viernes 31 de agosto de 2007
Santo Sepulcro amenaza ruina
José Luis Barceló (Enviado especial)
Esta es la entrada al santuario que custodia el lugar donde Jesús fue crucificado y sepultado
LUGAR DE AJUSTICIAMIENTO
La Iglesia del Santo Sepulcro está ubicada sobre lo que fue el monte del Calvario. Las excavaciones efectuadas han descubierto en el lugar donde se ubicaría en el Gólgota los restos de una roca pelada, hallándonos, según la tradición histórica del lugar y los datos de que dispone, de un resto arqueológico del lugar en el que fue crucificado Jesús. Las investigaciones arqueológicas han acreditado también que debajo del la Basílica del Santo Sepulcro hubo una cantera, como lo demuestran las marcas de extracción de piedra del algunas de las piedras del bloque de piedra pura donde se levanta la iglesia, una gran masa de roca sobre la que se clavaban los postes en los que eran ajusticiados los condenados bajo la Ley romana que imperaba en la colonia.
CENTRO DEL MUNDO
Según el testimonio de los cuatro evangelios, Jesús fue puesto, una vez muerto en la cruz, en un sepulcro nuevo nunca usado por nadie que era propiedad de José de Arimatea, un rico judío seguidor de Jesucristo. Este sepulcro estaba excavado en la roca y situado en un huerto cercano al lugar donde se llevó a cabo la crucifixión. Cuando el Papa Juan Pablo II visitó el Santo Sepulcro en Jerusalén afirmó que "Este es el lugar más sagrado del mundo. Este sepulcro vacío es el testigo silencioso del acontecimiento central de la historia humana".
TEMPLETE DE LA SEPULTURA
Aquí fue enterrado Jesús. El templete, que muestra enormes grietas, está custodiado por afanados monjes ortodoxos que velan por su integridad y la amenaza de constantes turistas. Hoy aparece apuntalado por enormes vigas para intentar mantenerlo en pie.
El libro del Papa, duro golpe al presidente de los obispos de su país
En 1927 un terremoto sacudió la ciudad de Jerusalén y puso en peligro la basílica del Santo Sepulcro. Los efectos obligaron a apuntalarlo y su estado se ha agravado en los últimos tiempos.31 de agosto de 2007. La situación en que quedó el Santo Sepulcro con el terremoto de 1927 se ha prolongado hasta el año 1954, fecha en la que se comenzó a tomar en serio la necesidad de restaurar la Basílica. Por fin, en 1960 se firmó el acuerdo para su restauración. En este acuerdo se preveía la formación de un comité técnico compuesto por tres arquitectos (un griego ortodoxo, un católico y un armenio ortodoxo) que se encargarían de la restauración. De esta manera se han venido llevando a cabo algunas obras de restauración que dieron lugar a interesantes trabajos de investigación arqueológica, aunque la inoperancia en los últimos años ha hecho que el peligro de derrumbe continúe.Elsemanaldigital.com ha estado en ese lugar confirmando lo que desde algunos sectores de la Iglesia se vienen demandando para que se reinicien urgentemente las obras de restauración, no solo para preservar adecuadamente el lugar sino para preservar la seguridad de los visitantes al santuario. La restauración debería incluir las capillas anexas, algunas prácticamente abandonadas desde principios de siglo, con importante mobiliario degradado o casi destruido. Algunas de estas capillas cuentan con un suelo muy deteriorado, con losetas levantadas o incluso parcial o totalmente destruidas, e incluso algunas de estas capillas tienen un suelo compuesto exclusivamente con tierra, pese a tener valioso mobiliario antiguo en su interior.Visitantes, turistas y peregrinos ocupan sin respeto buena parte de los espacios, que tan solo son vigilados por monjes ortodoxos, no haciendo caso de la prohibición de obtener fotografías. El lugar central de la tumba de Jesús se encuentra hoy apuntalado con un grave peligro de derrumbe.Historia de un lugar sagradoEl lugar hace referencia histórica a la sepultura de Jesús en una época comprendida entre el año 30 y 33. Entre los sitios religiosos de la Tierra Santa, el Santo Sepulcro es uno de los mejores datados históricamente. Adriano, con el objeto de eliminar de raíz el culto judío, levantó sobre los lugares más sagrados templos dedicados a los dioses romanos. Del mismo modo, y con el mismo fin, levantó un templo pagano encima de donde su ubicaba el Santo Sepulcro en un momento en que el cristianismo avanzaba sin freno por el Imperio. Las excavaciones efectuadas en el área de la basílica han probada la existencia de varios muros de Adriano, algunos bien visibles, contribuyendo sin quererlo a mantener vivo y preservar el recuerdo del lugar de la pasión al elegir este lugar de la ciudad para construir su Capitolium.A la Basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén, también se la conoce como la Basílica de la Resurrección –en griego Naos tis Anastaseos, o de la Anástasis «Resurrección». Esta basílica, uno de los centros más sagrados del Cristianismo, ha sido un importante centro de peregrinación desde el siglo IV. Hoy día también alberga la sede del Patriarca Ortodoxo de Jerusalén.Un emplazamiento no discutidoEl Santo Sepulcro es un sitio religioso de máxima importancia, relacionado especialmente con el cristianismo, particularmente católicos y ortodoxos. El lugar, llamado también Gólgota (en arameo, Golgotha, «calavera») y donde según los Evangelios se produjo la crucifixión, enterramiento y resurrección de Cristo está ubicado dentro de la Ciudad Vieja de Jerusalén, la cual a su vez se ubica en la línea de confluencia entre la Jerusalén oriental (Árabe) y occidental (Judía). Siempre teniendo como única fuente los evangelios, pero confirmados por los trabajos arqueológicos, la tumba estaría situada en un jardín próximo a la roca —o montaña, o montículo; los evangelios dicen lugar— donde se produjo la crucifixión, llamada originalmente Gólgota y luego Calvario (lat. calvaria, calavera), o en griego kranion (cráneo). Ese lugar estaba muy próximo a la muralla herodiana de la ciudad de Jerusalén, e incluso comunicado con ella por una calle, pero extramuros, ya que las normas judías prohibían los enterramientos intramuros, salvo para el caso de los reyes.Ambos sitios, el Gólgota y la Tumba, están a pocos metros de distancia y entre ellos se encuentra la Piedra de la Deposición, lugar en donde dice la tradición el cuerpo de Jesús fue preparado después de ser bajado de la cruz para ser enterrado - Mateo 27, 59 y paralelos -. El lugar fue evidentemente una cantera por la enorme riqueza lítica y la red de cavernas que se pueden observar, un sitio ideal para la construcción de tumbas, una actividad muy normal en la época, especialmente entre personas de posición social. El nombre, «Gólgota», la «Calavera», viene probablemente de la semejanza que las formas que las rocas tenían, como se puede comprobar hoy por hoy en los paisajes desérticos del Mar Muerto, aunque también se cree que es debido a la tradición de un lugar habitual de enterramientos, muchos de los cuales aún continuarán bajo las piedras de la basílica, y durante el tiempo romano por ser lugar siniestro de los ajusticiamientos.En el siglo IV, por orden de Constantino, se concluyó un complejo santuario que constaba de una grandiosa rotonda en el deambulatorio, la cual superaba los 30 m. de diámetro, en cuyo centro se destacaba la roca-sepulcro. Desde entonces ha sufrido numerosas modificaciones y reformas. En el 1099 los cruzados conquistaron Jerusalén e inician en seguida un vasto proyecto de reconstrucción del viejo Santuario. Estas obras terminadas el 15 de Julio del 1149, tiene gran importancia porque cambian decisivamente la imagen de la basílica del Santo Sepulcro. Pese a los terremotos, incendios y restauraciones, el santuario se ha mantenido hasta nuestros días sin excesivas modificaciones sobre el original, cubriendo el edificio el lugar donde se produjo el calvario y muerte de Jesús.
viernes, agosto 31, 2007
Todos contra el aborto, por principio y por votos
Todos contra el aborto: por principio y por votos
30 de agosto de 2007Debo reconocerles que me gusta, muy a menudo, cómo escribe aquí en la red José García Domínguez. Suele ser más ameno que yo, y se lo recomiendo. No puedo sin embargo estar de acuerdo con su última carga contra don Manuel Fraga, a cuenta de una supuesta derecha, supuestamente liberal, supuestamente perjudicada por la existencia del actual alcalde de Madrid y de la pretérita Alianza Popular. Sea lo que sea la derecha –ni hoy ni aquí vamos a aburrirnos con este viejo debate- tengo para mí muy claro que hay una derecha liberal, pero que no puede ser la única, que no es obligatorio amar a Fraga y a Gallardón pero sí es imprescindible reconocer su papel –y no cualquier papel- en una derecha plural que quiera conquistar y mantener una mayoría natural en España. No lo logró AP, pero mucho menos lo lograría hoy una secta cerrada que convirtiese en dogma una cierta idea del liberalismo.¿Y entonces? Un centroderecha variado, plural, abierto en estilos, en personas, en ideas, y unido en dos aspectos esenciales: un proyecto político para España y unos principios.Por ejemplo, aquí, en mi casa, para que me entiendan mis vecinos y mis amigos: el centroderecha puede tener muchas opiniones sobre quién haya de ser del senador autonómico, o el presidente de la Mancomunidad de Pamplona, o unos cuantos cargos, carguitos y carguetes, puaj; podemos discutir si Navarra necesita un gastar 0´7 ¡o más! en dádivas a Ultramar; podemos opinar cosas distintas sobre Guenduláin, la Ley del Suelo, las VPO y los negocietes y demagogias en torno a ese asunto; podemos pensar cosas más o menos groseras sobre la acomplejada tentación de ceder ante el PSOE y los abertzales en temas de educación; qué duda cabe que podemos discutir el buen o mal gusto de los sastres de unos y otros; podemos dudar si el Impuesto sobre el Patrimonio debe suprimirse hoy o mañana. Sobre todas estas cosas habría diferencias de opinión incluso entre García Domínguez y yo, entre Del Burgo y Sanz, entre Fraga y Gallardón. Pero pese a ello podríamos construir juntos un proyecto político, coherente y atractivo; y sostendríamos juntos unos principios.¿Qué principios? Otro día empezaremos a hacer una lista, pero les pongo un caso: juntos nos opondríamos a la propuesta de este jueves de PSOE-PSN, IU y Nafarroa Bai de que se aborten niños en Navarra. Sólo hay una respuesta posible a esa pregunta: no. Si socialistas, comunistas y abertzales quieren votar a favor de semejante cosa, que lo hagan; si consiguen presionar a algún médico, enfermero o auxiliar del Servicio Navarro de Salud para que se preste a hacerlo, adelante. De todos ellos se conocerán los nombres, y los parlamentarios implicados se lo explicarán cara a cara a la gente.Pero, por principios, nadie en UPN, ni creo que en CDN, ni en el PP si lo hubiese aquí, votaría a favor de esta sangrienta … ocurrencia. Es más: si la propuesta es aprobada en el Parlamento, no olvidemos que Miguel Sanz tiene según la nueva redacción del Amejoramiento poder para disolver dicho Parlamento. Y sin duda, para cualquier centro, centroderecha o derecha en estas latitudes, salvar la vida de un solo niño es razón más que sobrada para esa medida, por contundente que parezca. Sin duda, antes los principios que los intereses ¿Ven como es sencillo ponernos de acuerdo?
30 de agosto de 2007Debo reconocerles que me gusta, muy a menudo, cómo escribe aquí en la red José García Domínguez. Suele ser más ameno que yo, y se lo recomiendo. No puedo sin embargo estar de acuerdo con su última carga contra don Manuel Fraga, a cuenta de una supuesta derecha, supuestamente liberal, supuestamente perjudicada por la existencia del actual alcalde de Madrid y de la pretérita Alianza Popular. Sea lo que sea la derecha –ni hoy ni aquí vamos a aburrirnos con este viejo debate- tengo para mí muy claro que hay una derecha liberal, pero que no puede ser la única, que no es obligatorio amar a Fraga y a Gallardón pero sí es imprescindible reconocer su papel –y no cualquier papel- en una derecha plural que quiera conquistar y mantener una mayoría natural en España. No lo logró AP, pero mucho menos lo lograría hoy una secta cerrada que convirtiese en dogma una cierta idea del liberalismo.¿Y entonces? Un centroderecha variado, plural, abierto en estilos, en personas, en ideas, y unido en dos aspectos esenciales: un proyecto político para España y unos principios.Por ejemplo, aquí, en mi casa, para que me entiendan mis vecinos y mis amigos: el centroderecha puede tener muchas opiniones sobre quién haya de ser del senador autonómico, o el presidente de la Mancomunidad de Pamplona, o unos cuantos cargos, carguitos y carguetes, puaj; podemos discutir si Navarra necesita un gastar 0´7 ¡o más! en dádivas a Ultramar; podemos opinar cosas distintas sobre Guenduláin, la Ley del Suelo, las VPO y los negocietes y demagogias en torno a ese asunto; podemos pensar cosas más o menos groseras sobre la acomplejada tentación de ceder ante el PSOE y los abertzales en temas de educación; qué duda cabe que podemos discutir el buen o mal gusto de los sastres de unos y otros; podemos dudar si el Impuesto sobre el Patrimonio debe suprimirse hoy o mañana. Sobre todas estas cosas habría diferencias de opinión incluso entre García Domínguez y yo, entre Del Burgo y Sanz, entre Fraga y Gallardón. Pero pese a ello podríamos construir juntos un proyecto político, coherente y atractivo; y sostendríamos juntos unos principios.¿Qué principios? Otro día empezaremos a hacer una lista, pero les pongo un caso: juntos nos opondríamos a la propuesta de este jueves de PSOE-PSN, IU y Nafarroa Bai de que se aborten niños en Navarra. Sólo hay una respuesta posible a esa pregunta: no. Si socialistas, comunistas y abertzales quieren votar a favor de semejante cosa, que lo hagan; si consiguen presionar a algún médico, enfermero o auxiliar del Servicio Navarro de Salud para que se preste a hacerlo, adelante. De todos ellos se conocerán los nombres, y los parlamentarios implicados se lo explicarán cara a cara a la gente.Pero, por principios, nadie en UPN, ni creo que en CDN, ni en el PP si lo hubiese aquí, votaría a favor de esta sangrienta … ocurrencia. Es más: si la propuesta es aprobada en el Parlamento, no olvidemos que Miguel Sanz tiene según la nueva redacción del Amejoramiento poder para disolver dicho Parlamento. Y sin duda, para cualquier centro, centroderecha o derecha en estas latitudes, salvar la vida de un solo niño es razón más que sobrada para esa medida, por contundente que parezca. Sin duda, antes los principios que los intereses ¿Ven como es sencillo ponernos de acuerdo?
Zapatero se meterá en un campo de minas en su estreno de la temporada
Zapatero se meterá en un campo de minas en su estreno de la temporada
Elsemanaldigital.com
La fiesta minera de Rodiezmo (León) será un terreno de lo más fangoso. Allí le espera un líder del PSCyL con los días contados y toda una cohorte de socialistas a codazos por un puesto.
31 de agosto de 2007. José Luis Rodríguez Zapatero no podría empezar el nuevo curso, que tal vez sea el último, en peor plaza. Fiel a su costumbre, el presidente buscará la complicidad de sus paisanos el sábado en la fiesta minera de la acogedora localidad leonesa de Rodiezmo. Pero esta vez convertida en un terreno de lo más fangoso para Zapatero, puesto que el socialismo castellano y leonés atraviesa sus horas más bajas. El leonés se verá públicamente las caras por primera vez con su amigo y secretario general del PSCyL, Ángel Villalba, desde que éste sufriera por segunda vez una sonada derrota en las urnas el 27-M. Para Villalba, herido de muerte y con fecha de caducidad tras las elecciones generales de 2008 -él mismo lo anunció-, será el último Rodiezmo como líder, aunque a muchos de sus compañeros les habría gustado que hubiera dimitido meses atrás. Y no es que tenga precisamente buenos recuerdos de los anteriores. El año pasado, sin ir más lejos, pregonó a los cuatro vientos días antes de la fiesta que Zapatero anunciaría grandes proyectos para Castilla y León en su mitin. Pero el "jefe" le dejó en evidencia y se limitó a hablar de temas nacionales -en concreto de la subida de las pensiones-, como hará de nuevo este año, con los asuntos sociales por bandera. Acompañarán al presidente del Gobierno varios responsables de un partido en el que muchos andan a codazo limpio por posicionarse bien de cara a las elecciones generales y, después, en la nueva Ejecutiva que se elija tras la salida de Villalba. Las familias del socialismo castellano y leonés son muchas y malavenidas. En Palencia hay dos clanes: el de José María Crespo y el de Francisco Ramos. En Valladolid, otros dos: el de Jorge Félix Alonso -secretario provincial y seriamente cuestionado- y el de Óscar Puente. Y así sucesivamente. Difícilmente la visita del líder del partido consiga apaciguar los ánimos, sino más bien lo contrario. Porque ya se sabe que quien se mueve no sale en la foto y el presidente ya está tomando apuntes para encontrar recambio a su paisano Villalba.
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La fiesta minera de Rodiezmo (León) será un terreno de lo más fangoso. Allí le espera un líder del PSCyL con los días contados y toda una cohorte de socialistas a codazos por un puesto.
31 de agosto de 2007. José Luis Rodríguez Zapatero no podría empezar el nuevo curso, que tal vez sea el último, en peor plaza. Fiel a su costumbre, el presidente buscará la complicidad de sus paisanos el sábado en la fiesta minera de la acogedora localidad leonesa de Rodiezmo. Pero esta vez convertida en un terreno de lo más fangoso para Zapatero, puesto que el socialismo castellano y leonés atraviesa sus horas más bajas. El leonés se verá públicamente las caras por primera vez con su amigo y secretario general del PSCyL, Ángel Villalba, desde que éste sufriera por segunda vez una sonada derrota en las urnas el 27-M. Para Villalba, herido de muerte y con fecha de caducidad tras las elecciones generales de 2008 -él mismo lo anunció-, será el último Rodiezmo como líder, aunque a muchos de sus compañeros les habría gustado que hubiera dimitido meses atrás. Y no es que tenga precisamente buenos recuerdos de los anteriores. El año pasado, sin ir más lejos, pregonó a los cuatro vientos días antes de la fiesta que Zapatero anunciaría grandes proyectos para Castilla y León en su mitin. Pero el "jefe" le dejó en evidencia y se limitó a hablar de temas nacionales -en concreto de la subida de las pensiones-, como hará de nuevo este año, con los asuntos sociales por bandera. Acompañarán al presidente del Gobierno varios responsables de un partido en el que muchos andan a codazo limpio por posicionarse bien de cara a las elecciones generales y, después, en la nueva Ejecutiva que se elija tras la salida de Villalba. Las familias del socialismo castellano y leonés son muchas y malavenidas. En Palencia hay dos clanes: el de José María Crespo y el de Francisco Ramos. En Valladolid, otros dos: el de Jorge Félix Alonso -secretario provincial y seriamente cuestionado- y el de Óscar Puente. Y así sucesivamente. Difícilmente la visita del líder del partido consiga apaciguar los ánimos, sino más bien lo contrario. Porque ya se sabe que quien se mueve no sale en la foto y el presidente ya está tomando apuntes para encontrar recambio a su paisano Villalba.
En España la ley es igual para todos, incluyendo el Rey
En España la Ley es igual para todos, incluyendo el Rey
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31 de agosto de 2007. La Constitución y las Leyes que desarrollan sus principios son, en algunas cosas, inequívocas y meridianamente claras. Todos los ciudadanos españoles son iguales ante la Ley, son iguales sus derechos y sus obligaciones aunque, lógicamente, sean diferentes sus orígenes, sus ocupaciones, sus servicios al Estado, sus patrimonios o sus ingresos. No podía ser de otra manera en un Estado de Derecho democrático; y la lógica de una democracia es, además, que esa norma no tenga excepciones, desde el Jefe del Estado hasta el último ciudadano recién naturalizado.Son indiscutibles los méritos de Juan Carlos I al servicio de la democracia española, y tanto nuestros gobernantes como los ciudadanos han expresado ese reconocimiento de manera concreta más de una vez desde 1978. Los españoles agradecen al Rey sus esfuerzos, y precisamente para no malograr su obra debe subrayarse la igualdad que impera entre nosotros. Este principio no admite excepciones, ni siquiera en la cúspide del Estado.En las últimas semanas, los aliados políticos del presidente del Gobierno, especialmente los portavoces de Esquerra Republicana de Catalunya y de Izquierda Unida, han mostrado su intención de solicitar que se fijen mediante Ley las obligaciones fiscales del Rey y de su Familia, lo que en sí mismo no debe suponer ningún problema para la Casa del Rey, aunque muestre las intenciones de los enemigos declarados de la monarquía.En ese sentido debe felicitarse la reciente decisión de Su Majestad el Rey de crear la figura de Interventor de la Casa del Rey, para gestionar y controlar la gestión económica de este organismo, y el nombramiento para esta función de Óscar Moreno Gil, prestigioso experto en Derecho Administrativo. El profesor Moreno Gil trabajará al servicio del Rey, que según el artículo 65 de la Constitución gestiona libremente su Casa, y completará la tarea del Interventor Militar que ejerce y seguirá ejerciendo sus funciones en el Cuarto Militar del Rey.La libertad que la Constitución deja al Jefe del Estado para cumplir sus tareas es, sin duda, un acierto; pero no es ni puede ser una excusa para mantener o crear diferencias entre los españoles. Tales diferencias serían propias de otra Monarquía, o de otro tipo de Estado, pero serían incompatibles con nuestra democracia, y por el bien del Estado y de su actual organización no deben existir ni tan siquiera aparentarse.
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31 de agosto de 2007. La Constitución y las Leyes que desarrollan sus principios son, en algunas cosas, inequívocas y meridianamente claras. Todos los ciudadanos españoles son iguales ante la Ley, son iguales sus derechos y sus obligaciones aunque, lógicamente, sean diferentes sus orígenes, sus ocupaciones, sus servicios al Estado, sus patrimonios o sus ingresos. No podía ser de otra manera en un Estado de Derecho democrático; y la lógica de una democracia es, además, que esa norma no tenga excepciones, desde el Jefe del Estado hasta el último ciudadano recién naturalizado.Son indiscutibles los méritos de Juan Carlos I al servicio de la democracia española, y tanto nuestros gobernantes como los ciudadanos han expresado ese reconocimiento de manera concreta más de una vez desde 1978. Los españoles agradecen al Rey sus esfuerzos, y precisamente para no malograr su obra debe subrayarse la igualdad que impera entre nosotros. Este principio no admite excepciones, ni siquiera en la cúspide del Estado.En las últimas semanas, los aliados políticos del presidente del Gobierno, especialmente los portavoces de Esquerra Republicana de Catalunya y de Izquierda Unida, han mostrado su intención de solicitar que se fijen mediante Ley las obligaciones fiscales del Rey y de su Familia, lo que en sí mismo no debe suponer ningún problema para la Casa del Rey, aunque muestre las intenciones de los enemigos declarados de la monarquía.En ese sentido debe felicitarse la reciente decisión de Su Majestad el Rey de crear la figura de Interventor de la Casa del Rey, para gestionar y controlar la gestión económica de este organismo, y el nombramiento para esta función de Óscar Moreno Gil, prestigioso experto en Derecho Administrativo. El profesor Moreno Gil trabajará al servicio del Rey, que según el artículo 65 de la Constitución gestiona libremente su Casa, y completará la tarea del Interventor Militar que ejerce y seguirá ejerciendo sus funciones en el Cuarto Militar del Rey.La libertad que la Constitución deja al Jefe del Estado para cumplir sus tareas es, sin duda, un acierto; pero no es ni puede ser una excusa para mantener o crear diferencias entre los españoles. Tales diferencias serían propias de otra Monarquía, o de otro tipo de Estado, pero serían incompatibles con nuestra democracia, y por el bien del Estado y de su actual organización no deben existir ni tan siquiera aparentarse.
Rajoy, enfadado con Gallardon, pone tierra politica de por medio
GARGANTA PROFUNDA
Rajoy, enfadado con Gallardón, pone tierra política de por medio
Elsemanaldigital.com
"No tiene remedio", dice algún marianista del alcalde de Madrid. Las aguas bajan demasiado revueltas en Génova. Y, como en el bolero, Rajoy piensa que la distancia es el olvido.
31 de agosto de 2007. El líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha interrumpido a conciencia los lazos que le unían al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. La gota que ha colmado el vaso han sido las prisas --"la suficiencia", señalan en el cuartel general del PP--, del regidor por hacerse un hueco en las listas al Congreso, una polémica sobre la que parte de los dirigentes populares consultados por Garganta Profunda opina que "le ha hecho un flaco favor" a Rajoy.El distanciamiento es por ahora de tal calibre que, según ciertas fuentes, Rajoy y Gallardón no se han hablado a lo largo de agosto. "No ha habido comunicación entre ellos" fue la frase textual de un dirigente de la sede de Génova. La reyerta que las propias filas del PP han alentado este mes ha molestado mucho a Mariano Rajoy. Este miércoles, el presidente del partido se reencontró con el alcalde de Madrid en el funeral del escritor Paco Umbral y evitaron hablar del espinoso asunto.Lo que en las últimas horas no se atrevía a aventurar nadie en la sede de Génova son las consecuencias que este desencuentro entre Rajoy y Gallardón va a tener en las inminentes aspiraciones del alcalde de Madrid. Y eso que el líder del PP había puesto todas sus simpatías en el regidor. "Mariano le sentó junto a él en maitines y le invitó a asumir más responsabilidades en el partido. Se había propuesto reinsertarlo de una vez por todas, pero Alberto se lo está poniendo imposible", dicen. No han bastado los brazos abiertos del presidente del Partido Popular para evitar que el alcalde de Madrid haya vuelto a ser el "patito feo" del centro-derecha. O, quizá, es que dentro de sus propias filas jamás dejaron de considerarlo como tal. En cualquier caso, la consigna ahora en el principal partido de la oposición es la de no dar más cuartos al pregonero. No debe hablarse sobre las listas electorales, que no se abordarán hasta que se convoquen las elecciones generales, es decir, hasta finales de diciembre o primeros de enero, y menos aún sobre sucesiones.
Rajoy, enfadado con Gallardón, pone tierra política de por medio
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"No tiene remedio", dice algún marianista del alcalde de Madrid. Las aguas bajan demasiado revueltas en Génova. Y, como en el bolero, Rajoy piensa que la distancia es el olvido.
31 de agosto de 2007. El líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha interrumpido a conciencia los lazos que le unían al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. La gota que ha colmado el vaso han sido las prisas --"la suficiencia", señalan en el cuartel general del PP--, del regidor por hacerse un hueco en las listas al Congreso, una polémica sobre la que parte de los dirigentes populares consultados por Garganta Profunda opina que "le ha hecho un flaco favor" a Rajoy.El distanciamiento es por ahora de tal calibre que, según ciertas fuentes, Rajoy y Gallardón no se han hablado a lo largo de agosto. "No ha habido comunicación entre ellos" fue la frase textual de un dirigente de la sede de Génova. La reyerta que las propias filas del PP han alentado este mes ha molestado mucho a Mariano Rajoy. Este miércoles, el presidente del partido se reencontró con el alcalde de Madrid en el funeral del escritor Paco Umbral y evitaron hablar del espinoso asunto.Lo que en las últimas horas no se atrevía a aventurar nadie en la sede de Génova son las consecuencias que este desencuentro entre Rajoy y Gallardón va a tener en las inminentes aspiraciones del alcalde de Madrid. Y eso que el líder del PP había puesto todas sus simpatías en el regidor. "Mariano le sentó junto a él en maitines y le invitó a asumir más responsabilidades en el partido. Se había propuesto reinsertarlo de una vez por todas, pero Alberto se lo está poniendo imposible", dicen. No han bastado los brazos abiertos del presidente del Partido Popular para evitar que el alcalde de Madrid haya vuelto a ser el "patito feo" del centro-derecha. O, quizá, es que dentro de sus propias filas jamás dejaron de considerarlo como tal. En cualquier caso, la consigna ahora en el principal partido de la oposición es la de no dar más cuartos al pregonero. No debe hablarse sobre las listas electorales, que no se abordarán hasta que se convoquen las elecciones generales, es decir, hasta finales de diciembre o primeros de enero, y menos aún sobre sucesiones.
Julian Garcia Candau, El drama propicia el abrazo de Vergara
viernes 31 de agosto de 2007
El drama propicia el abrazo de Vergara Julián García Candau
La muerte de Antonio Puerta ha creado en toda España ambiente de solidaridad ante la desgracia, por encima de las rivalidades deportivas, y lo más importante, tal vez, ha sido la comunión de sevillistas y béticos en caso tan dramático.
La reacción tan plausible de los béticos y el abrazo del polémico Manuel Ruiz de Lopera con el presidente del Sevilla José María del Nido, no deberá pasar a la historia como una anécdota más, como una pincelada del cuadro trágico del caso.
Las rivalidades deportivas llevadas a extremos, como ha ocurrido con frecuencia en Sevilla en los últimos años, crean en la sociedad rencillas que en nada favorecen la buena convivencia.
Los actos vandálicos de algunos radicales son consecuencia, con excesiva frecuencia, de la animadversión que propagan los dirigentes. Los grupos propensos al escándalo y la pelea se nutren de mensajes de quienes deberían ocuparse de lo contrario. Los últimos partidos entre el Betis y el Sevilla han sido pésimo ejemplo no sólo para el fútbol, sino para la sociedad en general.
La desgraciada muerte de Antonio Puerta ha unido a miles de béticos con los miles de seguidores sevillistas. Ambas aficiones han compartido el dolor y Lopera, por una vez, ha sido capaz de lanzar una llamada de hermandad, tan contraria a lo que ha hecho en muchas ocasiones. Del Nido quizá también habrá aprendido que más allá de la rivalidad está la sociedad civil, la propia ciudad y hasta la comunidad autónoma puesto que los dos clubes más emblemáticos de Andalucía son los sevillanos.
Afortunadamente, dentro del dolor se ha dado un ejemplo de unión. Teniendo en cuenta que todos los aficionados españoles van a mostrar este fin de semana su solidaridad con el Sevilla y los familiares del fallecido, haber comenzado con esa especie de abrazo de Vergara de Lopera a Del Nido ha sido uno de los mejores actos ejemplarizantes.
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El drama propicia el abrazo de Vergara Julián García Candau
La muerte de Antonio Puerta ha creado en toda España ambiente de solidaridad ante la desgracia, por encima de las rivalidades deportivas, y lo más importante, tal vez, ha sido la comunión de sevillistas y béticos en caso tan dramático.
La reacción tan plausible de los béticos y el abrazo del polémico Manuel Ruiz de Lopera con el presidente del Sevilla José María del Nido, no deberá pasar a la historia como una anécdota más, como una pincelada del cuadro trágico del caso.
Las rivalidades deportivas llevadas a extremos, como ha ocurrido con frecuencia en Sevilla en los últimos años, crean en la sociedad rencillas que en nada favorecen la buena convivencia.
Los actos vandálicos de algunos radicales son consecuencia, con excesiva frecuencia, de la animadversión que propagan los dirigentes. Los grupos propensos al escándalo y la pelea se nutren de mensajes de quienes deberían ocuparse de lo contrario. Los últimos partidos entre el Betis y el Sevilla han sido pésimo ejemplo no sólo para el fútbol, sino para la sociedad en general.
La desgraciada muerte de Antonio Puerta ha unido a miles de béticos con los miles de seguidores sevillistas. Ambas aficiones han compartido el dolor y Lopera, por una vez, ha sido capaz de lanzar una llamada de hermandad, tan contraria a lo que ha hecho en muchas ocasiones. Del Nido quizá también habrá aprendido que más allá de la rivalidad está la sociedad civil, la propia ciudad y hasta la comunidad autónoma puesto que los dos clubes más emblemáticos de Andalucía son los sevillanos.
Afortunadamente, dentro del dolor se ha dado un ejemplo de unión. Teniendo en cuenta que todos los aficionados españoles van a mostrar este fin de semana su solidaridad con el Sevilla y los familiares del fallecido, haber comenzado con esa especie de abrazo de Vergara de Lopera a Del Nido ha sido uno de los mejores actos ejemplarizantes.
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Antonio Cubero, El Madrid no cree es su cantera
viernes 31 de agosto de 2007
El Madrid no cree en su cantera Antonio Cubero
Bernd Schuster no cuenta con los canteranos del ‘horno’ de Valdebebas. Tampoco lo hizo cuando ocupó los banquillos del Levante y el Getafe. O considera que no tiene la suficiente calidad como para ocupar plaza en la elite de la primera plantilla o, por qué no, quizá se vea apremiado por la obligación impuesta desde arriba de tener que contar con quienes con la misma edad y méritos han sido fichados con contratos supermillonarios.
Los Balboa, De la Red, Javier García, Granero y Adrián —su padre, Míchel, con menos calidad y con sólo una pierna, debutó en el primer equipo con 19 años gracias a una huelga de jugadores de Primera División— han sido invitados a hacer las maletas y emigrar a otros equipos que quieran acogerlos —seguro que habrá tiros para hacerse con ellos— cuando tan sólo faltan unas horas para echar el cierre al mercado de fichajes.
Si yo fuese canterano del Real Madrid en estos momentos estaría llorando de rabia y rumiando por mi cabeza: de nada me han servido tantos años de sufrimiento en mi niñez y juventud; no valgo para esto y voy a colgar las botas; he sido utilizado como una cobaya de prueba en los bolos de pretemporada, o sólo soy uno más del ‘horno’ de Valdebebas a la espera de ser moneda de cambio en los fichajes del primer equipo.
O por qué no, qué caray, daría un golpe en mi orgullo y diría: “El Real Madrid no es el fin del mundo”. Ánimo chavales, Calderón tiene dinero suficiente como para repescaros cuanto más le costéis al Madrid. Y si no, vean la prueba: acaba de vender a Javi García a Osasuna por 2,5 millones y se guarda una opción de recompra de 4 millones. Un negocio redondo.
acubero@estrelladigital.es
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El Madrid no cree en su cantera Antonio Cubero
Bernd Schuster no cuenta con los canteranos del ‘horno’ de Valdebebas. Tampoco lo hizo cuando ocupó los banquillos del Levante y el Getafe. O considera que no tiene la suficiente calidad como para ocupar plaza en la elite de la primera plantilla o, por qué no, quizá se vea apremiado por la obligación impuesta desde arriba de tener que contar con quienes con la misma edad y méritos han sido fichados con contratos supermillonarios.
Los Balboa, De la Red, Javier García, Granero y Adrián —su padre, Míchel, con menos calidad y con sólo una pierna, debutó en el primer equipo con 19 años gracias a una huelga de jugadores de Primera División— han sido invitados a hacer las maletas y emigrar a otros equipos que quieran acogerlos —seguro que habrá tiros para hacerse con ellos— cuando tan sólo faltan unas horas para echar el cierre al mercado de fichajes.
Si yo fuese canterano del Real Madrid en estos momentos estaría llorando de rabia y rumiando por mi cabeza: de nada me han servido tantos años de sufrimiento en mi niñez y juventud; no valgo para esto y voy a colgar las botas; he sido utilizado como una cobaya de prueba en los bolos de pretemporada, o sólo soy uno más del ‘horno’ de Valdebebas a la espera de ser moneda de cambio en los fichajes del primer equipo.
O por qué no, qué caray, daría un golpe en mi orgullo y diría: “El Real Madrid no es el fin del mundo”. Ánimo chavales, Calderón tiene dinero suficiente como para repescaros cuanto más le costéis al Madrid. Y si no, vean la prueba: acaba de vender a Javi García a Osasuna por 2,5 millones y se guarda una opción de recompra de 4 millones. Un negocio redondo.
acubero@estrelladigital.es
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Daniel Martin, Tristeza
viernes 31 de agosto de 2007
Tristeza Daniel Martín
Tristeza es uno de los mejores cuentos de Antón Chejov, a mi entender el mejor escritor de relatos cortos de todos los tiempos. En Tristeza nos narra una noche cualquiera en la vida de un cochero de San Petersburgo. Sus clientes le tratan fatal y él siempre responde con sonrisas mientras intenta contarles algo. Nieva, hace un frío insufrible, pero el cochero y su caballo trabajan sin descanso. Al final vuelven a las cocheras. Pero él no consigue dormir. Así que vuelve con su caballo y es a él a quien le termina hablando de su hijo, de su único hijo, que acaba de morir y le ha dejado solo y desvalido.
Tristeza nos cuenta la necesidad que tiene el hombre de compartir el dolor, tanto el de la vida como el de la muerte. Esta semana han muerto tres personas relevantes en la vida española: Paco Umbral, Emma Penella y Antonio Puerta. Los dos primeros, de larga carrera profesional, cumplieron con un ciclo vital prolongado. La muerte del último, no obstante, es de las que destrozan, de las que nos llenan de perplejidad, aflicción y, sobre todo, pánico. Los jóvenes deben sobrevivir a sus mayores. Esa es la ley natural que, sin embargo, a menudo no se cumple.
Francisco Umbral es parte de la historia del siglo XX español. Su pluma era única. Articulista antes que novelista, dominaba el lenguaje como pocos y era capaz de escribir un bellísimo artículo sin una sola idea profunda. Esteta único, dominador sumo de las palabras, Umbral era capaz de sobrecogerte con una simple oración. Aparte, escribió muchas novelas, poco leídas, aunque alguna, como Mortal y rosa, de gran interés. Y, sobre todo, fue un cronista de Madrid, algo así como Mesonero Romanos, pero con esa manera de escribir que recordaba a tiempos mejores, una especie de José Tomás de la pluma, un artista de la palabra y la sintaxis.
Emma Penella para mí siempre será la bella mujer capaz de convertir a un hombre en verdugo. Porque en la película homónima de Luis García Berlanga era su personaje el que motivaba al de Nino Manfredi a suceder al de Pepe Isbert. El filme y la actriz deslumbraron en el Festival de Venecia, y luego ella siguió con una carrera que alcanzó su cenit de popularidad gracias a Aquí no hay quien viva, esa serie en la que José Luis Moreno recuperó el humor típico de revista teatral. Penella, de voz ronca y belleza deslumbrante, trabajó hasta el final de sus días. Lo mismo que Paco Umbral. Soberbio ejemplo el de aquellos que mueren con las botas puestas.
Como Antonio Puerta, el futbolista del Sevilla, cuya muerte, no obstante, llegó demasiado pronto. Uno nunca se acostumbra a la muerte de niños y los jóvenes. Por eso la capital andaluza, ¡España entera!, se ha teñido de luto. Y uno se pregunta, entre la rabia y la incertidumbre, cómo pudo morir un chaval que ya se había desmayado dos veces durante el verano. Algo huele a podrido en cualquier muerte prematura que afecta a algún deportista. Y la muerte evitable provoca más sufrimiento que la inevitable parca que terminará con todos nosotros.
El absurdo de este mundo nunca dejará de asombrarme. Para demostrar lo descomunal de la muerte de Antonio Puerta, los medios de comunicación han insistido en la unión en el luto de las aficiones de Betis y Sevilla. Hemos llegado al punto de que sólo una tragedia consigue acercar dos posturas deportivas. El fútbol mueve tantos fanatismos como la religión. Pero la muerte nos iguala a todos, y de ahí que Sevilla, por una vez, haya sido una sola.
En una sola semana hemos visto morir a dos viejos espadas del coso nacional. Dos profesionales ejemplares que nunca dejaron de trabajar. Y también hemos visto morir a un joven que jugaba al fútbol como los ángeles. Estas muertes, como todas, nos recuerdan que estamos aquí de paso. Las viejas expresiones del valle de lágrimas, que lo único seguro es que todos vamos a palmar... no consuelan nada. Algunas muertes se soportan desde el momento en que son comprensibles. Otras son insoportables porque es imposible entenderlas.
El cochero de Chejov sólo disponía de un interlocutor dispuesto a escucharle: su viejo caballo. España está de luto porque ha perdido a dos viejas joyas pulidas y trabajadas y a un diamante en bruto que tallaron brutalmente. Llorar, contar, recordar... ayudan a aligerar la pena, la tristeza, el dolor... Ahora sólo queda esperar que, si hubo alguna negligencia en el asunto del joven jugador sevillista, se castigue a los responsables. El castigo apenas consuela, pero la culpa debe pagar. Aunque sea sólo como respeto a los dolientes ciudadanos que integramos, mal que bien, el sistema.
dmago2003@yahoo.es
Tristeza Daniel Martín
Tristeza es uno de los mejores cuentos de Antón Chejov, a mi entender el mejor escritor de relatos cortos de todos los tiempos. En Tristeza nos narra una noche cualquiera en la vida de un cochero de San Petersburgo. Sus clientes le tratan fatal y él siempre responde con sonrisas mientras intenta contarles algo. Nieva, hace un frío insufrible, pero el cochero y su caballo trabajan sin descanso. Al final vuelven a las cocheras. Pero él no consigue dormir. Así que vuelve con su caballo y es a él a quien le termina hablando de su hijo, de su único hijo, que acaba de morir y le ha dejado solo y desvalido.
Tristeza nos cuenta la necesidad que tiene el hombre de compartir el dolor, tanto el de la vida como el de la muerte. Esta semana han muerto tres personas relevantes en la vida española: Paco Umbral, Emma Penella y Antonio Puerta. Los dos primeros, de larga carrera profesional, cumplieron con un ciclo vital prolongado. La muerte del último, no obstante, es de las que destrozan, de las que nos llenan de perplejidad, aflicción y, sobre todo, pánico. Los jóvenes deben sobrevivir a sus mayores. Esa es la ley natural que, sin embargo, a menudo no se cumple.
Francisco Umbral es parte de la historia del siglo XX español. Su pluma era única. Articulista antes que novelista, dominaba el lenguaje como pocos y era capaz de escribir un bellísimo artículo sin una sola idea profunda. Esteta único, dominador sumo de las palabras, Umbral era capaz de sobrecogerte con una simple oración. Aparte, escribió muchas novelas, poco leídas, aunque alguna, como Mortal y rosa, de gran interés. Y, sobre todo, fue un cronista de Madrid, algo así como Mesonero Romanos, pero con esa manera de escribir que recordaba a tiempos mejores, una especie de José Tomás de la pluma, un artista de la palabra y la sintaxis.
Emma Penella para mí siempre será la bella mujer capaz de convertir a un hombre en verdugo. Porque en la película homónima de Luis García Berlanga era su personaje el que motivaba al de Nino Manfredi a suceder al de Pepe Isbert. El filme y la actriz deslumbraron en el Festival de Venecia, y luego ella siguió con una carrera que alcanzó su cenit de popularidad gracias a Aquí no hay quien viva, esa serie en la que José Luis Moreno recuperó el humor típico de revista teatral. Penella, de voz ronca y belleza deslumbrante, trabajó hasta el final de sus días. Lo mismo que Paco Umbral. Soberbio ejemplo el de aquellos que mueren con las botas puestas.
Como Antonio Puerta, el futbolista del Sevilla, cuya muerte, no obstante, llegó demasiado pronto. Uno nunca se acostumbra a la muerte de niños y los jóvenes. Por eso la capital andaluza, ¡España entera!, se ha teñido de luto. Y uno se pregunta, entre la rabia y la incertidumbre, cómo pudo morir un chaval que ya se había desmayado dos veces durante el verano. Algo huele a podrido en cualquier muerte prematura que afecta a algún deportista. Y la muerte evitable provoca más sufrimiento que la inevitable parca que terminará con todos nosotros.
El absurdo de este mundo nunca dejará de asombrarme. Para demostrar lo descomunal de la muerte de Antonio Puerta, los medios de comunicación han insistido en la unión en el luto de las aficiones de Betis y Sevilla. Hemos llegado al punto de que sólo una tragedia consigue acercar dos posturas deportivas. El fútbol mueve tantos fanatismos como la religión. Pero la muerte nos iguala a todos, y de ahí que Sevilla, por una vez, haya sido una sola.
En una sola semana hemos visto morir a dos viejos espadas del coso nacional. Dos profesionales ejemplares que nunca dejaron de trabajar. Y también hemos visto morir a un joven que jugaba al fútbol como los ángeles. Estas muertes, como todas, nos recuerdan que estamos aquí de paso. Las viejas expresiones del valle de lágrimas, que lo único seguro es que todos vamos a palmar... no consuelan nada. Algunas muertes se soportan desde el momento en que son comprensibles. Otras son insoportables porque es imposible entenderlas.
El cochero de Chejov sólo disponía de un interlocutor dispuesto a escucharle: su viejo caballo. España está de luto porque ha perdido a dos viejas joyas pulidas y trabajadas y a un diamante en bruto que tallaron brutalmente. Llorar, contar, recordar... ayudan a aligerar la pena, la tristeza, el dolor... Ahora sólo queda esperar que, si hubo alguna negligencia en el asunto del joven jugador sevillista, se castigue a los responsables. El castigo apenas consuela, pero la culpa debe pagar. Aunque sea sólo como respeto a los dolientes ciudadanos que integramos, mal que bien, el sistema.
dmago2003@yahoo.es
Jaime Peñafiel, No es lo que parece
viernes 31 de agosto de 2007
No es lo que parece Jaime Peñafiel
Desde hace tiempo se viene pidiendo, por activa y por pasiva, no sólo Esquerra Republicana o Izquierda Unida, transparencia en los gastos del Rey, en los gastos de la Familia Real.
Aunque la Constitución dice, taxativamente, que Su Majestad recibe, de los Presupuestos Generales del Estado, una cantidad global, para el sostenimiento de su Familia y Casa, cantidad que distribuyen libremente, al personal, a los ciudadanos, les gustaría saber en qué gastan los casi 8 millones de euros de dinero público. Al detalle. Como hace la Reina Isabel de Inglaterra por ejemplo y, todos los reyes reinantes, menos el soberano de Lietchtestein, que no recibe ni cinco, ya que todo lo pone de su bolsillo y, Alberto de Mónaco para quien, el principado, es como si fuera todo suyo, que lo es.
Los demás, hasta el último euro. La prima Lilibeth, incluso lo que gasta en artículos de limpieza.
El pasado martes todos los periódicos recogían, incluso en primera página, la noticia del nombramiento de un nuevo colaborador de Su Majestad.
No tendría mayor importancia ya que, según el articulo 65.2, “el Rey nombra y releva, libremente, a los miembros civiles y militares de su Casa”.
Si este nombramiento, no estuviese relacionado, con los dineros, que junto al sexo es lo que más interesa al personal, la noticia no hubiera merecido tales honores de portada.
La importancia del cargo se reflejaba en los titulares de la prensa: “el Rey nombra un interventor para que controle, por vez primera, las cuentas de la Casa Real” (El Mundo).
“El Rey crea el cargo de interventor para mejorar el funcionamiento de su Casa” (ABC).
Pero no es lo que parece ya que, según fuentes de la Zarzuela, el nombramiento del señor Moreno Gil, número uno de su promoción de interventor, es una decisión puramente “burocrática” que no guarda relación con las peticiones que, algunas formaciones políticas para que se den a conocer, a la opinión pública, las cuentas pormenorizadas, de la Real Casa, de la Jefatura del Estado.
Toda una ducha fría ya que seguiremos, sin conocer al detalle, los gastos de la Zarzuela (el Rey y la Reina) y, de la Zarzuela-bis, (el Príncipe, Letizia y sus hijas), que es otra familia.
No es lo que parece Jaime Peñafiel
Desde hace tiempo se viene pidiendo, por activa y por pasiva, no sólo Esquerra Republicana o Izquierda Unida, transparencia en los gastos del Rey, en los gastos de la Familia Real.
Aunque la Constitución dice, taxativamente, que Su Majestad recibe, de los Presupuestos Generales del Estado, una cantidad global, para el sostenimiento de su Familia y Casa, cantidad que distribuyen libremente, al personal, a los ciudadanos, les gustaría saber en qué gastan los casi 8 millones de euros de dinero público. Al detalle. Como hace la Reina Isabel de Inglaterra por ejemplo y, todos los reyes reinantes, menos el soberano de Lietchtestein, que no recibe ni cinco, ya que todo lo pone de su bolsillo y, Alberto de Mónaco para quien, el principado, es como si fuera todo suyo, que lo es.
Los demás, hasta el último euro. La prima Lilibeth, incluso lo que gasta en artículos de limpieza.
El pasado martes todos los periódicos recogían, incluso en primera página, la noticia del nombramiento de un nuevo colaborador de Su Majestad.
No tendría mayor importancia ya que, según el articulo 65.2, “el Rey nombra y releva, libremente, a los miembros civiles y militares de su Casa”.
Si este nombramiento, no estuviese relacionado, con los dineros, que junto al sexo es lo que más interesa al personal, la noticia no hubiera merecido tales honores de portada.
La importancia del cargo se reflejaba en los titulares de la prensa: “el Rey nombra un interventor para que controle, por vez primera, las cuentas de la Casa Real” (El Mundo).
“El Rey crea el cargo de interventor para mejorar el funcionamiento de su Casa” (ABC).
Pero no es lo que parece ya que, según fuentes de la Zarzuela, el nombramiento del señor Moreno Gil, número uno de su promoción de interventor, es una decisión puramente “burocrática” que no guarda relación con las peticiones que, algunas formaciones políticas para que se den a conocer, a la opinión pública, las cuentas pormenorizadas, de la Real Casa, de la Jefatura del Estado.
Toda una ducha fría ya que seguiremos, sin conocer al detalle, los gastos de la Zarzuela (el Rey y la Reina) y, de la Zarzuela-bis, (el Príncipe, Letizia y sus hijas), que es otra familia.
Alberto Miguez, Rosa, Rosae
viernes 31 de agosto de 2007
Rosa, Rosae Alberto Míguez
Rosa Regàs era en los años sesenta un símbolo de la modernidad y, la educación y el seny catalán. La gauche divine y el formidable despertar intelectual barcelonés de aquellos años le deben mucho a Rosa como le debía mucho también el difunto Carlos Barral, que empezó de poeta exquisito y terminó de funcionario europeo, como debe ser…
Fenómenos como el “boom” iberoamericano (García Márquez, Donoso, Vargas Llosa y tantos otros) y la presencia de estos nuevos y en algunos casos excelentes escritores serían inexplicables sin Carmen Ballcells (la representante comercial de todos ellos) y la propia Rosa que al mando de las relaciones públicas de Barral editores se convirtió en una simpática señorita Pepis según el tono general de los intelectuales catalanes de la época.
Era naturalmente, una señora perfumada en París, antifranquista por ética y estética elementales, aparecía por “Bocaccio”. Una vez a la semana lucía nuevo modelo o leía las ultimas conversaciones de Pániker o del inolvidable Luis Carandell.
Rosa, Rosae mantenía excelentes relaciones con los escritores de “Madrid”, especialmente con los del realismo socialista más conocidos como “los de le berza”: López Salinas, Antonio Ferres, y demás rojerío centralista. Nadie hubiera supuesto entonces que aquella señorita del Ensanche era una socialista radical, una republicana de altos vuelos. Y, lo que es peor, se hubiese disfrazado de bolchevique feminista, odiase con tanta intensidad a los diarios escritos cuyas tesis no le gustaban y, además, se hubiera convertido en la inspiradora de una de las ministras más sosas e ignaras del zoológico zapateril, Carmen Calvo, la caperucita de Cabra, Maleni la destructora ferroviaria o la genial autora de las soluciones habitacionales a treinta metros por barba, hoy exiliada en Mocejón del tío Guadañas. ¡Vaya sección femenina andaluza y demás condominios!
Ahora, Rosa Regàs ha mostrado su verdadero rostro poniendo a parir al recién nombrado ministro de Cultura porque algunos cacos birlaron en la Biblioteca Nacional unas láminas o incluso algo más; la benemérita lo dirá. El ministro César Antonio Molina se atrevió a pedirle con buenos modos a Rosa Rosae que concluyera sus larguísimas vacaciones y volviera a Madrid para encargarse de organizar el desmadre en que se había convertido la Bilbioteca Nacional. Desde hace tres años todo el mundo sabía en aquella casa que Rosa no daba clavo, pero sí tuvo tiempo para descabalgar la estatua de Don Marcelino Menéndez y Pelayo que fue, queridos niños, un teórico fascista como acaba de decir Ansón, La COPE, La Razón y hasta el obispo Cañizares
Regresa ahora Rosa, Rosae a Barcelona en viaje de vuelta como mártir de la causa republicana, socialista o lo que sea. Ya se sabe quién tiene la culpa de los mapas distraídos por un investigador casquivano en el caserón de la Biblioteca Nacional la tienen el pobre don Marcelino, los heterodoxos españoles, Luis María Ansón y César Vidal. En los cuarteles de invierno de la costa gerundense, Rosa Rosae tendrá ahora tiempo para explicar a sus múltiples nietos, bisnietos y demás familia. Al fin habrá descubierto que la culpa de la epidemia de topillos y mosquitos-tigre que amarga estas vacaciones crepusculares la tiene Don Marcelino. ¿Quién sino?
Rosa, Rosae Alberto Míguez
Rosa Regàs era en los años sesenta un símbolo de la modernidad y, la educación y el seny catalán. La gauche divine y el formidable despertar intelectual barcelonés de aquellos años le deben mucho a Rosa como le debía mucho también el difunto Carlos Barral, que empezó de poeta exquisito y terminó de funcionario europeo, como debe ser…
Fenómenos como el “boom” iberoamericano (García Márquez, Donoso, Vargas Llosa y tantos otros) y la presencia de estos nuevos y en algunos casos excelentes escritores serían inexplicables sin Carmen Ballcells (la representante comercial de todos ellos) y la propia Rosa que al mando de las relaciones públicas de Barral editores se convirtió en una simpática señorita Pepis según el tono general de los intelectuales catalanes de la época.
Era naturalmente, una señora perfumada en París, antifranquista por ética y estética elementales, aparecía por “Bocaccio”. Una vez a la semana lucía nuevo modelo o leía las ultimas conversaciones de Pániker o del inolvidable Luis Carandell.
Rosa, Rosae mantenía excelentes relaciones con los escritores de “Madrid”, especialmente con los del realismo socialista más conocidos como “los de le berza”: López Salinas, Antonio Ferres, y demás rojerío centralista. Nadie hubiera supuesto entonces que aquella señorita del Ensanche era una socialista radical, una republicana de altos vuelos. Y, lo que es peor, se hubiese disfrazado de bolchevique feminista, odiase con tanta intensidad a los diarios escritos cuyas tesis no le gustaban y, además, se hubiera convertido en la inspiradora de una de las ministras más sosas e ignaras del zoológico zapateril, Carmen Calvo, la caperucita de Cabra, Maleni la destructora ferroviaria o la genial autora de las soluciones habitacionales a treinta metros por barba, hoy exiliada en Mocejón del tío Guadañas. ¡Vaya sección femenina andaluza y demás condominios!
Ahora, Rosa Regàs ha mostrado su verdadero rostro poniendo a parir al recién nombrado ministro de Cultura porque algunos cacos birlaron en la Biblioteca Nacional unas láminas o incluso algo más; la benemérita lo dirá. El ministro César Antonio Molina se atrevió a pedirle con buenos modos a Rosa Rosae que concluyera sus larguísimas vacaciones y volviera a Madrid para encargarse de organizar el desmadre en que se había convertido la Bilbioteca Nacional. Desde hace tres años todo el mundo sabía en aquella casa que Rosa no daba clavo, pero sí tuvo tiempo para descabalgar la estatua de Don Marcelino Menéndez y Pelayo que fue, queridos niños, un teórico fascista como acaba de decir Ansón, La COPE, La Razón y hasta el obispo Cañizares
Regresa ahora Rosa, Rosae a Barcelona en viaje de vuelta como mártir de la causa republicana, socialista o lo que sea. Ya se sabe quién tiene la culpa de los mapas distraídos por un investigador casquivano en el caserón de la Biblioteca Nacional la tienen el pobre don Marcelino, los heterodoxos españoles, Luis María Ansón y César Vidal. En los cuarteles de invierno de la costa gerundense, Rosa Rosae tendrá ahora tiempo para explicar a sus múltiples nietos, bisnietos y demás familia. Al fin habrá descubierto que la culpa de la epidemia de topillos y mosquitos-tigre que amarga estas vacaciones crepusculares la tiene Don Marcelino. ¿Quién sino?
Primo Gonzalez, Trichet, Bernanke y Sarkozy
viernes 31 de agosto de 2007
Trichet, Bernanke y Sarkozy Primo González
Resulta llamativo el activismo monetario que está desarrollando en las últimas semanas el presidente de la República francesa, Nicolás Sarkozy. No hay semana, incluso días alternos, que deje pasar la ocasión para lanzarle alguna puya con el indisimulable propósito de pararle los pies y condicionar su libertad como máximo responsable del independiente (¿?) Banco Central Europeo. Menos mal que Jean-Claude Trichet es francés y se le supone por ello un grado de arrogancia que en nada debería envidiar al del recién llegado presidente de la República.
Entre las diversas invectivas que le ha lanzado en las últimas semanas hay una que resulta especialmente interesante, aquella en la que Sarkozy se ha permitido comparar a las autoridades monetarias de Estados Unidos y de la Unión Europea. Ha venido a decir Sarkozy (y su ministra de Economía parece haber sido en ello la inspiradora) que el señor Bernanke, el responsable del banco central americano, está siendo un ejemplo de flexibilidad y de corrección en su actuación. Lo decía pocos días después de que la Reserva Federal (que no ha movido los tipos de interés en medio de la actual tormenta) bajara en medio punto, de forma ocasional, los tipos de interés de una de las intervenciones de préstamo de liquidez a los bancos americanos.
Habría que darle una cierta pensada a la actuación de las autoridades monetarias y financieras de Estados Unidos en relación con la crisis de las hipotecas basura, que ha estado a punto de exportar a medio mundo, provocando una crisis financiera global que, por fortuna, parece a estas alturas bastante limitada al propio sistema bancario norteamericano. Tomar como ejemplo a la Reserva Federal como organismo emblemático en el manejo de las crisis financieras es, precisamente en este caso de las hipotecas basura, una más que discutible valoración. Sobre todo en esa vertiente que los bancos centrales deben cuidar tanto, la de procurar vigilar y corregir los problemas de salud de las entidades que operan en el país y en las que los ciudadanos tienen depositada su confianza. Los bancos centrales no sólo sirven para emitir dinero y para velar por la estabilidad de precios. Las Constituciones les otorgan también funciones muy delicadas en lo que atañe a la supervisión y control de los agentes que operan en el mercado financiero.
En la mejor de las valoraciones, si a alguien se le han colado los problemas sin haber tenido la perspicacia suficiente para impedirlo es a la Reserva Federal de los Estados Unidos, cuyas capacidades regulatorias y cuyos buenos oficios para detectar primero y limitar después las malas prácticas de algunas entidades financieras nacionales se ha demostrado enormemente vulnerable. A estas alturas, el señor Bernanke debería estar (probablemente es lo que estará haciendo) revisando a fondo toda la batería de instrumentos de supervisión a su alcance para frenar el coladero abierto en el sistema financiero norteamericano, que se ha dedicado alegremente a prestar dinero a gente con muy baja solvencia, incluso prestando con periodos de carencia de hasta dos años, que impiden, o al menos dificultan, la posibilidad de detectar los problemas de solvencia y capacidad de pago a su debido tiempo. Si algo ha quedado en entredicho en esta crisis son las prácticas bancarias de una parte del sistema financiero norteamericano y, desde luego, el buen oficio de los supervisores. Es decir, de la Reserva Federal.
¿Sería posible una crisis de las hipotecas basura en Europa? ¿Sería posible en España? Hay que reconocer que en este mundo todo es posible y que el entorno macroeconómico (empleo, niveles salariales,...) constituye un caldo de cultivo que ha de tenerse en cuenta a la hora de contemplar supuestos e hipótesis que afecten de pleno a los sistemas financieros. Pero la crisis de las hipotecas basura ha aparecido en la economía norteamericana en unos momentos de casi pleno empleo y crecimientos del PIB que oscilan entre el 3% y el 4%. No existía por lo tanto el “contexto” que explicaría la mala salud de los activos bancarios.
Estamos, por el contrario, ante un problema de baja calidad de la supervisión y de deficiente funcionamiento de los sistemas de detección de las malas prácticas bancarias, asuntos ambos que en Europa, en donde los bancos centrales tienen una buena y merecida fama de eficientes y rigurosos, se hubieran producido con bastante menor probabilidad. De hecho, los casos de contaminación europea o de prácticas similares que se han detectado en estas semanas han sido mínimos y casi siempre en la periferia del sistema, es decir, en entidades financieras que no están directamente sometidas a la disciplina de los reguladores.
Trichet, Bernanke y Sarkozy Primo González
Resulta llamativo el activismo monetario que está desarrollando en las últimas semanas el presidente de la República francesa, Nicolás Sarkozy. No hay semana, incluso días alternos, que deje pasar la ocasión para lanzarle alguna puya con el indisimulable propósito de pararle los pies y condicionar su libertad como máximo responsable del independiente (¿?) Banco Central Europeo. Menos mal que Jean-Claude Trichet es francés y se le supone por ello un grado de arrogancia que en nada debería envidiar al del recién llegado presidente de la República.
Entre las diversas invectivas que le ha lanzado en las últimas semanas hay una que resulta especialmente interesante, aquella en la que Sarkozy se ha permitido comparar a las autoridades monetarias de Estados Unidos y de la Unión Europea. Ha venido a decir Sarkozy (y su ministra de Economía parece haber sido en ello la inspiradora) que el señor Bernanke, el responsable del banco central americano, está siendo un ejemplo de flexibilidad y de corrección en su actuación. Lo decía pocos días después de que la Reserva Federal (que no ha movido los tipos de interés en medio de la actual tormenta) bajara en medio punto, de forma ocasional, los tipos de interés de una de las intervenciones de préstamo de liquidez a los bancos americanos.
Habría que darle una cierta pensada a la actuación de las autoridades monetarias y financieras de Estados Unidos en relación con la crisis de las hipotecas basura, que ha estado a punto de exportar a medio mundo, provocando una crisis financiera global que, por fortuna, parece a estas alturas bastante limitada al propio sistema bancario norteamericano. Tomar como ejemplo a la Reserva Federal como organismo emblemático en el manejo de las crisis financieras es, precisamente en este caso de las hipotecas basura, una más que discutible valoración. Sobre todo en esa vertiente que los bancos centrales deben cuidar tanto, la de procurar vigilar y corregir los problemas de salud de las entidades que operan en el país y en las que los ciudadanos tienen depositada su confianza. Los bancos centrales no sólo sirven para emitir dinero y para velar por la estabilidad de precios. Las Constituciones les otorgan también funciones muy delicadas en lo que atañe a la supervisión y control de los agentes que operan en el mercado financiero.
En la mejor de las valoraciones, si a alguien se le han colado los problemas sin haber tenido la perspicacia suficiente para impedirlo es a la Reserva Federal de los Estados Unidos, cuyas capacidades regulatorias y cuyos buenos oficios para detectar primero y limitar después las malas prácticas de algunas entidades financieras nacionales se ha demostrado enormemente vulnerable. A estas alturas, el señor Bernanke debería estar (probablemente es lo que estará haciendo) revisando a fondo toda la batería de instrumentos de supervisión a su alcance para frenar el coladero abierto en el sistema financiero norteamericano, que se ha dedicado alegremente a prestar dinero a gente con muy baja solvencia, incluso prestando con periodos de carencia de hasta dos años, que impiden, o al menos dificultan, la posibilidad de detectar los problemas de solvencia y capacidad de pago a su debido tiempo. Si algo ha quedado en entredicho en esta crisis son las prácticas bancarias de una parte del sistema financiero norteamericano y, desde luego, el buen oficio de los supervisores. Es decir, de la Reserva Federal.
¿Sería posible una crisis de las hipotecas basura en Europa? ¿Sería posible en España? Hay que reconocer que en este mundo todo es posible y que el entorno macroeconómico (empleo, niveles salariales,...) constituye un caldo de cultivo que ha de tenerse en cuenta a la hora de contemplar supuestos e hipótesis que afecten de pleno a los sistemas financieros. Pero la crisis de las hipotecas basura ha aparecido en la economía norteamericana en unos momentos de casi pleno empleo y crecimientos del PIB que oscilan entre el 3% y el 4%. No existía por lo tanto el “contexto” que explicaría la mala salud de los activos bancarios.
Estamos, por el contrario, ante un problema de baja calidad de la supervisión y de deficiente funcionamiento de los sistemas de detección de las malas prácticas bancarias, asuntos ambos que en Europa, en donde los bancos centrales tienen una buena y merecida fama de eficientes y rigurosos, se hubieran producido con bastante menor probabilidad. De hecho, los casos de contaminación europea o de prácticas similares que se han detectado en estas semanas han sido mínimos y casi siempre en la periferia del sistema, es decir, en entidades financieras que no están directamente sometidas a la disciplina de los reguladores.
Jose Javaloyes, La murga del chavismo alcanza Chile
viernes 31 de agosto de 2007
La murga del chavismo alcanza a Chile José Javaloyes
Que la policía de un Gobierno socialista como el de Chile agaville 400 detenciones al cabo de una manifestación ilegal en las calles de Santiago, en protesta contra “la política neoliberal”, orienta sobre la longitud de onda del populismo chavista en el hemisferio hispanoamericano. La revolución bolivariana, con su menos que encriptado castrismo, parece empeñada aun en cabalgar la cordillera andina, impasible ante el fracaso de su patrocinado Ollanta Humala en las últimas elecciones peruanas, y ajena ante el ridículo internacional cosechado con el reparto de propaganda enlatada tras el catastrófico terremoto de Pisco.
Como si la historia insistiera en repetirse, tras de la ruinosa injerencia del Comandante Castro en la aventura socialista de Salvador Allende —que aliado electoralmente con la Democracia Cristiana de Radomiro Tomic proponía, con su Unidad Popular, hibridar el totalitarismo económico del reparto con la libertad política de la democracia occidental—, el albacea venezolano del comunismo cubano parece haber propiciado las condiciones para que se le mueva socialmente la silla al Gobierno de la presidente Bachelet, nada afecta, al contrario que el argentino Néstor Kichner (“Ernesto” para el presidente Rodríguez), a las retóricas del cambio continental financiadas con la petrochequera del caudillo bolivariano.
Consciente de la dureza del hueso chileno, el más que presunto inspirador de la gran movida sindical contra el modelo chileno —o filo-norteamericano si se quiere, de la Escuela de Chicago—, podría haberse estirado lo suyo en la financiación de este desafío social sin precedentes al Gobierno de Bachelet. Parece lo más razonable pensar, sin embargo, que el esfuerzo será finalmente baldío, pese a los previsibles coletazos que son de esperar, tanto por el golpe recibido en el cuello, durante la manifestación, por un senador que andaba por allí, como lo sucedido también a un laureado poeta en la misma desordenada circunstancia.
De todo el mundo hispanoamericano, incluido el México del presidente Calderón, al que las izquierdas todas no le admiten lo ajustado de su victoria electoral, es Chile la nación que con mayor brillantez ha cubierto las condiciones que llevan a consolidar los niveles de desarrollo económico. Aunque socialmente subsistan en la patria de Pablo Neruda problemas significativos de marginación, especialmente entre la población amerindia. Y es justamente por ahí por donde pretende abrir brecha el delegado propósito chavista, que tiene tomado del Comandante de La Habana el truco dialéctico de reemplazar como referente revolucionario al proletariado por el indigenismo.
Tal parece el hilo por el que el chavismo quiera meter baza en las cosas de Chile a través del sindicalismo, de semejante modo a como quiso hacerlo electoralmente en las cosas de Perú. El presidente venezolano tiene en sus sueños hemisféricos de gloria revolucionaria el propio Ande como marco de referencia. Pero, ciertamente, nada tiene que ver este Chile de la socialista Bachelet con el Chile del socialista Salvador Allende. Tampoco con el Ecuador de Rafael Correa o con la Bolivia de Evo Morales, ni con la Nicaragua del resucitado Daniel Ortega. En ciertas cosas todavía hay clases.
jose@javaloyes.net
La murga del chavismo alcanza a Chile José Javaloyes
Que la policía de un Gobierno socialista como el de Chile agaville 400 detenciones al cabo de una manifestación ilegal en las calles de Santiago, en protesta contra “la política neoliberal”, orienta sobre la longitud de onda del populismo chavista en el hemisferio hispanoamericano. La revolución bolivariana, con su menos que encriptado castrismo, parece empeñada aun en cabalgar la cordillera andina, impasible ante el fracaso de su patrocinado Ollanta Humala en las últimas elecciones peruanas, y ajena ante el ridículo internacional cosechado con el reparto de propaganda enlatada tras el catastrófico terremoto de Pisco.
Como si la historia insistiera en repetirse, tras de la ruinosa injerencia del Comandante Castro en la aventura socialista de Salvador Allende —que aliado electoralmente con la Democracia Cristiana de Radomiro Tomic proponía, con su Unidad Popular, hibridar el totalitarismo económico del reparto con la libertad política de la democracia occidental—, el albacea venezolano del comunismo cubano parece haber propiciado las condiciones para que se le mueva socialmente la silla al Gobierno de la presidente Bachelet, nada afecta, al contrario que el argentino Néstor Kichner (“Ernesto” para el presidente Rodríguez), a las retóricas del cambio continental financiadas con la petrochequera del caudillo bolivariano.
Consciente de la dureza del hueso chileno, el más que presunto inspirador de la gran movida sindical contra el modelo chileno —o filo-norteamericano si se quiere, de la Escuela de Chicago—, podría haberse estirado lo suyo en la financiación de este desafío social sin precedentes al Gobierno de Bachelet. Parece lo más razonable pensar, sin embargo, que el esfuerzo será finalmente baldío, pese a los previsibles coletazos que son de esperar, tanto por el golpe recibido en el cuello, durante la manifestación, por un senador que andaba por allí, como lo sucedido también a un laureado poeta en la misma desordenada circunstancia.
De todo el mundo hispanoamericano, incluido el México del presidente Calderón, al que las izquierdas todas no le admiten lo ajustado de su victoria electoral, es Chile la nación que con mayor brillantez ha cubierto las condiciones que llevan a consolidar los niveles de desarrollo económico. Aunque socialmente subsistan en la patria de Pablo Neruda problemas significativos de marginación, especialmente entre la población amerindia. Y es justamente por ahí por donde pretende abrir brecha el delegado propósito chavista, que tiene tomado del Comandante de La Habana el truco dialéctico de reemplazar como referente revolucionario al proletariado por el indigenismo.
Tal parece el hilo por el que el chavismo quiera meter baza en las cosas de Chile a través del sindicalismo, de semejante modo a como quiso hacerlo electoralmente en las cosas de Perú. El presidente venezolano tiene en sus sueños hemisféricos de gloria revolucionaria el propio Ande como marco de referencia. Pero, ciertamente, nada tiene que ver este Chile de la socialista Bachelet con el Chile del socialista Salvador Allende. Tampoco con el Ecuador de Rafael Correa o con la Bolivia de Evo Morales, ni con la Nicaragua del resucitado Daniel Ortega. En ciertas cosas todavía hay clases.
jose@javaloyes.net
Lorenzo Contreras, El PSOE y "la mujer adutera"
viernes 31 de agosto de 2007
El PSOE y ‘la mujer adúltera’ Lorenzo Contreras
Ya se da por seguro que Rosa Díez se lanza a la arena electoral y que, por tanto, en marzo se somete a una temeraria experiencia frente a Zapatero o, si se prefiere, frente al PSOE zapaterista. El ensayo de cambio de la situación en cuanto a la introducciñón de una nueva fuerza política en el marco de relaciones entre partidos, no causa, de entrada, ningún especial optimismo entre sus eventuales adeptos. Hay que tener presente que el electorado español es rígido. En España se votan marcas sobre todo, y mucho menos, o casi nada, ejecutorias políticas. Los programas inspiran poca fe o no interesan simplemente, y, en cambio, el clientelismo electoral se alimenta de una peligrosa inercia. No hace falta subrayar con ningún énfasis que Rosa Díez, si persevera en su aventura, tendría que luchar contra los elementos como la Armada Invencible frente a los ingleses. Los elementos son en este caso el ya citado clientelismo, un sensible grado de indiferentismo ciudadano y una importante ignorancia del peligroso trance que atraviesa la unidad de la patria. Queda flotando al fondo, tal vez, entre los españoles, un patrioterismo inoperante, pero nunca lo bastante un patriotismo sereno y eficiente. Un patriotismo que llame a las cosas por su nombre, que valore la esencia de los hechos y que, en consecuencia, sepa sentenciar frente a la certeza de los riesgos históricos que atravesamos.
Contra esos riesgos, que no hace falta detallar alza su voz la hasta ahora eurodiputada Rosa Díez, a quien los socialistas sumisos, cuya mayoria parece abrumadora, van a lapidar —ya han empezado a hacerlo— por “adulterio” político. Y no es fácil que aparezca nadie recordando a los lapidadotes que deben, por lo menos, guardarse las piedras para una ocasión más noble o para una causa que merezca la pena. Algo que difícilmente harían, siempre con la vista fija en las nóminas o el pensamiento en la comodidad de no tener que pensar demasiado.
Rosa Díez, la “mujer adúltera”, puede mirar a los ojos al batallón de sus ejecutores dialécticos, que no le resistirían un debate cara a cara. Ahora dicen estos pajarracos que la pecadora ha asumido el ideario del PP. O sea, que le atribuyen además un mero sentido de la imitación interesada. Por lo visto, la pura coincidencia en cuestiones elementales va contra el decálogo zapaterista. Para ellos hace mucho tiempo que dejó de tener vigencia el añejo aforismo según el cual la verdad es la verdad, aunque no la diga Agamenón.
Los miembros del Sanedrín zapaterista aseguran que la actitud de Rosa Díez es irrelevante. Y puede que lleven razón en eso. En su fuero interno están persuadidos de que sus clientes electorales no cuestionarán los errores del gran fariseo aunque estén convencidos de que, en efecto, son numerosos. Confían además en que el pagano de la aventura electoral de la pecadora sea precisamente, sobre todo, el mismísimo PP, la formación política que ha tenido la ocurrencia de introducir en su propio seno una polémica sobre el liderazgo de su actual presidente. Todo un gran sentido de la inoportunidad, cuando ZP, el gran veraneante de la política, ofrece flancos vulnerables que, según algunos iluminados, sabría aprovechar maravillosamente un tal Gallardón, ahora reforzado por el padrinazgo del fundador del partido, el insigne Fraga.
Entretanto, en la España de los incendios, no todos ellos forestales, renace una cierta unidad general gracias a la muerte del futbolista Antonio Puerta, algo que el malogrado jugador sevillista jamás habría imaginado. Pero no todo es unidad en lo deportivo. Ahí tenemos a Cataluña compitiendo oficialmente, con marchamo de estado, en un campeonato mundial de fútbol-sala. Ahora bien, eso es todavía mínimo. Ya vendrán otros mundiales, y no de sala, para que nos enteremos, mientras entierran políticamente a la pecadora Rosa Díez.
El PSOE y ‘la mujer adúltera’ Lorenzo Contreras
Ya se da por seguro que Rosa Díez se lanza a la arena electoral y que, por tanto, en marzo se somete a una temeraria experiencia frente a Zapatero o, si se prefiere, frente al PSOE zapaterista. El ensayo de cambio de la situación en cuanto a la introducciñón de una nueva fuerza política en el marco de relaciones entre partidos, no causa, de entrada, ningún especial optimismo entre sus eventuales adeptos. Hay que tener presente que el electorado español es rígido. En España se votan marcas sobre todo, y mucho menos, o casi nada, ejecutorias políticas. Los programas inspiran poca fe o no interesan simplemente, y, en cambio, el clientelismo electoral se alimenta de una peligrosa inercia. No hace falta subrayar con ningún énfasis que Rosa Díez, si persevera en su aventura, tendría que luchar contra los elementos como la Armada Invencible frente a los ingleses. Los elementos son en este caso el ya citado clientelismo, un sensible grado de indiferentismo ciudadano y una importante ignorancia del peligroso trance que atraviesa la unidad de la patria. Queda flotando al fondo, tal vez, entre los españoles, un patrioterismo inoperante, pero nunca lo bastante un patriotismo sereno y eficiente. Un patriotismo que llame a las cosas por su nombre, que valore la esencia de los hechos y que, en consecuencia, sepa sentenciar frente a la certeza de los riesgos históricos que atravesamos.
Contra esos riesgos, que no hace falta detallar alza su voz la hasta ahora eurodiputada Rosa Díez, a quien los socialistas sumisos, cuya mayoria parece abrumadora, van a lapidar —ya han empezado a hacerlo— por “adulterio” político. Y no es fácil que aparezca nadie recordando a los lapidadotes que deben, por lo menos, guardarse las piedras para una ocasión más noble o para una causa que merezca la pena. Algo que difícilmente harían, siempre con la vista fija en las nóminas o el pensamiento en la comodidad de no tener que pensar demasiado.
Rosa Díez, la “mujer adúltera”, puede mirar a los ojos al batallón de sus ejecutores dialécticos, que no le resistirían un debate cara a cara. Ahora dicen estos pajarracos que la pecadora ha asumido el ideario del PP. O sea, que le atribuyen además un mero sentido de la imitación interesada. Por lo visto, la pura coincidencia en cuestiones elementales va contra el decálogo zapaterista. Para ellos hace mucho tiempo que dejó de tener vigencia el añejo aforismo según el cual la verdad es la verdad, aunque no la diga Agamenón.
Los miembros del Sanedrín zapaterista aseguran que la actitud de Rosa Díez es irrelevante. Y puede que lleven razón en eso. En su fuero interno están persuadidos de que sus clientes electorales no cuestionarán los errores del gran fariseo aunque estén convencidos de que, en efecto, son numerosos. Confían además en que el pagano de la aventura electoral de la pecadora sea precisamente, sobre todo, el mismísimo PP, la formación política que ha tenido la ocurrencia de introducir en su propio seno una polémica sobre el liderazgo de su actual presidente. Todo un gran sentido de la inoportunidad, cuando ZP, el gran veraneante de la política, ofrece flancos vulnerables que, según algunos iluminados, sabría aprovechar maravillosamente un tal Gallardón, ahora reforzado por el padrinazgo del fundador del partido, el insigne Fraga.
Entretanto, en la España de los incendios, no todos ellos forestales, renace una cierta unidad general gracias a la muerte del futbolista Antonio Puerta, algo que el malogrado jugador sevillista jamás habría imaginado. Pero no todo es unidad en lo deportivo. Ahí tenemos a Cataluña compitiendo oficialmente, con marchamo de estado, en un campeonato mundial de fútbol-sala. Ahora bien, eso es todavía mínimo. Ya vendrán otros mundiales, y no de sala, para que nos enteremos, mientras entierran políticamente a la pecadora Rosa Díez.
Urbaneja, El fin del modelo ¿que modelo?
viernes 31 de agosto de 2007
El fin del modelo ¿qué modelo? Fernando González Urbaneja
Es frecuente leer (incluso en titulares) y escuchar que el modelo económico español de crecimiento está agotado y que lo que venga no será bueno. Abonados a esa obsesión alguno ha titulado “la desaceleración baja el PIB al 4%. ¡Al 4%! Como si crecer el 4% fuera una birria. A lo largo de los que llevamos de siglo, 26 trimestres, sólo en cuatro trimestres, el pasado incluido, el crecimiento alcanzó el 4% en términos anuales.
Los datos publicados de Contabilidad Nacional para el primer semestre del año han propiciado una corriente de opinión pesimista y crítica que sostiene, por un lado que la economía va a menos, muy a menos, y por otro que es culpa del agotamiento del modelo.
Que la economía vaya a menos en cuanto a ritmo de crecimiento parece razonable, es lo que se viene pronosticando desde hace un par de años: que el siguiente semestre el crecimiento se acercará más a cotas del +3% en términos reales e incluso alguna décima menos. Pero no ha ocurrido hasta ahora. Nadie apostó por un 4% para el primer semestre del 2007 y es una realidad, como lo es el crecimiento del empleo, que suele ser el mejor indicador sintético de lo que ocurre y de lo que apunta.
Ahora, por ejemplo, habrá que prestar mucha atención a los datos de empleo que facilitará Trabajo el lunes o martes, especialmente al detalle de la afiliación a la Seguridad Social a lo largo de este mes. Y más aun a los datos de septiembre que completarán el tercer trimestre del año.
Pero me detengo en la historia del modelo, a esa visión técnica, mecanicista de la economía que pretende que funciona como un reloj o como un circuito de trenes eléctricos bien montado. En realidad no hay modelo y difícilmente puede haberlo. Hay tendencias, hay preferencias, y hay algunas estrategias, que en muchas ocasiones fallan o se ven desbordadas o son inútiles, pero poco más.
Dicen que andamos en un modelo de crecimiento basado en la construcción… Me parece una tontería, aquí nadie se propuso algo semejante o tomó medidas para que así fuera. El dinamismo del sector inmobiliario se basa en un contexto de tipos de interés bajos y dinero abundante (hechos que son externos, inducidos por el euro y por una política monetaria europea) y, fundamentalmente en dos acontecimientos simultáneos como son el crecimiento del empleo local y el de una inmigración que ha ido más allá de lo nadie imaginó.
Pero detrás de esos fenómenos no hay modelos. Eso de los modelos es pretensión infundada, la realidad económica es mucho más fértil y esquiva. Si hubiera que proponer atisbos de un modelo podríamos referirnos a los criterios de convergencia europea: baja inflación, equilibrio presupuestario, estabilidad de la deuda pública, tendencia hacia una mayor competencia y flexibilidad de la economía.
A eso podríamos llamar modelo, o algo parecido a un modelo. Y esa estrategia (Pujol lo explicaba bastante bien en su última entrevista, la concedida a María Antonia Iglesias para El País) es la que se viene aplicando desde 1994, por Solbes y por Rato, por los gobiernos de González, Aznar y Zapatero, con más o menos diligencia e intensidad, pero con sincronía y ajuste a esos objetivos.
El ajuste del sector inmobiliario, la caída en las ventas, el alargamiento en el plazo de las operaciones, el descenso de los precios (que está aun por llegar) son hechos previsibles, incluso deseables, pero no tienen como corolario el derrumbe de la economía. Ni mucho menos.
fgu@apmadrid.es
El fin del modelo ¿qué modelo? Fernando González Urbaneja
Es frecuente leer (incluso en titulares) y escuchar que el modelo económico español de crecimiento está agotado y que lo que venga no será bueno. Abonados a esa obsesión alguno ha titulado “la desaceleración baja el PIB al 4%. ¡Al 4%! Como si crecer el 4% fuera una birria. A lo largo de los que llevamos de siglo, 26 trimestres, sólo en cuatro trimestres, el pasado incluido, el crecimiento alcanzó el 4% en términos anuales.
Los datos publicados de Contabilidad Nacional para el primer semestre del año han propiciado una corriente de opinión pesimista y crítica que sostiene, por un lado que la economía va a menos, muy a menos, y por otro que es culpa del agotamiento del modelo.
Que la economía vaya a menos en cuanto a ritmo de crecimiento parece razonable, es lo que se viene pronosticando desde hace un par de años: que el siguiente semestre el crecimiento se acercará más a cotas del +3% en términos reales e incluso alguna décima menos. Pero no ha ocurrido hasta ahora. Nadie apostó por un 4% para el primer semestre del 2007 y es una realidad, como lo es el crecimiento del empleo, que suele ser el mejor indicador sintético de lo que ocurre y de lo que apunta.
Ahora, por ejemplo, habrá que prestar mucha atención a los datos de empleo que facilitará Trabajo el lunes o martes, especialmente al detalle de la afiliación a la Seguridad Social a lo largo de este mes. Y más aun a los datos de septiembre que completarán el tercer trimestre del año.
Pero me detengo en la historia del modelo, a esa visión técnica, mecanicista de la economía que pretende que funciona como un reloj o como un circuito de trenes eléctricos bien montado. En realidad no hay modelo y difícilmente puede haberlo. Hay tendencias, hay preferencias, y hay algunas estrategias, que en muchas ocasiones fallan o se ven desbordadas o son inútiles, pero poco más.
Dicen que andamos en un modelo de crecimiento basado en la construcción… Me parece una tontería, aquí nadie se propuso algo semejante o tomó medidas para que así fuera. El dinamismo del sector inmobiliario se basa en un contexto de tipos de interés bajos y dinero abundante (hechos que son externos, inducidos por el euro y por una política monetaria europea) y, fundamentalmente en dos acontecimientos simultáneos como son el crecimiento del empleo local y el de una inmigración que ha ido más allá de lo nadie imaginó.
Pero detrás de esos fenómenos no hay modelos. Eso de los modelos es pretensión infundada, la realidad económica es mucho más fértil y esquiva. Si hubiera que proponer atisbos de un modelo podríamos referirnos a los criterios de convergencia europea: baja inflación, equilibrio presupuestario, estabilidad de la deuda pública, tendencia hacia una mayor competencia y flexibilidad de la economía.
A eso podríamos llamar modelo, o algo parecido a un modelo. Y esa estrategia (Pujol lo explicaba bastante bien en su última entrevista, la concedida a María Antonia Iglesias para El País) es la que se viene aplicando desde 1994, por Solbes y por Rato, por los gobiernos de González, Aznar y Zapatero, con más o menos diligencia e intensidad, pero con sincronía y ajuste a esos objetivos.
El ajuste del sector inmobiliario, la caída en las ventas, el alargamiento en el plazo de las operaciones, el descenso de los precios (que está aun por llegar) son hechos previsibles, incluso deseables, pero no tienen como corolario el derrumbe de la economía. Ni mucho menos.
fgu@apmadrid.es
German Yanke, La verdadera ANV
viernes 31 de agosto de 2007
La verdadera ANV Germán Yanke
Dejemos a un lado, por el momento, a la versión vasca de Izquierda Unida, porque su larga marcha hacia la contradicción formal y el liberticidio es merecedora de atención más detallada. Detengámonos hoy en ANV. Sin excesos, con una cierta melancolía, es decir, con la rabia contenida por el tiempo perdido y el recuerdo de las simplezas que se dijeron cuando apareció como segunda marca, o tercera, de Batasuna y se pidió su ilegalización o, al menos, la impugnación de todas las listas presentadas.
Si, recordemos aquello de que el único mal legal eran algunas listas contaminadas, las que tenían alguna persona con vinculación directa con Batasuna. Y toda la verborrea sobre el pasado glorioso de ANV, como seria escisión —laica, izquierdista— del PNV. Sin olvidar los discursos sobre la posibilidad de que “ese mundo” de la Izquierda Abertzale sea el que empuje a ETA al abandono de las armas. Hemos escuchado tantas veces cómo se nos decía, entre la ingenuidad y la indignidad, que no podía ser criminalizada, que precisaba una oportunidad, que no todo es lo mismo, etc.
Pues ahí tenemos a ANV. No entra en su legal ideario condenar la violencia, pero sí enfrentarse a las normas democráticas y al respeto a los requisitos más elementales del Estado de Derecho. ¿Era el dogmatismo su enemigo? Parece que ellos han elegido, como enemigos a amenazar y extorsionar, a los representantes democráticos y la legalidad misma. Ahora, para que se vea hasta qué punto era una tontería aquello de la “implosión” de la Izquierda Abertzale y los distingos de entomólogos, los concejales de ANV organizan en diversos municipios “comisiones” de presos de ETA para analizar la “vulneración” de sus derechos. Es lo más serio que se les ha ocurrido después de insultar y amenazar a ciudadanos y representantes.
Con esta avalancha, el Gobierno dice que, cuando haya pruebas, se iniciarán en su caso el proceso de ilegalización. Se plantea, curiosamente, como una cuestión de eficacia: se va a los tribunales, sólo cuando se va a ganar. Mientras espera, el Gobierno y la Fiscalía deberían reconocer, al menos, que nada de lo que dijeron ha terminado siendo cierto. Se quedaron a medio camino porque estaban confundidos, porque ninguna de las previsiones sobre ANV respondía a la realidad, porque no se podía romper el hilo de un posible y futuro “final dialogado”. El hilo, ya se ve, es una soga.
La verdadera ANV Germán Yanke
Dejemos a un lado, por el momento, a la versión vasca de Izquierda Unida, porque su larga marcha hacia la contradicción formal y el liberticidio es merecedora de atención más detallada. Detengámonos hoy en ANV. Sin excesos, con una cierta melancolía, es decir, con la rabia contenida por el tiempo perdido y el recuerdo de las simplezas que se dijeron cuando apareció como segunda marca, o tercera, de Batasuna y se pidió su ilegalización o, al menos, la impugnación de todas las listas presentadas.
Si, recordemos aquello de que el único mal legal eran algunas listas contaminadas, las que tenían alguna persona con vinculación directa con Batasuna. Y toda la verborrea sobre el pasado glorioso de ANV, como seria escisión —laica, izquierdista— del PNV. Sin olvidar los discursos sobre la posibilidad de que “ese mundo” de la Izquierda Abertzale sea el que empuje a ETA al abandono de las armas. Hemos escuchado tantas veces cómo se nos decía, entre la ingenuidad y la indignidad, que no podía ser criminalizada, que precisaba una oportunidad, que no todo es lo mismo, etc.
Pues ahí tenemos a ANV. No entra en su legal ideario condenar la violencia, pero sí enfrentarse a las normas democráticas y al respeto a los requisitos más elementales del Estado de Derecho. ¿Era el dogmatismo su enemigo? Parece que ellos han elegido, como enemigos a amenazar y extorsionar, a los representantes democráticos y la legalidad misma. Ahora, para que se vea hasta qué punto era una tontería aquello de la “implosión” de la Izquierda Abertzale y los distingos de entomólogos, los concejales de ANV organizan en diversos municipios “comisiones” de presos de ETA para analizar la “vulneración” de sus derechos. Es lo más serio que se les ha ocurrido después de insultar y amenazar a ciudadanos y representantes.
Con esta avalancha, el Gobierno dice que, cuando haya pruebas, se iniciarán en su caso el proceso de ilegalización. Se plantea, curiosamente, como una cuestión de eficacia: se va a los tribunales, sólo cuando se va a ganar. Mientras espera, el Gobierno y la Fiscalía deberían reconocer, al menos, que nada de lo que dijeron ha terminado siendo cierto. Se quedaron a medio camino porque estaban confundidos, porque ninguna de las previsiones sobre ANV respondía a la realidad, porque no se podía romper el hilo de un posible y futuro “final dialogado”. El hilo, ya se ve, es una soga.
A los familiares de Puerta
viernes 31 de agosto de 2007
A los familiares de Puerta
Estimados amigos (ruego me concedáis la licencia en el trato, aunque no os conozca personalmente). Creo poder entender vuestros sentimientos de manera muy cercana. Mi familia también sufrió la pérdida de alguien insustituible en un campo de fútbol. Fue el pasado 6 de mayo, en el Bernabéu, precisamente durante el partido R. Madrid-Sevilla (qué ironía). En concreto, a mi padre, Julio, se le desencadenó súbitamente un derrame cerebral casi al final de la primera parte (ese dichoso 0-1....). Las imágenes de los equipos de emergencia llevando en volandas a Antonio al hospital Virgen del Rocío, necesariamente me trajeron el recuerdo de mi padre, siendo conducido a toda velocidad, por el Sámur del estadio, al hospital de La Paz en Madrid.
Aparte de reabrir una reciente herida, todo esto me ha provocado un sentimiento «agridulce». ¿La parte agria? Obvia. La muerte de un chaval de 22 años con toda una vida por delante y al que su pequeño no podrá conocer en persona. Mi padre tenía 61 años cuando le sobrevino el inesperado desenlace. Aún tenía mucho por hacer, aunque tan sólo mencionaré su devoción por sus nietos: Alejandro (4 añitos) y Cesar (3 añitos), a los que transmitió su pasión por el fútbol, en general, y el R. Madrid, en particular, (tan pequeños y ya habían asistido a unos cuantos partidos en su abono del Bernabéu). Coincido plenamente con la decisión de la directiva de suspender el Trofeo Santiago Bernabéu. Era lo procedente. Lo que lamento es que en el caso de un simple socio y abonado, durante casi 15 años, la atención fuera tan pobre por parte del Club. Solicitamos formalmente un pequeño homenaje, permitiendo que los niños salieran al campo con el equipo o que le dedicaran en el videomarcador un breve mensaje de despedida a mi padre. ¿La respuesta oficial? «Protocolo no lo permite». Ésta es nuestra parte más amarga. Ver la diferencia de comportamiento cuando no hay repercusión mediática por medio. Una gran entidad se debería hacer notar en estos momentos. Pero...
La parte dulce de la situación, desde luego no es tan clara, ya que está escondida en el profundo dolor de estos momentos. Pero existe, y no es otra que saber que Antonio está en un sitio mejor. «El lolo Julio está en el cielo y allí tiene una pantalla como la de un cine para ver los partidos», me dicen los peques. Están convencidos de ello de forma natural, con esa inocencia de los niños que nos hacen ver que hay esperanza entre tanta amargura.
Amigos, no os quepa duda que a Antonio lo han acogido ya sus familiares y amigos que nos dejaron antes. Pero además, seguro que mi padre se habrá hecho un huequecito en el portón de entrada al cielo para darle la bienvenida en persona con un gran abrazo. Y como allí somos ya todos iguales, no me cabe duda de que Antonio se lo habrá devuelto con cariño.
Un abrazo a todos.
Julio Minayo López
Correo electrónico
A los familiares de Puerta
Estimados amigos (ruego me concedáis la licencia en el trato, aunque no os conozca personalmente). Creo poder entender vuestros sentimientos de manera muy cercana. Mi familia también sufrió la pérdida de alguien insustituible en un campo de fútbol. Fue el pasado 6 de mayo, en el Bernabéu, precisamente durante el partido R. Madrid-Sevilla (qué ironía). En concreto, a mi padre, Julio, se le desencadenó súbitamente un derrame cerebral casi al final de la primera parte (ese dichoso 0-1....). Las imágenes de los equipos de emergencia llevando en volandas a Antonio al hospital Virgen del Rocío, necesariamente me trajeron el recuerdo de mi padre, siendo conducido a toda velocidad, por el Sámur del estadio, al hospital de La Paz en Madrid.
Aparte de reabrir una reciente herida, todo esto me ha provocado un sentimiento «agridulce». ¿La parte agria? Obvia. La muerte de un chaval de 22 años con toda una vida por delante y al que su pequeño no podrá conocer en persona. Mi padre tenía 61 años cuando le sobrevino el inesperado desenlace. Aún tenía mucho por hacer, aunque tan sólo mencionaré su devoción por sus nietos: Alejandro (4 añitos) y Cesar (3 añitos), a los que transmitió su pasión por el fútbol, en general, y el R. Madrid, en particular, (tan pequeños y ya habían asistido a unos cuantos partidos en su abono del Bernabéu). Coincido plenamente con la decisión de la directiva de suspender el Trofeo Santiago Bernabéu. Era lo procedente. Lo que lamento es que en el caso de un simple socio y abonado, durante casi 15 años, la atención fuera tan pobre por parte del Club. Solicitamos formalmente un pequeño homenaje, permitiendo que los niños salieran al campo con el equipo o que le dedicaran en el videomarcador un breve mensaje de despedida a mi padre. ¿La respuesta oficial? «Protocolo no lo permite». Ésta es nuestra parte más amarga. Ver la diferencia de comportamiento cuando no hay repercusión mediática por medio. Una gran entidad se debería hacer notar en estos momentos. Pero...
La parte dulce de la situación, desde luego no es tan clara, ya que está escondida en el profundo dolor de estos momentos. Pero existe, y no es otra que saber que Antonio está en un sitio mejor. «El lolo Julio está en el cielo y allí tiene una pantalla como la de un cine para ver los partidos», me dicen los peques. Están convencidos de ello de forma natural, con esa inocencia de los niños que nos hacen ver que hay esperanza entre tanta amargura.
Amigos, no os quepa duda que a Antonio lo han acogido ya sus familiares y amigos que nos dejaron antes. Pero además, seguro que mi padre se habrá hecho un huequecito en el portón de entrada al cielo para darle la bienvenida en persona con un gran abrazo. Y como allí somos ya todos iguales, no me cabe duda de que Antonio se lo habrá devuelto con cariño.
Un abrazo a todos.
Julio Minayo López
Correo electrónico
Javier Moracho, Quiñones, sin limites
viernes 31 de agosto de 2007
Quiñónez, sin límites
POR JAVIER MORACHO
Jackson Quiñónez es el atleta que todo entrenador quisiera tener: disfruta con la competición y no le pone pegas al trabajo. Por eso ayer, con el récord de España y la clasificación para la final de los 110 metros vallas, la alegría fue doble.
No tuvo una buena salida, como en él es habitual, pero después aceleró mejor que de costumbre en sus ocho pasos de entrada a la primera valla. Su técnica, labrada en la escuela cubana y perfeccionada en Lérida, es cada vez más efectiva, lo que le ha permitido mantener un ritmo constante sin dejarse contagiar por los atletas que iban por delante suyo para no atacar demasiado cerca la valla siguiente.
Sus 190 centímetros y el llevar las caderas altas en el ataque le permiten tener poca variación del centro de gravedad en el pase de la valla.
Es un gran competidor y tiene muy buenas cualidades físicas naturales, por lo que con el tiempo podría llegar a bajar el récord nacional posiblemente hasta 13.15. Ayer marcó 13.33.
Aunque ha entrado en la final con el último tiempo, la carrera puede ser accidentada por la tensión y si va a lo suyo podría adelantar posiciones y mejorar de nuevo el récord. Está en forma. Las medallas son un sueño, pero los sueños a veces se hacen realidad, como le ha ocurrido a Mayte Martínez.
Quiñónez, sin límites
POR JAVIER MORACHO
Jackson Quiñónez es el atleta que todo entrenador quisiera tener: disfruta con la competición y no le pone pegas al trabajo. Por eso ayer, con el récord de España y la clasificación para la final de los 110 metros vallas, la alegría fue doble.
No tuvo una buena salida, como en él es habitual, pero después aceleró mejor que de costumbre en sus ocho pasos de entrada a la primera valla. Su técnica, labrada en la escuela cubana y perfeccionada en Lérida, es cada vez más efectiva, lo que le ha permitido mantener un ritmo constante sin dejarse contagiar por los atletas que iban por delante suyo para no atacar demasiado cerca la valla siguiente.
Sus 190 centímetros y el llevar las caderas altas en el ataque le permiten tener poca variación del centro de gravedad en el pase de la valla.
Es un gran competidor y tiene muy buenas cualidades físicas naturales, por lo que con el tiempo podría llegar a bajar el récord nacional posiblemente hasta 13.15. Ayer marcó 13.33.
Aunque ha entrado en la final con el último tiempo, la carrera puede ser accidentada por la tensión y si va a lo suyo podría adelantar posiciones y mejorar de nuevo el récord. Está en forma. Las medallas son un sueño, pero los sueños a veces se hacen realidad, como le ha ocurrido a Mayte Martínez.
Laura Campmany, Romance a Lady Di
viernes 31 de agosto de 2007
Romance de Lady Di
POR LAURA CAMPMANY
Hoy hace justo diez años
nos tuvimos que dormir
con una triste noticia:
había muerto Lady Di.
Aquella chica rebelde,
la estrella del colorín,
penetraba en la leyenda
—tras los pasos de James Dean—
dejando un bello cadáver
y cerrando, con su fin,
la historia de una promesa
que nadie quiso cumplir,
donde se mezclan y bailan
en una especie de twist
la ambición y la inocencia,
la flema y el frenesí,
un llanto como de niña
que se olvidó de reír,
una corona de espinas,
un vestido de organdí,
un olor a podredumbre,
un perfume de jazmín,
camas manchadas de nada,
laberintos de marfil,
tampax, amantes, traiciones,
viajes, leprosos, carmín,
mayordomos indiscretos,
reinas que pierden al bridge,
entrevistas, confesiones,
contraataques de «The Firm»,
un divorcio millonario
a cambio de un «let it be»,
yates que surcan los mares,
citas de amor en el Ritz,
paparazzis implacables,
misteriosas limousines,
un túnel agazapado
bajo el alma de París
esperando a una princesa
ya destinada a morir,
y ese mal gusto que deja,
en la boca, descubrir
que en la vida es casi siempre
Goliat quien vence a David.
Romance de Lady Di
POR LAURA CAMPMANY
Hoy hace justo diez años
nos tuvimos que dormir
con una triste noticia:
había muerto Lady Di.
Aquella chica rebelde,
la estrella del colorín,
penetraba en la leyenda
—tras los pasos de James Dean—
dejando un bello cadáver
y cerrando, con su fin,
la historia de una promesa
que nadie quiso cumplir,
donde se mezclan y bailan
en una especie de twist
la ambición y la inocencia,
la flema y el frenesí,
un llanto como de niña
que se olvidó de reír,
una corona de espinas,
un vestido de organdí,
un olor a podredumbre,
un perfume de jazmín,
camas manchadas de nada,
laberintos de marfil,
tampax, amantes, traiciones,
viajes, leprosos, carmín,
mayordomos indiscretos,
reinas que pierden al bridge,
entrevistas, confesiones,
contraataques de «The Firm»,
un divorcio millonario
a cambio de un «let it be»,
yates que surcan los mares,
citas de amor en el Ritz,
paparazzis implacables,
misteriosas limousines,
un túnel agazapado
bajo el alma de París
esperando a una princesa
ya destinada a morir,
y ese mal gusto que deja,
en la boca, descubrir
que en la vida es casi siempre
Goliat quien vence a David.
Miguel Larrañaga, Ni una confianza
viernes 31 de agosto de 2007
Ni una confianza
POR MIGUEL LARRAÑAGA
Quien sólo vea el resultado final de la sesión de ayer puede llamarse a engaño. Un cierre bueno conseguido en las dos últimas horas gracias al PIB americano y que sirve para disimular una sesión mala de solemnidad.
Aunque algunos digan que el PIB americano ha contribuido a aclarar las dudas del mercado, disiento de esta opinión. Es un buen PIB, pero es del segundo trimestre. Ya había comenzado a llover, pero aún no lo hacía a cántaros, así que confianzas, las justas.
Y volviendo al propio Ibex, antes de que saliera el dato del PIB, la sesión transcurría claramente a la baja, directita hacia la barrera de los 14.100 puntos. Por tanto, falta por contrastar si la reacción de última hora tiene continuidad o queda como un brindis al sol.
Muchas de las compañías más dañadas por las bajadas aprovecharon la nueva corriente para recuperar terreno pero que nadie confunda esto con algo más que un rebote. Cuando vengan mal dadas, seguro que el mercado vuelve a ensañarse con estos valores.
Otra cosa son los valores que vienen mostrando resistencia a la crisis. No me cansaré de citar a Telefónica en este capítulo. La crisis es crisis para todos, pero para la operadora española parece menos crisis. Aún así, ni una confianza.
Ni una confianza
POR MIGUEL LARRAÑAGA
Quien sólo vea el resultado final de la sesión de ayer puede llamarse a engaño. Un cierre bueno conseguido en las dos últimas horas gracias al PIB americano y que sirve para disimular una sesión mala de solemnidad.
Aunque algunos digan que el PIB americano ha contribuido a aclarar las dudas del mercado, disiento de esta opinión. Es un buen PIB, pero es del segundo trimestre. Ya había comenzado a llover, pero aún no lo hacía a cántaros, así que confianzas, las justas.
Y volviendo al propio Ibex, antes de que saliera el dato del PIB, la sesión transcurría claramente a la baja, directita hacia la barrera de los 14.100 puntos. Por tanto, falta por contrastar si la reacción de última hora tiene continuidad o queda como un brindis al sol.
Muchas de las compañías más dañadas por las bajadas aprovecharon la nueva corriente para recuperar terreno pero que nadie confunda esto con algo más que un rebote. Cuando vengan mal dadas, seguro que el mercado vuelve a ensañarse con estos valores.
Otra cosa son los valores que vienen mostrando resistencia a la crisis. No me cansaré de citar a Telefónica en este capítulo. La crisis es crisis para todos, pero para la operadora española parece menos crisis. Aún así, ni una confianza.
Manuel Rodriguez Rivero, Spiderman cojuelo
viernes 31 de agosto de 2007
Spiderman cojuelo
POR M. RODRÍGUEZ. RIVERO
NOS decían que la Naturaleza copiaba al Arte. Ahora sabemos que la Ciencia remeda al Cómic. Leo en las páginas de «Ciencia y Futuro» de este diario -constante fuente de inspiración a las que reitero mi agradecimiento- que está a la vuelta de la esquina la fabricación de un traje o vestimenta integral que, aprovechando la teoría de la atracción molecular de Van der Waast (he consultado Internet, no vayan a creer que escribo a tontas y a locas), y mediante el empleo de nanotubos de carbono en guantes y calzado (¿calcetines o zapatos deportivos?), proporcionaría a sus usuarios las mismas cualidades trepadoras que caracterizan a Spiderman.
Como sin duda ya saben mis improbables lectores, el tímido estudiante Peter Parker, un ciudadano normalito que se oculta tras el superhéroe creado por Stan Lee y Steve Ditko a comienzos de los sesenta, adquirió sus superpoderes a través de la picadura de una araña que había mutado a consecuencia de una explosión nuclear (eran los años del terror atómico). Ahora, y gracias al progreso científico, las cualidades excepcionales del personaje estarían al alcance de todos los que puedan pagarse el traje. Incluidos los políticos.
El deseo de subirse por las paredes (dejemos a un lado por ahora otros significados de la expresión) está documentado en ilustres antecedentes iconográficos y literarios. Entre nosotros, el antepasado más célebre de Spiderman es aquel Diablo Cojuelo imaginado por Vélez de Guevara en la España de Felipe IV, cuando todo el monte ya no era orégano dorado y americano, y lo que Deleito y Piñuela llamó la «mala vida» era simple costumbrismo en una Babilonia madrileña bullente de pícaros, putas, corruptos y arribistas.
Claro que lo que hacía entonces aquel diablillo no era practicar la acrobacia urbana y combatir el mal desde el aire, sino mostrar a Cleofás Leandro Pérez Zambullo, un ingenuo estudiante que todavía no se había caído del guindo (como ven, un Peter Parker avant le comic) lo que se ocultaba tras las paredes y los tejados de la capital. Y esa es, en mi modesta opinión, la más eficaz prestación que nos ofrece el futuro traje.
Lo que me roe la paciencia es que haya que esperar tanto. Imagínense por un momento el extraordinario aprovechamiento que el indumento tendría estos días. Poder trepar por las paredes o los tejados de Génova o de Ferraz y, aprovechando cualquier hueco -una ventana entornada, un intersticio del aparato de aire acondicionado, la salida de humos de la cocina-, observar y escuchar eficazmente y sin necesidad del limosnero off the record las estrategias y tácticas que se van a poner en marcha para promocionar (desde Génova) al nuevo partido «de izquierda nacional» Basta Ya y (desde Ferraz) a la lista de candidatos «progresistas» del PP que deberían acompañar a Rajoy en las próximas elecciones. Imagínense lo que sería poder escuchar las deliberaciones de los obispos -habitualmente circunspectos- cuando se reúnan para comentar la creciente protesta de los colegios católicos por las vociferaciones del Vociferante al que siguen pagando el sueldo. O lo que se dicen (y se hacen) Ibarretxe e Imaz, o Aguirre y Gallardón, o Más y Durán, o Molina y Regàs cuando creen que no les ve ni les oye nadie. Un chollo.
No hace falta ser tan astuto como Zaplana para comprender que ese traje se va a convertir en una imprescindible herramienta en el ejercicio del periodismo y del análisis político. Por eso, y por la cuenta que nos trae, desde aquí me permito solicitar humildemente un esfuerzo económico a nuestro Director y, aún más allá, a los responsables de las pelas en Vocento. Ningún periodista ni colaborador de ABC sin el traje de nanotubos de carbono. Y rápido. Antes de que los adquieran los políticos y se suban por las paredes para saber lo que se cuece en los consejos de redacción de los diarios.
Spiderman cojuelo
POR M. RODRÍGUEZ. RIVERO
NOS decían que la Naturaleza copiaba al Arte. Ahora sabemos que la Ciencia remeda al Cómic. Leo en las páginas de «Ciencia y Futuro» de este diario -constante fuente de inspiración a las que reitero mi agradecimiento- que está a la vuelta de la esquina la fabricación de un traje o vestimenta integral que, aprovechando la teoría de la atracción molecular de Van der Waast (he consultado Internet, no vayan a creer que escribo a tontas y a locas), y mediante el empleo de nanotubos de carbono en guantes y calzado (¿calcetines o zapatos deportivos?), proporcionaría a sus usuarios las mismas cualidades trepadoras que caracterizan a Spiderman.
Como sin duda ya saben mis improbables lectores, el tímido estudiante Peter Parker, un ciudadano normalito que se oculta tras el superhéroe creado por Stan Lee y Steve Ditko a comienzos de los sesenta, adquirió sus superpoderes a través de la picadura de una araña que había mutado a consecuencia de una explosión nuclear (eran los años del terror atómico). Ahora, y gracias al progreso científico, las cualidades excepcionales del personaje estarían al alcance de todos los que puedan pagarse el traje. Incluidos los políticos.
El deseo de subirse por las paredes (dejemos a un lado por ahora otros significados de la expresión) está documentado en ilustres antecedentes iconográficos y literarios. Entre nosotros, el antepasado más célebre de Spiderman es aquel Diablo Cojuelo imaginado por Vélez de Guevara en la España de Felipe IV, cuando todo el monte ya no era orégano dorado y americano, y lo que Deleito y Piñuela llamó la «mala vida» era simple costumbrismo en una Babilonia madrileña bullente de pícaros, putas, corruptos y arribistas.
Claro que lo que hacía entonces aquel diablillo no era practicar la acrobacia urbana y combatir el mal desde el aire, sino mostrar a Cleofás Leandro Pérez Zambullo, un ingenuo estudiante que todavía no se había caído del guindo (como ven, un Peter Parker avant le comic) lo que se ocultaba tras las paredes y los tejados de la capital. Y esa es, en mi modesta opinión, la más eficaz prestación que nos ofrece el futuro traje.
Lo que me roe la paciencia es que haya que esperar tanto. Imagínense por un momento el extraordinario aprovechamiento que el indumento tendría estos días. Poder trepar por las paredes o los tejados de Génova o de Ferraz y, aprovechando cualquier hueco -una ventana entornada, un intersticio del aparato de aire acondicionado, la salida de humos de la cocina-, observar y escuchar eficazmente y sin necesidad del limosnero off the record las estrategias y tácticas que se van a poner en marcha para promocionar (desde Génova) al nuevo partido «de izquierda nacional» Basta Ya y (desde Ferraz) a la lista de candidatos «progresistas» del PP que deberían acompañar a Rajoy en las próximas elecciones. Imagínense lo que sería poder escuchar las deliberaciones de los obispos -habitualmente circunspectos- cuando se reúnan para comentar la creciente protesta de los colegios católicos por las vociferaciones del Vociferante al que siguen pagando el sueldo. O lo que se dicen (y se hacen) Ibarretxe e Imaz, o Aguirre y Gallardón, o Más y Durán, o Molina y Regàs cuando creen que no les ve ni les oye nadie. Un chollo.
No hace falta ser tan astuto como Zaplana para comprender que ese traje se va a convertir en una imprescindible herramienta en el ejercicio del periodismo y del análisis político. Por eso, y por la cuenta que nos trae, desde aquí me permito solicitar humildemente un esfuerzo económico a nuestro Director y, aún más allá, a los responsables de las pelas en Vocento. Ningún periodista ni colaborador de ABC sin el traje de nanotubos de carbono. Y rápido. Antes de que los adquieran los políticos y se suban por las paredes para saber lo que se cuece en los consejos de redacción de los diarios.
Rafael Bardají, Irak, Bush y Teheran
viernes 31 de agosto de 2007
Irak, bush y teherán
POR RAFAEL L. BA
RDAJÍ
Este martes, el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, dio una rueda de prensa en la que dejó claro una de las convicciones que sustenta toda su estrategia. Según sus propias palabras, los Estados Unidos están abocados a dejar Irak sin haber alcanzado ninguno de sus objetivos, creando un total vacío de poder, toda vez que las facciones iraquíes, divididas sin remisión, serán incapaces de ponerse de acuerdo sobre la gobernabilidad del país. Irán, según Ahmadinejad está dispuesto y en condiciones de llenar ese vacío.
Las ambiciones de Teherán no pueden explicarse más claramente. Es más, dan sentido a la permanente intromisión iraní en el día a día de Irak de catastróficas consecuencias. Ninguna otra cosa podía esperarse de armar a milicias opuestas, teledirigir a algunos políticos radicales y alimentar la idea de que Irak debe ser controlado por los chiíes.
El mismo martes llegó la respuesta de la Administración norteamericana. Por un lado la denuncia del propio Bush y su aviso de lo que podría ser la región del Golfo bajo el liderazgo hegemónico del Irán de Mahmud Ahmadinejad. Por otro, la detención en suelo iraquí de ocho ciudadanos iraníes que transportaban un cargamento de armas. No es la primera vez que las fuerzas de la coalición se topan con diplomáticos iraníes alimentando directamente acciones terroristas.
En realidad da igual lo que estuvieran haciendo los iraníes ahora detenidos. El mensaje de la Casa Blanca es también muy claro: lejos de aceptar una derrota, los Estados Unidos creen que pueden pararle los pies a Irán. Se acerca el momento en el que el general Patraeus presente su esperado informe al Congreso norteamericano sobre los resultados de la llamada nueva estrategia estadounidense hacia Irak, y Bush no puede permitirse ningún signo de debilidad.
Con todo, en Washington se sabe que la llave última del futuro de la zona la tiene en estos momentos Arabia Saudí, la única que podría inclinar la balanza hacia uno u otro lado. De ahí el nuevo cortejo vía contratos militares. Habrá que esperar qué les ofrece Irán.
Irak, bush y teherán
POR RAFAEL L. BA
RDAJÍ
Este martes, el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, dio una rueda de prensa en la que dejó claro una de las convicciones que sustenta toda su estrategia. Según sus propias palabras, los Estados Unidos están abocados a dejar Irak sin haber alcanzado ninguno de sus objetivos, creando un total vacío de poder, toda vez que las facciones iraquíes, divididas sin remisión, serán incapaces de ponerse de acuerdo sobre la gobernabilidad del país. Irán, según Ahmadinejad está dispuesto y en condiciones de llenar ese vacío.
Las ambiciones de Teherán no pueden explicarse más claramente. Es más, dan sentido a la permanente intromisión iraní en el día a día de Irak de catastróficas consecuencias. Ninguna otra cosa podía esperarse de armar a milicias opuestas, teledirigir a algunos políticos radicales y alimentar la idea de que Irak debe ser controlado por los chiíes.
El mismo martes llegó la respuesta de la Administración norteamericana. Por un lado la denuncia del propio Bush y su aviso de lo que podría ser la región del Golfo bajo el liderazgo hegemónico del Irán de Mahmud Ahmadinejad. Por otro, la detención en suelo iraquí de ocho ciudadanos iraníes que transportaban un cargamento de armas. No es la primera vez que las fuerzas de la coalición se topan con diplomáticos iraníes alimentando directamente acciones terroristas.
En realidad da igual lo que estuvieran haciendo los iraníes ahora detenidos. El mensaje de la Casa Blanca es también muy claro: lejos de aceptar una derrota, los Estados Unidos creen que pueden pararle los pies a Irán. Se acerca el momento en el que el general Patraeus presente su esperado informe al Congreso norteamericano sobre los resultados de la llamada nueva estrategia estadounidense hacia Irak, y Bush no puede permitirse ningún signo de debilidad.
Con todo, en Washington se sabe que la llave última del futuro de la zona la tiene en estos momentos Arabia Saudí, la única que podría inclinar la balanza hacia uno u otro lado. De ahí el nuevo cortejo vía contratos militares. Habrá que esperar qué les ofrece Irán.
Monica Fernandez Aceytuno, Cementerio de caracolas
viernes 31 de agosto de 2007
Cementerio de caracolas
POR MONICA FERNÁNDEZ-ACEYTUNO
Dan ganas de salir al mar con este día tan azul que ha amanecido hoy, aunque también con algo de frío porque ha dejado durante la noche una suerte de vaho helado en los cristales de las ventanas.
Quisiera salir y nadar hasta una playa adonde no se llega más que en barca, o bajando las escaleras empinadas desde las privilegiadas casas del acantilado por donde caen también los robles y el hinojo marino florecido ahora de amarillo sobre las rocas.
Como si la corriente las hubiera llevado hasta allí para que muriesen todas juntas, a mitad de la orilla, he encontrado un cementerio de caracolas en el que hay nucelas, turritelas y colmillos de mar. Algunas caracolas están rotas y se ve por dentro su pilar central, llamado columela, y es tal la cantidad de caracolas que yacen juntas, que conforman una línea de un metro de ancho y siete de largo sobre la arena y, aunque son pequeñas, tienen todas en la boca los dientes de las caracolas maduras.
Tengo aquí alguna sobre la mesa y siento al mirarla que muero yo también un poco, al no poder salir al mar en este día tan azul.
Cementerio de caracolas
POR MONICA FERNÁNDEZ-ACEYTUNO
Dan ganas de salir al mar con este día tan azul que ha amanecido hoy, aunque también con algo de frío porque ha dejado durante la noche una suerte de vaho helado en los cristales de las ventanas.
Quisiera salir y nadar hasta una playa adonde no se llega más que en barca, o bajando las escaleras empinadas desde las privilegiadas casas del acantilado por donde caen también los robles y el hinojo marino florecido ahora de amarillo sobre las rocas.
Como si la corriente las hubiera llevado hasta allí para que muriesen todas juntas, a mitad de la orilla, he encontrado un cementerio de caracolas en el que hay nucelas, turritelas y colmillos de mar. Algunas caracolas están rotas y se ve por dentro su pilar central, llamado columela, y es tal la cantidad de caracolas que yacen juntas, que conforman una línea de un metro de ancho y siete de largo sobre la arena y, aunque son pequeñas, tienen todas en la boca los dientes de las caracolas maduras.
Tengo aquí alguna sobre la mesa y siento al mirarla que muero yo también un poco, al no poder salir al mar en este día tan azul.
Cesar Alonso, Advierte Rosa Diez
viernes 31 de agosto de 2007
Advierte Rosa Díez
POR CÉSAR ALONSO DE LOS RÍOS
La advertencia más eficaz que cabía imaginar a la política de pactos que viene anunciando Rajoy en relación con los nacionalismos «moderados», ha sido el surgimiento del partido de Rosa Díez. A partir de ahora va a resultar electoralmente muy peligroso para el PP jugar la baza de CiU como futuro socio parlamentario o de gobierno. En este sentido el nacimiento de «Basta Ya» es una buena noticia: es un «basta ya» a la hegemonía de los nacionalismos periféricos, es decir, a la desproporción entre la representación real de estos y la que deberían tener si nuestro sistema electoral no fuera tan absurdo e injusto y tan favorecedor de todo tipo de oportunismos. Por fin, ha surgido una formación política que hace del cambio de modelo electoral una parte sustancial de su programa.
Rosa Díez levanta entusiasmos en el PP aunque no ciertamente en el vasco. Aquí los «populares» no la echan de menos. Para defender la idea de la nación española se bastan ellos solos bajo la dirección de María San Gil. ¿Qué posibilidades electorales tiene entonces Rosa Díez en su propio terreno? A mi entender muy escasas. Allí mandan Patxi López, Eguiguren, Elorza... Los que negocian con ETA. Allí Rosa Díez clama en el desierto. Tampoco parece que en otras partes de España su voz tenga un especial interés para la izquierda, socialista y comunista, fiel seguidora de las tesis plurinacionales que les viene proponiendo Zapatero. ¿Y en relación con el electorado del PP? ¿Puede ser éste un buen caladero para Rosa Díez? Depende de Rajoy. Si de aquí a las elecciones éste sigue vendiendo un pacto de gobierno con CiU, e incluso con el PNV de Imaz, es muy probable que eche a muchos votantes «populares» a los brazos de Rosa Díez.
Mientras Zapatero intenta ahora levantar tímidamente la bandera de España y corregir de alguna manera su imagen antinacional, Rajoy corre el peligro de malgastar lo mejor de su patrimonio al tratar de convencernos de que el futuro pasa por el pacto con los autores del Estatuto catalán. Si esa salida siempre habría merecido el calificativo de temeraria, en estos momentos, después del nacimiento de «Basta Ya», equivaldría a un suicidio.
Advierte Rosa Díez
POR CÉSAR ALONSO DE LOS RÍOS
La advertencia más eficaz que cabía imaginar a la política de pactos que viene anunciando Rajoy en relación con los nacionalismos «moderados», ha sido el surgimiento del partido de Rosa Díez. A partir de ahora va a resultar electoralmente muy peligroso para el PP jugar la baza de CiU como futuro socio parlamentario o de gobierno. En este sentido el nacimiento de «Basta Ya» es una buena noticia: es un «basta ya» a la hegemonía de los nacionalismos periféricos, es decir, a la desproporción entre la representación real de estos y la que deberían tener si nuestro sistema electoral no fuera tan absurdo e injusto y tan favorecedor de todo tipo de oportunismos. Por fin, ha surgido una formación política que hace del cambio de modelo electoral una parte sustancial de su programa.
Rosa Díez levanta entusiasmos en el PP aunque no ciertamente en el vasco. Aquí los «populares» no la echan de menos. Para defender la idea de la nación española se bastan ellos solos bajo la dirección de María San Gil. ¿Qué posibilidades electorales tiene entonces Rosa Díez en su propio terreno? A mi entender muy escasas. Allí mandan Patxi López, Eguiguren, Elorza... Los que negocian con ETA. Allí Rosa Díez clama en el desierto. Tampoco parece que en otras partes de España su voz tenga un especial interés para la izquierda, socialista y comunista, fiel seguidora de las tesis plurinacionales que les viene proponiendo Zapatero. ¿Y en relación con el electorado del PP? ¿Puede ser éste un buen caladero para Rosa Díez? Depende de Rajoy. Si de aquí a las elecciones éste sigue vendiendo un pacto de gobierno con CiU, e incluso con el PNV de Imaz, es muy probable que eche a muchos votantes «populares» a los brazos de Rosa Díez.
Mientras Zapatero intenta ahora levantar tímidamente la bandera de España y corregir de alguna manera su imagen antinacional, Rajoy corre el peligro de malgastar lo mejor de su patrimonio al tratar de convencernos de que el futuro pasa por el pacto con los autores del Estatuto catalán. Si esa salida siempre habría merecido el calificativo de temeraria, en estos momentos, después del nacimiento de «Basta Ya», equivaldría a un suicidio.
German Yanke, Un nuevo partido
viernes 31 de agosto de 2007
Un nuevo partido
POR GERMÁN YANKE
Rosa Díez deja el PSOE, según explica, para defender «con más libertad y eficacia las ideas por las que me afilié hace treinta años». Ya veremos la eficacia, pero en lo de la libertad tiene razón porque en los últimos años el PSOE ha mudado su doctrina y estrategia aunque, hay que reconocerlo, con cierta eficacia. Se ha hablado de un cambio generacional en el partido gubernamental pero, más bien, se trata del triunfo de un sector -mayoritariamente de la generación de José Luís Rodríguez Zapatero, pero no exclusivamente- que, bajo la capa de una meliflua «doctrina republicana», ha cambiado las coordenadas intelectuales del socialismo español dejando arrumbadas la trayectoria de sus antecesores y las resoluciones de sus congresos, incluso aquel en el que el actual presidente del Gobierno fue elegido secretario general enfrentándose entre otros, por cierto, a la propia Rosa Díez.
Si han desaparecido de la escena Francisco Vázquez, Nicolás Redondo, Rodríguez Ibarra y muchos otros, si Alfonso Guerra parece encapsulado en la ironía crítica, si Felipe González dice que Pasqual Maragall no le habría propuesto lo que propuso a Rodríguez Zapatero (y que no habla más de algunas cosas para no favorecer al PP), etc. no es porque todos ellos -y muchos más que no cito- pertenezcan a una generación del pasado, sino porque el PSOE ha cambiado y ha perdido, entre otros signos de identidad, el tradicional concepto de la nación democrática. Aun más, si José Bono sale y entra sabemos muy bien por qué sale (la doctrina) y por qué entra (la eficacia).
Esta pérdida ha llevado al PSOE a replantearse la actitud ante los nacionalismos y, en el caso vasco, la actitud ante la propia ETA. El fiasco de la última se compagina con el entusiasmo por el caos de la otra, como si de un desordenado festejo juvenil se tratara. El dirigente socialista Rodolfo Ares respondió ayer a Rosa Díez que su abandono «no afecta a la política» del PSOE y que venía «defendiendo las tesis del Partido Popular». La eficacia -estar en el poder y sacar adelante proyectos con ayuda de los nacionalistas- no debe ofuscar a la dirección del partido gubernamental: hay un discurso nacional en la izquierda que se ha visto defraudado, que dio origen a Ciudadanos en Cataluña, que va a propiciar el nacimiento de un nuevo partido promovido por Basta Ya!, y que puede ser el germen de la desafección de muchos votantes. De algún modo lo intuyen algunos cuando las críticas del PP al «proceso» o a lo que se ha dado en llamar eufemísticamente la «política territorial» se califican de «electoralista», pero, por el momento, el PSOE parece atrapado en su deriva.
Rosa Díez, tan cuidada antaño por la dirección de un PSOE que no era como el de ahora, tiene, por tanto, razón al quejarse del cambio y preferir defender lo que defendía con tanto corazón fuera del partido. Parece, sin embargo, que lo va a hacer en otro y ahí se va a encontrar, junto al resto de promotores de Basta Ya!, con la complicada cuestión de la eficacia. El sistema electoral no les favorece, salvo debacle de los demás. Son contadas las circunscripciones en las que, en las próximas generales, pueden obtener representación y, en caso de éxito, la presencia en el Congreso de un pequeño puñado de diputados se logrará a cambio de restar votos en la mayoría de provincias. Nada puede oponerse a ello: es una opción respetable, atractiva, avalada con nombres que tienen consideración pública. Ellos tienen derecho a presentarse y los ciudadanos que lo deseen a votarles. Pero es sugerente aventurar cómo puede afectar el nuevo partido al mapa de la política española.
Sin duda conseguirán votos en la izquierda, entre los desencantados, y quizá hasta algunos cuadros del PSOE. Pero, como ocurrió en las autonómicas catalanas con Ciudadanos, el daño electoral puede ser similar en el PP. De hecho (y si recordamos la campaña catalana lo constataremos), la campaña socialista de aislamiento del PP ha tenido sus frutos y es una realidad que un sector de la opinión pública, refractaria al PSOE actual, se resiste a votar al PP. El PSOE ha cambiado y ha perdido, entre otros signos de identidad, el tradicional concepto de la nación democrática, en que no son ni una cosa ni otra.
Naturalmente, sería absurdo que dijeran que son algo ya existente, pero el peso que el PP tiene todavía encima convierte en probable que un cierto voto socialista defraudado -que los populares quieren y, sobre todo, necesitan- podría ir gustoso a la nueva formación. Quizá por ello puedan hacer más daño a la derecha que a la izquierda. Por eso sorprende que un cierto sector del PP celebra esta iniciativa, como antes la de Ciudadanos de Cataluña, con tanto entusiasmo.
Un nuevo partido
POR GERMÁN YANKE
Rosa Díez deja el PSOE, según explica, para defender «con más libertad y eficacia las ideas por las que me afilié hace treinta años». Ya veremos la eficacia, pero en lo de la libertad tiene razón porque en los últimos años el PSOE ha mudado su doctrina y estrategia aunque, hay que reconocerlo, con cierta eficacia. Se ha hablado de un cambio generacional en el partido gubernamental pero, más bien, se trata del triunfo de un sector -mayoritariamente de la generación de José Luís Rodríguez Zapatero, pero no exclusivamente- que, bajo la capa de una meliflua «doctrina republicana», ha cambiado las coordenadas intelectuales del socialismo español dejando arrumbadas la trayectoria de sus antecesores y las resoluciones de sus congresos, incluso aquel en el que el actual presidente del Gobierno fue elegido secretario general enfrentándose entre otros, por cierto, a la propia Rosa Díez.
Si han desaparecido de la escena Francisco Vázquez, Nicolás Redondo, Rodríguez Ibarra y muchos otros, si Alfonso Guerra parece encapsulado en la ironía crítica, si Felipe González dice que Pasqual Maragall no le habría propuesto lo que propuso a Rodríguez Zapatero (y que no habla más de algunas cosas para no favorecer al PP), etc. no es porque todos ellos -y muchos más que no cito- pertenezcan a una generación del pasado, sino porque el PSOE ha cambiado y ha perdido, entre otros signos de identidad, el tradicional concepto de la nación democrática. Aun más, si José Bono sale y entra sabemos muy bien por qué sale (la doctrina) y por qué entra (la eficacia).
Esta pérdida ha llevado al PSOE a replantearse la actitud ante los nacionalismos y, en el caso vasco, la actitud ante la propia ETA. El fiasco de la última se compagina con el entusiasmo por el caos de la otra, como si de un desordenado festejo juvenil se tratara. El dirigente socialista Rodolfo Ares respondió ayer a Rosa Díez que su abandono «no afecta a la política» del PSOE y que venía «defendiendo las tesis del Partido Popular». La eficacia -estar en el poder y sacar adelante proyectos con ayuda de los nacionalistas- no debe ofuscar a la dirección del partido gubernamental: hay un discurso nacional en la izquierda que se ha visto defraudado, que dio origen a Ciudadanos en Cataluña, que va a propiciar el nacimiento de un nuevo partido promovido por Basta Ya!, y que puede ser el germen de la desafección de muchos votantes. De algún modo lo intuyen algunos cuando las críticas del PP al «proceso» o a lo que se ha dado en llamar eufemísticamente la «política territorial» se califican de «electoralista», pero, por el momento, el PSOE parece atrapado en su deriva.
Rosa Díez, tan cuidada antaño por la dirección de un PSOE que no era como el de ahora, tiene, por tanto, razón al quejarse del cambio y preferir defender lo que defendía con tanto corazón fuera del partido. Parece, sin embargo, que lo va a hacer en otro y ahí se va a encontrar, junto al resto de promotores de Basta Ya!, con la complicada cuestión de la eficacia. El sistema electoral no les favorece, salvo debacle de los demás. Son contadas las circunscripciones en las que, en las próximas generales, pueden obtener representación y, en caso de éxito, la presencia en el Congreso de un pequeño puñado de diputados se logrará a cambio de restar votos en la mayoría de provincias. Nada puede oponerse a ello: es una opción respetable, atractiva, avalada con nombres que tienen consideración pública. Ellos tienen derecho a presentarse y los ciudadanos que lo deseen a votarles. Pero es sugerente aventurar cómo puede afectar el nuevo partido al mapa de la política española.
Sin duda conseguirán votos en la izquierda, entre los desencantados, y quizá hasta algunos cuadros del PSOE. Pero, como ocurrió en las autonómicas catalanas con Ciudadanos, el daño electoral puede ser similar en el PP. De hecho (y si recordamos la campaña catalana lo constataremos), la campaña socialista de aislamiento del PP ha tenido sus frutos y es una realidad que un sector de la opinión pública, refractaria al PSOE actual, se resiste a votar al PP. El PSOE ha cambiado y ha perdido, entre otros signos de identidad, el tradicional concepto de la nación democrática, en que no son ni una cosa ni otra.
