uñas y dientes la posibilidad de que Barreras se instale en Perlío. No será fácil, pero esta vez nuestros representantes políticos tienen la ocasión de negar el viejo adagio que nos situaba enzarzados en una lucha eterna contra nosotros mismos: "Unos contra otros y los dioses contra todos".
FONDOS DE LA UE
Esta vez, con el balance de las riadas
Aprovechando la racha, Emilio Pérez Touriño debería tomar nota del recado que Daniel Varela, eurodiputado del PP, le ha enviado desde Bruselas. Sostiene Varela que la Xunta debe presentar una nueva solicitud de ayudas con cargo al Fondo de Solidaridad, "una vez que los tribunales han aclarado que no hubo tramas organizadas para provocar los incendios". Touriño debería sumar, esta vez, los cuantiosos efectos de las riadas. Es una oferta que don Emilio no debe rechazar .