Obama en Hawai
24.10.2008
MANUEL ALCÁNTARA
E n las elecciones, como en el amor, vale todo. McCain ha criticado el método de su rival para lograr donativos, ya que el mes pasado consiguió 150 millones de dólares, y Obama está desmontando sutilmente la leyenda heroica del candidato republicano. Ya que en los regímenes democráticos están prohibidos los golpes de Estado, ambos se conforman con darse golpes bajos.
Los pupilos de ambos púgiles no se paran ni en barras ni en estrellas. Quieren ganar como sea. Uno recuerda que su contrario es viejo, como si pudiera ocultar su edad, y el otro insinúa que su oponente es negro, como si eso no saltara a la vista.
Mejor estratega parece que está resultando Obama, que se apunta los últimos asaltos. Ha suspendido la campaña para visitar a su abuelita enferma. Nadie puede negarle que tiene un buen corazón, pero tampoco que tiene un buen sentido de la oportunidad. Ha logrado conmover incluso a la gran parte del electorado que ignoraba que Obama tenía abuela. Al no saber que esta señora viviera, nadie puede reprocharles que también desconociesen que reside en Hawai.
La verdad es que ambos esforzados aspirantes, el del pelo blanco y el de la epidermis oscura, han agotado los procedimientos tradicionales. Ambos han pronunciado docenas y docenas de discursos, han visitado orfelinatos, han besado a ancianos en muy mal uso y hasta han cruzado de acera por las calles a invidentes, incluidos los que no tenían tal propósito y ofrecían resistencia.
La cosa estaba desnivelada, pero competida. Creo que con su gesto, que calificarán todos de entrañable, como suele hacerse en estos casos, Obama inclina la balanza a su favor. Nadie puede exigirle a McCain, a su edad, que disponga de una abuela, que esté enferma la pobre y además que viva en Hawai. Para todo hay que tener suerte.
http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20081024/opinion/obama-hawai-20081024.html
viernes, octubre 24, 2008
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