Naturalmente, sería absurdo que dijeran que son algo ya existente, pero el peso que el PP tiene todavía encima convierte en probable que un cierto voto socialista defraudado -que los populares quieren y, sobre todo, necesitan- podría ir gustoso a la nueva formación. Quizá por ello puedan hacer más daño a la derecha que a la izquierda. Por eso sorprende que un cierto sector del PP celebra esta iniciativa, como antes la de Ciudadanos de Cataluña, con tanto entusiasmo.
Quiñonero, Doña Rosa y el servicio
viernes 31 de agosto de 2007
Doña rosa y el servicio
POR JUAN PEDRO QUIÑONERO
EL escándalo de la Biblioteca Nacional precipitado por Rosa Regàs degrada la imagen de España en las Américas.
En Buenos Aires, Clarín y La Nación publican largas crónicas informativas. El tema apasiona a los lectores, cuyo debate, en el hilo de La Nación, ha tomado proporciones muy coloristas. Algunas opiniones: «La señora directora no es muy querida por nadie. Su personalidad es muy desagradable» (...) «Todo parece un nuevo conflicto entre Cataluña y Madrid» (...) «Yo pensé que sólo los intelectuales argentinos eran tan soberbios, ególatras y elitistas» (...) «Esa escritora se las da de «finoli», por ser europea. Pero España está en Europa por casualidad. El resto de los europeos ven a los españoles como ciudadanos de segunda. No por nada, «Señora Regàs» es un anagrama de «Ser Grasa»». Y, así, a lo largo de decenas y decenas de comentarios...
Víctima la imagen de España de tales desdichas, la inmigración también se percibe con flecos de mala gestión gubernamental. Inter Press Service distribuye una crónica de Tito Drago que lleva este título: «España, un buen ejemplo a evitar». En París, Les Echos cuenta cómo la inmigración vuelve a enturbiar las relaciones con Francia.
En Londres, Financial Times teme que la economía nacional se esté «enfriando». Y destaca una carta de Gerardo de Caz Esteso, que comienza y termina con este juicio sumarísimo: «Zapatero es el primer presidente de la España democrática».
Juan Pedro Quiñonero
Doña rosa y el servicio
POR JUAN PEDRO QUIÑONERO
EL escándalo de la Biblioteca Nacional precipitado por Rosa Regàs degrada la imagen de España en las Américas.
En Buenos Aires, Clarín y La Nación publican largas crónicas informativas. El tema apasiona a los lectores, cuyo debate, en el hilo de La Nación, ha tomado proporciones muy coloristas. Algunas opiniones: «La señora directora no es muy querida por nadie. Su personalidad es muy desagradable» (...) «Todo parece un nuevo conflicto entre Cataluña y Madrid» (...) «Yo pensé que sólo los intelectuales argentinos eran tan soberbios, ególatras y elitistas» (...) «Esa escritora se las da de «finoli», por ser europea. Pero España está en Europa por casualidad. El resto de los europeos ven a los españoles como ciudadanos de segunda. No por nada, «Señora Regàs» es un anagrama de «Ser Grasa»». Y, así, a lo largo de decenas y decenas de comentarios...
Víctima la imagen de España de tales desdichas, la inmigración también se percibe con flecos de mala gestión gubernamental. Inter Press Service distribuye una crónica de Tito Drago que lleva este título: «España, un buen ejemplo a evitar». En París, Les Echos cuenta cómo la inmigración vuelve a enturbiar las relaciones con Francia.
En Londres, Financial Times teme que la economía nacional se esté «enfriando». Y destaca una carta de Gerardo de Caz Esteso, que comienza y termina con este juicio sumarísimo: «Zapatero es el primer presidente de la España democrática».
Juan Pedro Quiñonero
Ferrand, ¿Rajoy quiere ganar?
vieres 31 de agosto de 2007
¿Rajoy quiere ganar?
POR M. MARTÍN FERRAND
CUANDO el PP quiere oscurecer sus mensajes y procurar que no resulten comprensibles sus decisiones, suele hablarnos a través de Gabriel Elorriaga, una de esas lumbreras que anidan en los partidos políticos y cuyo mérito reside en no haber cometido nunca ningún error a base de no haber intentado jamás ninguna conquista. No es mal método. No genera entusiasmos, pero tampoco promueve rechazos. Ahora, cuando tras las vacaciones Mariano Rajoy ha vuelto a su despacho, parece obligado a demostrar actividad y, ¡zas!, Elorriaga nos anuncia una convención del PP para el mes de enero. Las convenciones de los partidos políticos en los que no hay vida más allá de su aparato no son como el Juicio Final. Ni los ángeles tocan la trompeta ni sucede nada extraordinario. Sólo ocurre que, multitudinariamente reunidos, se alaba al jefe y, entregados a la autocomplacencia, se entonan hurras y cánticos entusiastas.
Cuando los partidos quieren hacer, o decir, algo enjundioso y trascendente organizan congresos; pero eso, que exige cambios en la cúpula y análisis en los postulados, es una lata. Tiende a poner en evidencia la falta de democracia interna que, contra el mandato constitucional y en perjuicio del espíritu representativo, experimentan los grupos que, con mayor o menor éxito, ocupan los Parlamentos. Rajoy acudirá a las próximas elecciones con el mismo equipo directivo con el que perdió las anteriores. Podría tratarse de un heroico ejercicio de humildad, de una valiosa muestra de perseverancia o, más sencillamente, de un nuevo caso de la españolísima aceptación de lo malo conocido y el rechazo a lo bueno por conocer.
Una convención en vísperas electorales puede ser una pirueta propagandística capaz de mover voluntades indecisas y afianzar criterios dubitativos, pero si sale el tiro por la culata, algo que depende más del estado de la escopeta que de puntería del tirador, es una ocasión magnífica, por la exhibición de las contradicciones internas, para el lucimiento de los adversarios. En ocasiones como esta parece que Rajoy y sus sabios de cabecera no buscan la victoria en las próximas legislativas. En la oposición, sin responsabilidades mayores, se vive tranquilo y quedan para los demás los sobresaltos. Ser heredero de una política hueca, meramente gestual, como la desarrollada hasta ahora por José Luis Rodríguez Zapatero, no es una bicoca; pero, ¿en qué consiste el juego democrático?
Rajoy, que no es un tiburón de la política, avanza, cuando no retrocede, despacito y acompañado de rémoras. Eso está muy bien para un acuario, pero en el océano de la realidad parece temerario. Las rémoras abandonarán la formación cuando la sustancia nutricia sea escasa y, para entonces, ya habrá cundido el desánimo entre quienes, en el centro del PP, saben, quieren, pueden y esperan turno mientras el líder dilucida si es mejor no hacer nada o estarse quieto.
¿Rajoy quiere ganar?
POR M. MARTÍN FERRAND
CUANDO el PP quiere oscurecer sus mensajes y procurar que no resulten comprensibles sus decisiones, suele hablarnos a través de Gabriel Elorriaga, una de esas lumbreras que anidan en los partidos políticos y cuyo mérito reside en no haber cometido nunca ningún error a base de no haber intentado jamás ninguna conquista. No es mal método. No genera entusiasmos, pero tampoco promueve rechazos. Ahora, cuando tras las vacaciones Mariano Rajoy ha vuelto a su despacho, parece obligado a demostrar actividad y, ¡zas!, Elorriaga nos anuncia una convención del PP para el mes de enero. Las convenciones de los partidos políticos en los que no hay vida más allá de su aparato no son como el Juicio Final. Ni los ángeles tocan la trompeta ni sucede nada extraordinario. Sólo ocurre que, multitudinariamente reunidos, se alaba al jefe y, entregados a la autocomplacencia, se entonan hurras y cánticos entusiastas.
Cuando los partidos quieren hacer, o decir, algo enjundioso y trascendente organizan congresos; pero eso, que exige cambios en la cúpula y análisis en los postulados, es una lata. Tiende a poner en evidencia la falta de democracia interna que, contra el mandato constitucional y en perjuicio del espíritu representativo, experimentan los grupos que, con mayor o menor éxito, ocupan los Parlamentos. Rajoy acudirá a las próximas elecciones con el mismo equipo directivo con el que perdió las anteriores. Podría tratarse de un heroico ejercicio de humildad, de una valiosa muestra de perseverancia o, más sencillamente, de un nuevo caso de la españolísima aceptación de lo malo conocido y el rechazo a lo bueno por conocer.
Una convención en vísperas electorales puede ser una pirueta propagandística capaz de mover voluntades indecisas y afianzar criterios dubitativos, pero si sale el tiro por la culata, algo que depende más del estado de la escopeta que de puntería del tirador, es una ocasión magnífica, por la exhibición de las contradicciones internas, para el lucimiento de los adversarios. En ocasiones como esta parece que Rajoy y sus sabios de cabecera no buscan la victoria en las próximas legislativas. En la oposición, sin responsabilidades mayores, se vive tranquilo y quedan para los demás los sobresaltos. Ser heredero de una política hueca, meramente gestual, como la desarrollada hasta ahora por José Luis Rodríguez Zapatero, no es una bicoca; pero, ¿en qué consiste el juego democrático?
Rajoy, que no es un tiburón de la política, avanza, cuando no retrocede, despacito y acompañado de rémoras. Eso está muy bien para un acuario, pero en el océano de la realidad parece temerario. Las rémoras abandonarán la formación cuando la sustancia nutricia sea escasa y, para entonces, ya habrá cundido el desánimo entre quienes, en el centro del PP, saben, quieren, pueden y esperan turno mientras el líder dilucida si es mejor no hacer nada o estarse quieto.
Ignacio Camacho, Las malestas de Rosa Diez
viernes 31 de agosto de 2007
Las maletas de Rosa Díez
QUÉ gran número dos sería Rosa Díez en una candidatura encabezada por Mariano Rajoy. Qué gran fichaje para cerrar con imaginatividad y arrojo los absurdos debates sobre Rato o Gallardón y componer un equipo ganador a lo Sarkozy, un proyecto de cambio reformista avalado por la derecha liberal y respaldado por una izquierda razonable y valiente, encontradas en el territorio común de la firmeza nacional y el constitucionalismo. Pero no resulta probable, por desgracia, aunque tampoco es imposible que Rajoy haya acariciado la idea. Ocurre sin embargo que esto no es Francia (ni Rajoy es Sarko, para qué nos vamos a engañar), donde la derecha lleva dos siglos desprendida de adherencias confesionales, y donde la izquierda comienza a soltar lastre de sus propios prejuicios dogmáticos. Y que en nuestra política aún impera un excesivo fulanismo personalista que contamina las ideas y nubla de prejuicios el debate de los programas.
De modo que Rosa, la valerosa, rebelde y cimarrona Rosa Díez, irá si nadie lo remedia a las elecciones por su cuenta, jugando a ser bisagra de una puerta de dos caras tan opuestas que sus goznes chirrían en el más agudo de los desencuentros. Le separa del PSOE su concepción antinacionalista, su bizarra defensa de la dignidad frente al chantaje del terrorismo y los soberanismos excluyentes, y le aleja del PP un incómodo escrúpulo sobre sus concepciones sociales. Sus treinta años de militancia socialista le impiden a su conciencia un salto transversal directo. Pero llegará un momento en que, si la aventura electoral de Basta Ya sale aceptablemente bien, tendrá que elegir y mancharse las manos con una opción de pacto, o de acuerdo, o de respaldo, o de apoyo. Y hoy por hoy, lo que importa de verdad en el debate político español no son los derechos de los homosexuales, el programa de Educación para la Ciudadanía o los porcentajes de reducción fiscal, sino la actitud ante la cuestión esencial de España, del modelo constitucional, de la resistencia ante el chantaje y de la pervivencia de una nación de ciudadanos iguales frente a la tentación de una comunidad de territorios diferentes.
Hasta que llegue ese momento decisivo, la peripecia tercerista tendrá el encanto esperanzado de la novedad entre el hastío trincherizo de esta batalla goyesca de gigantes inmóviles dándose garrotazos, que ha generado un espacio de descontento tan evidente como para convertirse en un apreciable banco de pesca electoral. Rosa Díez, a quien yo he visto salir a menudo aclamada por el público de Telemadrid, puede quitarle votos a la derecha si se presenta en la capital, o llevarse las simpatías y el sufragio de gran parte de la izquierda constitucionalista vasca si opta por una candidatura en su tierra. La cuestión no es a costa de quién va a armar su propio equipaje, que será sin duda a cuenta de quien más se lo merezca, sino que más pronto o más tarde tendrá que colocarlo en un armario prestado. Pero en política, como en todos los viajes, las maletas parecen siempre más pequeñas después de haberlas deshecho.
Las maletas de Rosa Díez
QUÉ gran número dos sería Rosa Díez en una candidatura encabezada por Mariano Rajoy. Qué gran fichaje para cerrar con imaginatividad y arrojo los absurdos debates sobre Rato o Gallardón y componer un equipo ganador a lo Sarkozy, un proyecto de cambio reformista avalado por la derecha liberal y respaldado por una izquierda razonable y valiente, encontradas en el territorio común de la firmeza nacional y el constitucionalismo. Pero no resulta probable, por desgracia, aunque tampoco es imposible que Rajoy haya acariciado la idea. Ocurre sin embargo que esto no es Francia (ni Rajoy es Sarko, para qué nos vamos a engañar), donde la derecha lleva dos siglos desprendida de adherencias confesionales, y donde la izquierda comienza a soltar lastre de sus propios prejuicios dogmáticos. Y que en nuestra política aún impera un excesivo fulanismo personalista que contamina las ideas y nubla de prejuicios el debate de los programas.
De modo que Rosa, la valerosa, rebelde y cimarrona Rosa Díez, irá si nadie lo remedia a las elecciones por su cuenta, jugando a ser bisagra de una puerta de dos caras tan opuestas que sus goznes chirrían en el más agudo de los desencuentros. Le separa del PSOE su concepción antinacionalista, su bizarra defensa de la dignidad frente al chantaje del terrorismo y los soberanismos excluyentes, y le aleja del PP un incómodo escrúpulo sobre sus concepciones sociales. Sus treinta años de militancia socialista le impiden a su conciencia un salto transversal directo. Pero llegará un momento en que, si la aventura electoral de Basta Ya sale aceptablemente bien, tendrá que elegir y mancharse las manos con una opción de pacto, o de acuerdo, o de respaldo, o de apoyo. Y hoy por hoy, lo que importa de verdad en el debate político español no son los derechos de los homosexuales, el programa de Educación para la Ciudadanía o los porcentajes de reducción fiscal, sino la actitud ante la cuestión esencial de España, del modelo constitucional, de la resistencia ante el chantaje y de la pervivencia de una nación de ciudadanos iguales frente a la tentación de una comunidad de territorios diferentes.
Hasta que llegue ese momento decisivo, la peripecia tercerista tendrá el encanto esperanzado de la novedad entre el hastío trincherizo de esta batalla goyesca de gigantes inmóviles dándose garrotazos, que ha generado un espacio de descontento tan evidente como para convertirse en un apreciable banco de pesca electoral. Rosa Díez, a quien yo he visto salir a menudo aclamada por el público de Telemadrid, puede quitarle votos a la derecha si se presenta en la capital, o llevarse las simpatías y el sufragio de gran parte de la izquierda constitucionalista vasca si opta por una candidatura en su tierra. La cuestión no es a costa de quién va a armar su propio equipaje, que será sin duda a cuenta de quien más se lo merezca, sino que más pronto o más tarde tendrá que colocarlo en un armario prestado. Pero en política, como en todos los viajes, las maletas parecen siempre más pequeñas después de haberlas deshecho.
Antinio Burgos, Una esquela por un gol
viernes 31 de agosto de 2007
Una esquela por un gol
POR ANTONIO BURGOS
NO es muerte todo lo que reluce entre los lutos tipográficos de una esquela de defunción. Hay mucha vida en las esquelas mortuorias. La esquela es un género literario, aunque ningún aspirante a crítico literario le haya dedicado una tesis doctoral. Un género con miles de lectores. Dime cuántas esquelas trae tu periódico y te diré cuál es su penetración en el mercado. Una buena esquela no sólo te dice qué señor se ha quitado del tabaco o qué señora no tiene que ir más a la peluquería. Delata el bollo de los que metieron al muerto en el hoyo de la esquela. Los lectores de esquelas tienen algo de seguidores de Agatha Christie o de Simenón. En cuanto leen la esquela, como una novela policiaca, por cómo figuran las nueras y los yernos, saben por dónde se va a armar la de Troya en el reparto de la herencia. Por no hablar de la esquela de la otra, la otra, que pone fecha por dentro a la muerte del querindongo. O de la legítima, que sigue proclamando en la esquela que ella es la verdadera esposa ante los ojos de Dios. O las esquelas de algunos diarios que las regalan, donde vienen las papeletas de quienes literalmente no tienen dónde caerse muertos. Lo que en vez de atraer lectores, como pretenden, los aleja. Se lo oí a una gran lectora de esquelas de toda la vida, de toda la muerte:
-Vamos a dejar de comprar ese periódico, porque trae las esquelas de unos muertos a los que no conocemos de nada.
Como empedernido lector de esquelas y zahorí de las novelas que llevan dentro, estoy encantado con el último servicio que el ya mítico Antonio Puerta ha hecho al enriquecimiento de este género obituario de peaje. Dije que Puerta tenía planta de capitán de los Tercios de Flandes en una novela de Pérez Reverte. La esquela del Schalke lo confirma. Puerta era grande en la España donde su muerte ha unido al Sevilla con el Betis y ha vestido con su camiseta del 16 al Barsa. Y era también, como el emperador Carlos, quinto de Alemania. Con el gol que cambió la historia del club, Puerta metió al Sevilla en su primera Copa de la UEFA. Hazaña mítica que merecía un Velázquez que la pintara, en plan cuadro de las lanzas. Tal pintura ha llegado. No con pinceles españoles, sino con el generoso brochazo de los germanos derrotados. Puerta, el vencedor del Schalke 04, ha merecido hasta los honores de aquellos a los que derrotó. Como nadie se muere hasta que su esquela viene en el ABC, ahora es cuando de verdad ha muerto Puerta y nacido su leyenda. Leyenda germana, que requiere música de Wagner.
El F.C. Schalke 04 le ha puesto a la mítica Zurda de Diamante una esquela en el ABC de Sevilla y es como si el cuadro de las lanzas hubiera sido pintado no por el paisano de Puerta, sino por los vencidos en Breda, mojando la punta de sus picas en los tinteros del honor del campo de batalla. Los alemanes son tan cuadriculados y perfectos que cuando se ponen a hacer coches, sacan el Mercedes. Cuando les da por dictadores, no se andan con chiquitas de Mussolini, sacan a Hitler. Metidos en la globalización, inventan y mangonean el Banco Central Europeo. Y puestos a redactar esquelas, chapó, les sale la esquela de Puerta: «La noticia del fallecimiento de Antonio Puerta ha afectado al Consejo de Administración, Cuerpo Técnico, Jugadores y Seguidores del Schalke 04 profundamente. De una manera entristecedora apreciamos que hay cosas mucho más importantes que un partido de fútbol. Antonio Puerta ha dejado huellas en la historia de nuestro Club. En 2006 nuestros equipos jugaron la semifinal de la copa de la UEFA. A pesar de la derrota, el Schalke 04 quedó realmente impresionado por el ambiente y la hospitalidad que vivió en Sevilla y que todavía hoy se recuerda. Este duelo apasionante se decidió sólo por un gol formidable. Antonio Puerta fue su autor. El Consejo de Administración, Cuerpo Técnico, Jugadores, Empleados y Seguidores del Schalke 04 ruegan una oración».
¿Cómo se dice oooooooooolé en alemán? Es lo que se merece la esquela del Schalke, la estela funeraria del gol de Puerta al Schalke. Un ole de grande como aquel gol del Mito Puerta que cambió la historia del Sevilla F.C. y que ahora, tras unir en el dolor a béticos y sevillistas, ha hecho que los alemanes pinten en una esquela el más noble cuadro futbolístico de las lanzas.
Una esquela por un gol
POR ANTONIO BURGOS
NO es muerte todo lo que reluce entre los lutos tipográficos de una esquela de defunción. Hay mucha vida en las esquelas mortuorias. La esquela es un género literario, aunque ningún aspirante a crítico literario le haya dedicado una tesis doctoral. Un género con miles de lectores. Dime cuántas esquelas trae tu periódico y te diré cuál es su penetración en el mercado. Una buena esquela no sólo te dice qué señor se ha quitado del tabaco o qué señora no tiene que ir más a la peluquería. Delata el bollo de los que metieron al muerto en el hoyo de la esquela. Los lectores de esquelas tienen algo de seguidores de Agatha Christie o de Simenón. En cuanto leen la esquela, como una novela policiaca, por cómo figuran las nueras y los yernos, saben por dónde se va a armar la de Troya en el reparto de la herencia. Por no hablar de la esquela de la otra, la otra, que pone fecha por dentro a la muerte del querindongo. O de la legítima, que sigue proclamando en la esquela que ella es la verdadera esposa ante los ojos de Dios. O las esquelas de algunos diarios que las regalan, donde vienen las papeletas de quienes literalmente no tienen dónde caerse muertos. Lo que en vez de atraer lectores, como pretenden, los aleja. Se lo oí a una gran lectora de esquelas de toda la vida, de toda la muerte:
-Vamos a dejar de comprar ese periódico, porque trae las esquelas de unos muertos a los que no conocemos de nada.
Como empedernido lector de esquelas y zahorí de las novelas que llevan dentro, estoy encantado con el último servicio que el ya mítico Antonio Puerta ha hecho al enriquecimiento de este género obituario de peaje. Dije que Puerta tenía planta de capitán de los Tercios de Flandes en una novela de Pérez Reverte. La esquela del Schalke lo confirma. Puerta era grande en la España donde su muerte ha unido al Sevilla con el Betis y ha vestido con su camiseta del 16 al Barsa. Y era también, como el emperador Carlos, quinto de Alemania. Con el gol que cambió la historia del club, Puerta metió al Sevilla en su primera Copa de la UEFA. Hazaña mítica que merecía un Velázquez que la pintara, en plan cuadro de las lanzas. Tal pintura ha llegado. No con pinceles españoles, sino con el generoso brochazo de los germanos derrotados. Puerta, el vencedor del Schalke 04, ha merecido hasta los honores de aquellos a los que derrotó. Como nadie se muere hasta que su esquela viene en el ABC, ahora es cuando de verdad ha muerto Puerta y nacido su leyenda. Leyenda germana, que requiere música de Wagner.
