Tirados y cabreados
EDURNE URIARTE
Miércoles, 22-10-08
Lo último que pensó la vicepresidenta cuando se puso populista y demagoga en la portada de «El País», («espero que sancionen con tres años de suspensión al juez Tirado») es que iba a provocar la rebelión de todos los jueces del país con minúsculas. De derechas, de izquierdas y de centro. Todos en la piel de potenciales Tirados, además de profundamente cabreados. Más o menos como los secretarios judiciales, similarmente indignados imaginándose como futuros Juanas Gálvez de las sanciones ejemplares del ministro Bermejo.
Cabreados con el Gobierno e imagino que con una buena parte de los medios de comunicación. Aunque de esto último no hablan porque tampoco es cuestión de hacer la huelga y, además, suicidarse el mismo día. Que es lo que les podría pasar si se crearan dos enemigos a la vez. Pero la degeneración populista y demagógica de este asunto procedió también de algunos medios que exigieron castigos y cabezas, sobre todo la de Tirado, sin atender a algunos datos esenciales.
Como la saturación de los juzgados y de ese juzgado en particular, lo que el Gobierno conocía perfectamente antes y después del asesinato de Mari Luz. Y que no sólo es el principal desencadenante del retraso fatal de este caso, sino el causante de que muchos ciudadanos se sientan igualmente tirados, pero con minúscula, e igualmente cabreados, cuando se ven obligados a acudir a la Justicia. Quienes aseguran que la auténtica diferencia entre pobres y ricos se produce ante la sanidad, lo hacen seguramente porque nunca necesitaron de los servicios de la Justicia. Y no experimentaron lo de quedarse completamente tirados como víctimas. Por la falta de medios de la Justicia para investigar y perseguir una buena parte de los delitos.
Y lo saben los jueces y lo saben los secretarios judiciales, y deberían haber protestado mucho antes. Por los ciudadanos, no sólo por ellos. Lo que no quiere decir que su corporativismo no sea completamente legítimo, que lo es. Que tiene bemoles que algunas huelgas sean corporativismo del bueno, de los sindicatos, por ejemplo, y otras, las que no le gustan al Gobierno, corporativismo del malo
http://www.abc.es/20081022/opinion-firmas/tirados-cabreados-20081022.html
miércoles, octubre 22, 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario