Alarde de buenismo
Martes, 21-10-08
DESPUÉS de haber conseguido el apoyo de los nacionalistas vascos y gallegos a los presupuestos generales del Estado para 2009, Rodríguez Zapatero ha impuesto a su partido una jugada puramente táctica consistente en facilitar la aprobación de los presupuestos en las instituciones que gobierne la oposición. Este golpe de efecto fue respaldado por el Consejo Territorial del PSOE y es, en realidad, un nuevo intento del presidente del Gobierno por aislar al PP y a Mariano Rajoy, forzando un contraste entre el apoyo socialista a todos los presupuestos y la decisión de los populares de solicitar la devolución de las cuentas presentadas por el Ministerio de Economía y Hacienda. La medida es populista, porque se basa en una utilización partidista de la preocupación social por la crisis y busca investir al Gobierno de una generosidad política que no es tal, porque allí donde gobierna el PP lo hace con mayoría absoluta o en coalición suficiente para asegurarse la aprobación del presupuesto, haga lo que haga el PSOE.
Obviamente, el PSOE es un claro perjudicado por esta decisión, pero no tanto porque renuncie a hacer oposición, sino porque queda alienado por el alarde buenista del Gobierno que le resulta, en la práctica, esquizofrénico. Es el caso, por ejemplo, de los socialistas madrileños, entregados a una descalificación de la política económica del Gobierno de Esperanza Aguirre, que ahora tendrán que respaldar, por activa o por pasiva, en el debate de los presupuestos autonómicos. La contradicción alcanza igualmente al propio presidente del Gobierno, quien hasta hace no muchos días, despachaba las propuestas económicas del PP como medidas insolidarias y «neoliberales». Ahora, sin embargo, si esas propuestas se reflejan en presupuestos de comunidades autónomas o ayuntamientos gobernados por el PP, resulta que contribuyen a superar la crisis económica. No menos preocupante es el concepto de democracia que subyace a esta decisión táctica del presidente del Gobierno. Como es obvio, el envoltorio la presenta como un acto de sentido de Estado y de responsabilidad institucional, pero constituye verdaderamente un sacrificio estéril de la confrontación democrática, en aras de una operación de marketing político. La oposición debe hacer honor a su nombre y controlar al Gobierno, sea de la Nación o de una comunidad autónoma o de un ayuntamiento. Y si hay una crisis de una envergadura tal que aconseja lo que Zapatero ha impuesto a la dirección socialista, lo responsable no es anular al PSOE como partido de la oposición, sino propiciar un acuerdo nacional con el PP y no con minorías nacionalistas.
Zapatero ha pasado de rehuir el término «crisis» a proclamar una especie de de estado de «excepción democrática» por una situación que ya apunta a recesión. Es precisamente ahora, con una quiebra histórica del mercado financiero y con una pérdida masiva de empleo, cuando se hace preciso un gran debate económico entre Gobierno y oposición, que o bien culmina con un acuerdo de Estado sobre los presupuestos generales, o bien con una aprobación de los mismos sin el respaldo de la oposición. De pronto, todo lo que hasta el momento eran seguridades y certidumbres se transforma en alarmas que aconsejan al PSOE inhibirse ante sus responsabilidades como oposición. El objetivo real, sin embargo, no es otro que poner a Mariano Rajoy en el disparadero de la opinión pública y deslegitimar su rechazo a los presupuestos generales para 2009. Quizá Zapatero esté animado por su convicción interna de que tiene descolocado al PP con sus iniciativas de las últimas semanas y por la ansiedad de los ciudadanos de encontrar un camino fiable para la recuperación económica. En la medida en que los populares no interioricen el complejo de culpa que el Gobierno quiere inocularles y respondan como exige una democracia parlamentaria -con control político, oposición constructiva y exigencia de responsabilidades-, la táctica socialista estará abocada al fracaso.
http://www.abc.es/20081021/opinion-confidencial/alarde-buenismo-20081021.html
lunes, octubre 20, 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario