LUIS POUSA
CELTAS SIn FILTRO
Se sienten a negociar
La sanidad y la educación no salen bien paradas en los Presupuestos Generales del Estado para 2009, bien es cierto que en ambos casos Galicia tiene competencias plenas y, por lo tanto, habrá que esperar a conocer la distribución del gasto en los presupuestos de la comunidad autónoma para ver cuál es el trato que la Xunta, máxima responsable de la gestión, le dispensa a una y a otra.
El Ministero de Economía ha anunciado que no anticipará a las comunidades autónomas las cantidades comprometidas por el Gobierno central, en la cumbre de presidentes autonómicos de 2005, para paliar el déficit sanitario. No se trata de una cuestión menor, pues en el caso de Galicia son 241 millones de euros (algo de 40.000 millones de pesetas) que, de no recibirlos en tiempo y forma, crearán un serio problema de tesorería a las arcas de la Hacienda gallega, y podrían afectar al funcionamiento de los servicios sanitarios, una zona de alta conflictividad con colectivos muy propensos a la ignición súbita.
Es verdad que la crisis impone austeridad en las cuentas y usos de los recursos públicos, pero no es menos cierto que la salud es hoy por hoy la principal preocupación del ciudadano, tanto más en una sociedad que tiene una esperanza de vida de 80 años, y la tendencia es a seguir aumentándola.
Esa es la realidad de las cosas, y el presidente de la Xunta hace bien en asumir el problema y plantear la batalla en Madrid, en lugar de enzarzarse en una pelea de gallos con el jefe de la oposición, a veces tan estéril en los efectos prácticos como desagradable en las actitudes gestuales.
Poniéndose al frente de la reivindicación, Touriño muestra cintura política para librarse de ese marcaje, implacable y enmarcado en el campo de la etología, al que está siendo sometido constantemente por su principal rival y adversario político, Feijóo. Quizá el presidente debería prodigar algo más este tipo de actuaciones; en todo caso, ponerle ciertas dosis de humor al asunto y, por supuesto, cultivar esa fina ironía galaica que suele dar buenos resultados.
La otra cuestión es la educación, y donde mejor se mide el recorte no es en el Ministerio homónimo, muy vaciado de contenidos, sino en otro de muy reciente creación, el de Ciencia y Innovación, donde el recorte de los fondos destinados a investigación civil se reducen a casi la mitad respecto a 2008. Siendo que la investigación es hoy una de las facetas más importantes de la institución universitaria, además de la de preparar ciudadanos con unos títulos reconocidos.
Habrá que comprobar el trato que recibe la educación en los presupuestos autonómicos. Aunque, por lo que ha transcendido públicamente, las universidades gallegas no verán colmadas sus expectativas de alcanzar una financiación equivalente al 1% del PIB de la comunidad gallega, que le ayudaría a equilibrar las cuentas y a enfrentarse, con algo más que buena voluntad, a las reformas que obliga el plan Bolonia.
También aquí la crisis ha echado por tierra promesas de cuando la economía gallega crecía al 4 por ciento y se daba por hecho que esa tendencia seguiría al menos hasta 2010. Ya no será así, y el nuevo escenario obliga a un reajuste de la agenda, pero eso no excluye que universidades y Xunta se sienten a negociar y encuentren salidas más imaginativas que ponerse a reñir entre ellas.
http://www.elcorreogallego.es/index.php?idMenu=13&idEdicion=1025&idNoticiaOpinion=349185
jueves, octubre 02, 2008
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