El F.C. Schalke 04 le ha puesto a la mítica Zurda de Diamante una esquela en el ABC de Sevilla y es como si el cuadro de las lanzas hubiera sido pintado no por el paisano de Puerta, sino por los vencidos en Breda, mojando la punta de sus picas en los tinteros del honor del campo de batalla. Los alemanes son tan cuadriculados y perfectos que cuando se ponen a hacer coches, sacan el Mercedes. Cuando les da por dictadores, no se andan con chiquitas de Mussolini, sacan a Hitler. Metidos en la globalización, inventan y mangonean el Banco Central Europeo. Y puestos a redactar esquelas, chapó, les sale la esquela de Puerta: «La noticia del fallecimiento de Antonio Puerta ha afectado al Consejo de Administración, Cuerpo Técnico, Jugadores y Seguidores del Schalke 04 profundamente. De una manera entristecedora apreciamos que hay cosas mucho más importantes que un partido de fútbol. Antonio Puerta ha dejado huellas en la historia de nuestro Club. En 2006 nuestros equipos jugaron la semifinal de la copa de la UEFA. A pesar de la derrota, el Schalke 04 quedó realmente impresionado por el ambiente y la hospitalidad que vivió en Sevilla y que todavía hoy se recuerda. Este duelo apasionante se decidió sólo por un gol formidable. Antonio Puerta fue su autor. El Consejo de Administración, Cuerpo Técnico, Jugadores, Empleados y Seguidores del Schalke 04 ruegan una oración».
¿Cómo se dice oooooooooolé en alemán? Es lo que se merece la esquela del Schalke, la estela funeraria del gol de Puerta al Schalke. Un ole de grande como aquel gol del Mito Puerta que cambió la historia del Sevilla F.C. y que ahora, tras unir en el dolor a béticos y sevillistas, ha hecho que los alemanes pinten en una esquela el más noble cuadro futbolístico de las lanzas.
Financiacion realista para las vacunas
viernes 31 de agosto de 20007
Financiación realista para las vacunas
EL cambio de titular en el Ministerio de Sanidad y Consumo trae consigo nuevos enfoques sobre la vacuna contra el virus del papiloma humano. Así como Elena Salgado mostró siempre sus reticencias debido al alto coste del producto, Bernat Soria anuncia que se autorizará el fármaco a partir de septiembre y está previsto que el Ministerio y las comunidades autónomas decidan en el correspondiente Consejo Interterritorial si la vacunación se incluye en el Sistema Nacional de Salud. Desde el punto de vista de la política sanitaria resulta muy aconsejable la universalización de esta medida preventiva y lo ideal sería, sin duda, que pudiera incorporarse al calendario general de vacunas. La decisión sobre la edad en la que es procedente vacunar a las niñas es una cuestión técnica que los expertos deben analizar con criterios estrictamente científicos. Sin embargo, el coste del producto es ya una decisión política y financiera, que exige un acuerdo de fondo entre la Administración del Estado, las comunidades autónomas y el sector de la industria farmacéutica. La capacidad negociadora del nuevo ministro se pondrá a prueba en un terreno complejo, donde a veces priman intereses egoístas que resultan siempre perjudiciales para el bienestar de los ciudadanos. En todo caso, una solución razonable requiere sacrificios por parte de todos los implicados y así lo exige la opinión pública, sobre la base de que la propia Constitución -en su artículo 43- reconoce el derecho a la salud y obliga a los poderes públicos a desarrollar medidas preventivas y a organizar las prestaciones y servicios necesarios.
En todo caso, los políticos no pueden manejar a su antojo las cifras en una materia tan sensible. Ahora el Ministerio dice que el cálculo anunciado por Elena Salgado era una estimación «por lo alto». Bernat Soria se va al extremo opuesto y promete que las vacunas tendrán el precio más bajo de Europa, menos de 200 euros, cuando en otros países el coste se sitúa claramente por encima de 300 euros. Es imprescindible que los datos se aclaren cuanto antes y que alguien explique las razones de este súbito abaratamiento de una prestación que debe ser puesta en práctica con el más absoluto rigor y dentro de los márgenes posibles en el plano financiero. La salud no es materia propicia para las promesas electorales. Las decisiones que se adopten en los próximos meses van a influir en el futuro sanitario de muchos miles de niñas españolas y no es cuestión de suscitar expectativas que no se puedan cumplir. Tampoco se debe, por supuesto, administrar de forma rácana el dinero público en una cuestión tan delicada. Por eso, si hace falta gastar 40 millones de euros para la vacuna del papiloma habrá que buscar la manera más apropiada para financiarla. La solución pasa por una voluntad política sensata y realista, con la mirada puesta en el futuro y no en ventajas publicitarias a corto plazo.
Financiación realista para las vacunas
EL cambio de titular en el Ministerio de Sanidad y Consumo trae consigo nuevos enfoques sobre la vacuna contra el virus del papiloma humano. Así como Elena Salgado mostró siempre sus reticencias debido al alto coste del producto, Bernat Soria anuncia que se autorizará el fármaco a partir de septiembre y está previsto que el Ministerio y las comunidades autónomas decidan en el correspondiente Consejo Interterritorial si la vacunación se incluye en el Sistema Nacional de Salud. Desde el punto de vista de la política sanitaria resulta muy aconsejable la universalización de esta medida preventiva y lo ideal sería, sin duda, que pudiera incorporarse al calendario general de vacunas. La decisión sobre la edad en la que es procedente vacunar a las niñas es una cuestión técnica que los expertos deben analizar con criterios estrictamente científicos. Sin embargo, el coste del producto es ya una decisión política y financiera, que exige un acuerdo de fondo entre la Administración del Estado, las comunidades autónomas y el sector de la industria farmacéutica. La capacidad negociadora del nuevo ministro se pondrá a prueba en un terreno complejo, donde a veces priman intereses egoístas que resultan siempre perjudiciales para el bienestar de los ciudadanos. En todo caso, una solución razonable requiere sacrificios por parte de todos los implicados y así lo exige la opinión pública, sobre la base de que la propia Constitución -en su artículo 43- reconoce el derecho a la salud y obliga a los poderes públicos a desarrollar medidas preventivas y a organizar las prestaciones y servicios necesarios.
En todo caso, los políticos no pueden manejar a su antojo las cifras en una materia tan sensible. Ahora el Ministerio dice que el cálculo anunciado por Elena Salgado era una estimación «por lo alto». Bernat Soria se va al extremo opuesto y promete que las vacunas tendrán el precio más bajo de Europa, menos de 200 euros, cuando en otros países el coste se sitúa claramente por encima de 300 euros. Es imprescindible que los datos se aclaren cuanto antes y que alguien explique las razones de este súbito abaratamiento de una prestación que debe ser puesta en práctica con el más absoluto rigor y dentro de los márgenes posibles en el plano financiero. La salud no es materia propicia para las promesas electorales. Las decisiones que se adopten en los próximos meses van a influir en el futuro sanitario de muchos miles de niñas españolas y no es cuestión de suscitar expectativas que no se puedan cumplir. Tampoco se debe, por supuesto, administrar de forma rácana el dinero público en una cuestión tan delicada. Por eso, si hace falta gastar 40 millones de euros para la vacuna del papiloma habrá que buscar la manera más apropiada para financiarla. La solución pasa por una voluntad política sensata y realista, con la mirada puesta en el futuro y no en ventajas publicitarias a corto plazo.
jueves, agosto 30, 2007
Razones de la escuela catolica
viernes 31 de agosto de 2007
Razones de la escuela católica
LA Federación de Religiosos de la Enseñanza ha expresado por escrito su profundo «malestar» a los cardenales y obispos españoles ante lo que consideran que son injurias lanzadas desde un programa de la COPE contra los dirigentes de la escuela católica. La federación FERE-CECA representa a la escuela concertada y privada católica, con cerca de dos mil colegios y más de millón y medio de escolares matriculados en toda España. Ayer daba cuenta ABC del contenido de la carta, enviada el pasado mes de julio, en la que se recogen expresiones «objetivamente inaceptables» proferidas contra el organismo que representa a este sector fundamental de la enseñanza católica; entre ellas, que sigue un ideario de «todo a cien» o que muestra «sumisión» al Gobierno a cambio de dinero. Como es habitual, en el fondo de estas palabras profundamente injustas está la descalificación de todos aquellos que no siguen las consignas tremendistas que algunos pretenden imponer para su propia conveniencia. FERE-CECA actúa con realismo al encauzar el problema de la asignatura Educación para la Ciudadanía. Es una postura pragmática y sensata, avalada por muchos años de experiencia en la gestión de colegios confesionales y de relaciones -a veces conflictivas- con gobiernos de uno y otro signo. Todo ello, a partir de una inequívoca vocación cristiana que debería ser alentada y arropada de manera ferviente por el Episcopado, llamado a desautorizar cualquier clase de insultos y descalificaciones hacia la relevante labor que en el ámbito educativo desempeña FERE-CECA.
A partir de criterios de sensatez y buen sentido, los verdaderos expertos en educación son conscientes de que es posible utilizar el ideario de los centros como filtro frente a las pretensiones de adoctrinamiento ideológico que conlleva la EpC. Las posturas maximalistas y radicales favorecen directamente la estrategia del PSOE, que trata de presentar a la iglesia católica como refugio de los elementos integristas y persigue, en último término, alejar al PP de los votantes centristas y moderados. Es una vieja táctica que la izquierda utiliza una y otra vez con la complicidad -que a estas alturas ya no es inocente- de algunos que se dicen afines pero que a la larga juegan a favor del adversario. En este caso, exigen que se utilice sin más la objeción de conciencia cuando se trata en rigor de un recurso extremo en caso de fracaso de todos los medios legales y sociales para enfrentarse a una decisión que se considera injusta. Se trata, en definitiva, de saltarse todas las etapas en busca de la bronca permanente. El Episcopado no debe alentar este tipo de enfoques a causa de discrepancias internas o de actitudes ambiguas. La Iglesia debe hablar con una sola voz en apoyo de quienes han demostrado su vocación y su eficacia en defensa de la enseñanza católica.
Razones de la escuela católica
LA Federación de Religiosos de la Enseñanza ha expresado por escrito su profundo «malestar» a los cardenales y obispos españoles ante lo que consideran que son injurias lanzadas desde un programa de la COPE contra los dirigentes de la escuela católica. La federación FERE-CECA representa a la escuela concertada y privada católica, con cerca de dos mil colegios y más de millón y medio de escolares matriculados en toda España. Ayer daba cuenta ABC del contenido de la carta, enviada el pasado mes de julio, en la que se recogen expresiones «objetivamente inaceptables» proferidas contra el organismo que representa a este sector fundamental de la enseñanza católica; entre ellas, que sigue un ideario de «todo a cien» o que muestra «sumisión» al Gobierno a cambio de dinero. Como es habitual, en el fondo de estas palabras profundamente injustas está la descalificación de todos aquellos que no siguen las consignas tremendistas que algunos pretenden imponer para su propia conveniencia. FERE-CECA actúa con realismo al encauzar el problema de la asignatura Educación para la Ciudadanía. Es una postura pragmática y sensata, avalada por muchos años de experiencia en la gestión de colegios confesionales y de relaciones -a veces conflictivas- con gobiernos de uno y otro signo. Todo ello, a partir de una inequívoca vocación cristiana que debería ser alentada y arropada de manera ferviente por el Episcopado, llamado a desautorizar cualquier clase de insultos y descalificaciones hacia la relevante labor que en el ámbito educativo desempeña FERE-CECA.
A partir de criterios de sensatez y buen sentido, los verdaderos expertos en educación son conscientes de que es posible utilizar el ideario de los centros como filtro frente a las pretensiones de adoctrinamiento ideológico que conlleva la EpC. Las posturas maximalistas y radicales favorecen directamente la estrategia del PSOE, que trata de presentar a la iglesia católica como refugio de los elementos integristas y persigue, en último término, alejar al PP de los votantes centristas y moderados. Es una vieja táctica que la izquierda utiliza una y otra vez con la complicidad -que a estas alturas ya no es inocente- de algunos que se dicen afines pero que a la larga juegan a favor del adversario. En este caso, exigen que se utilice sin más la objeción de conciencia cuando se trata en rigor de un recurso extremo en caso de fracaso de todos los medios legales y sociales para enfrentarse a una decisión que se considera injusta. Se trata, en definitiva, de saltarse todas las etapas en busca de la bronca permanente. El Episcopado no debe alentar este tipo de enfoques a causa de discrepancias internas o de actitudes ambiguas. La Iglesia debe hablar con una sola voz en apoyo de quienes han demostrado su vocación y su eficacia en defensa de la enseñanza católica.
Votos por vvienda
viernes 31 de agosto de 2007
Votos por vivienda
EL interés de Rodríguez Zapatero en convertir la política de vivienda en uno de sus principales reclamos electorales para 2008 se está empañando con los inconvenientes que provocan la improvisación y la demagogia. La nueva Ley del Suelo, presentada por la ex ministra María Antonia Trujillo como la panacea contra la corrupción urbanística -pese a lo cual, la ministra fue posteriormente destituida-, ya está recurrida por el Partido Popular ante el Tribunal Constitucional. Los populares reprochan a la nueva ley su carácter confiscatorio, pues permite expropiar suelo rústico con una indemnización calculada en función de las rentas que produzca la actividad económica de la finca y no de su verdadero valor de mercado. De esta forma, otra ley «estrella» del gobierno socialista se enfrenta al filtro constitucional, con visos de no salir indemne pues, como ha sucedido con anteriores leyes del suelo, la jurisprudencia del TC ha consolidado las competencias de autonomías y ayuntamientos en materia urbanística, dejando al Estado sin apenas potestad reguladora sobre un sector tan importante para la economía nacional y, al mismo tiempo, tan condicionante de la financiación municipal.
La falta de resultados en la gestión de Trujillo llevó a Zapatero poner al frente de Vivienda a Carme Chacón, cuya misión se concreta en atraerse el mayor número posible de votos jóvenes a cambio de ayudas al alquiler de pisos. La súbita urgencia con la que el Gobierno quiere promover esta forma de acceso a la vivienda demuestra que no ha hecho nada útil en esta materia durante estos tres años de mandato. Incluso la propuesta «sorpresa» de Chacón, que los arrendatarios puedan desgravar los alquileres que pagan, ni es tan novedosa, porque ya fue planteada por la anterior ministra y está vigente en varias autonomías, ni tiene el respaldo del Ministerio de Economía y Hacienda, cuya autoridad es la única que cuenta cuando se trata de impuestos. Al final, el departamento de Solbes podría admitir que las desgravaciones beneficien sólo a los inquilinos jóvenes, lo que apenas tendrá impacto en las economías individuales ni en la recaudación, porque la mayoría de estos arrendatarios está exenta de hacer la declaración del IRPF. Por otro lado, la limitación del beneficio fiscal a los jóvenes entraña un agravio inadmisible en perjuicio de los muchos miles de ciudadanos, no tan jóvenes, pero que soportan cargas familiares y están más necesitados de ayudas públicas, pese a lo cual son excluidos de estas políticas «sociales».
Sin duda alguna, es conveniente promover el mercado de alquileres con reformas legales, políticas tributarias y respaldo político, pero no a costa de demonizar la compra de vivienda -que sigue siendo la primera opción de todo ciudadano, incluidos los jóvenes-, de manipular los mercados o de introducir caprichosas discriminaciones fiscales. Además, conviene que el Gobierno, tan presto a culpar al PP de todos los males, no olvide que el núcleo de la legislación actual sobre arrendamientos -el «decreto Boyer» de 1985 y la Ley de 1994- es del PSOE y que en esta legislatura el Ministerio de Vivienda creó la Sociedad Pública de Alquiler, -teóricamente destinada a impulsar este sector del mercado inmobiliario-, para lo que contó con un presupuesto multimillonario. Pero hasta el momento sólo presenta una gestión ineficaz y unos resultados negativos de los que Chacón debería dar cuenta antes de lanzar otras propuestas que puedan tener repercusión en el erario público.
Por otro lado, desde 2003 está aprobado un procedimiento de juicios rápidos de desahucio, pero, por las razones que sean, el Gobierno no ha promovido su implantación, a pesar de que contribuiría a la seguridad jurídica de los arrendadores -quienes recuperarían sus viviendas mucho antes de lo que es hoy norma- y, por tanto, animaría a poner más pisos en alquiler. Zapatero recuperó en 2004 la tradición franquista de tener un Ministerio de Vivienda, abandonada desde el primer gobierno democrático, y los resultados han confirmado que se trató de una decisión meramente propagandística, porque, para el balance que presenta su gestión, habría bastado con mantener sus competencias en una dirección general o, a lo sumo, en una Secretaría de Estado.
Votos por vivienda
EL interés de Rodríguez Zapatero en convertir la política de vivienda en uno de sus principales reclamos electorales para 2008 se está empañando con los inconvenientes que provocan la improvisación y la demagogia. La nueva Ley del Suelo, presentada por la ex ministra María Antonia Trujillo como la panacea contra la corrupción urbanística -pese a lo cual, la ministra fue posteriormente destituida-, ya está recurrida por el Partido Popular ante el Tribunal Constitucional. Los populares reprochan a la nueva ley su carácter confiscatorio, pues permite expropiar suelo rústico con una indemnización calculada en función de las rentas que produzca la actividad económica de la finca y no de su verdadero valor de mercado. De esta forma, otra ley «estrella» del gobierno socialista se enfrenta al filtro constitucional, con visos de no salir indemne pues, como ha sucedido con anteriores leyes del suelo, la jurisprudencia del TC ha consolidado las competencias de autonomías y ayuntamientos en materia urbanística, dejando al Estado sin apenas potestad reguladora sobre un sector tan importante para la economía nacional y, al mismo tiempo, tan condicionante de la financiación municipal.
La falta de resultados en la gestión de Trujillo llevó a Zapatero poner al frente de Vivienda a Carme Chacón, cuya misión se concreta en atraerse el mayor número posible de votos jóvenes a cambio de ayudas al alquiler de pisos. La súbita urgencia con la que el Gobierno quiere promover esta forma de acceso a la vivienda demuestra que no ha hecho nada útil en esta materia durante estos tres años de mandato. Incluso la propuesta «sorpresa» de Chacón, que los arrendatarios puedan desgravar los alquileres que pagan, ni es tan novedosa, porque ya fue planteada por la anterior ministra y está vigente en varias autonomías, ni tiene el respaldo del Ministerio de Economía y Hacienda, cuya autoridad es la única que cuenta cuando se trata de impuestos. Al final, el departamento de Solbes podría admitir que las desgravaciones beneficien sólo a los inquilinos jóvenes, lo que apenas tendrá impacto en las economías individuales ni en la recaudación, porque la mayoría de estos arrendatarios está exenta de hacer la declaración del IRPF. Por otro lado, la limitación del beneficio fiscal a los jóvenes entraña un agravio inadmisible en perjuicio de los muchos miles de ciudadanos, no tan jóvenes, pero que soportan cargas familiares y están más necesitados de ayudas públicas, pese a lo cual son excluidos de estas políticas «sociales».
Sin duda alguna, es conveniente promover el mercado de alquileres con reformas legales, políticas tributarias y respaldo político, pero no a costa de demonizar la compra de vivienda -que sigue siendo la primera opción de todo ciudadano, incluidos los jóvenes-, de manipular los mercados o de introducir caprichosas discriminaciones fiscales. Además, conviene que el Gobierno, tan presto a culpar al PP de todos los males, no olvide que el núcleo de la legislación actual sobre arrendamientos -el «decreto Boyer» de 1985 y la Ley de 1994- es del PSOE y que en esta legislatura el Ministerio de Vivienda creó la Sociedad Pública de Alquiler, -teóricamente destinada a impulsar este sector del mercado inmobiliario-, para lo que contó con un presupuesto multimillonario. Pero hasta el momento sólo presenta una gestión ineficaz y unos resultados negativos de los que Chacón debería dar cuenta antes de lanzar otras propuestas que puedan tener repercusión en el erario público.
Por otro lado, desde 2003 está aprobado un procedimiento de juicios rápidos de desahucio, pero, por las razones que sean, el Gobierno no ha promovido su implantación, a pesar de que contribuiría a la seguridad jurídica de los arrendadores -quienes recuperarían sus viviendas mucho antes de lo que es hoy norma- y, por tanto, animaría a poner más pisos en alquiler. Zapatero recuperó en 2004 la tradición franquista de tener un Ministerio de Vivienda, abandonada desde el primer gobierno democrático, y los resultados han confirmado que se trató de una decisión meramente propagandística, porque, para el balance que presenta su gestión, habría bastado con mantener sus competencias en una dirección general o, a lo sumo, en una Secretaría de Estado.
Ramon Perez Maura, Diana: Fuede y no hubo nada
viernes 31 de agosto de 2007
Diana: Fuese y no hubo nada
LAS masas llenaban las calles de Londres y parecía como si el peso de los ramos de flores y los osos de peluche pudiera derribar las verjas del Palacio de Kensington. Los medios de comunicación británicos -con muy excepcionales salvedades- atacaban a la Familia Real británica por su frialdad y distanciamiento. Por primera vez la Reina -y en este caso mucho más que el Príncipe de Gales- era objeto del reproche público y publicado de sus súbditos. Recuerdo con nitidez cuánto me impresionaron las palabras de una amiga, de incuestionable, inteligente y muy efectiva lealtad monárquica: «Esto se ha acabado. Los Windsor se van a ir a su casa».
Quienes en aquellos días y desde estas páginas (ver «La cara oculta de Diana» ABC, 07-09-97) intentamos desmontar la gran farsa que algunos habían creado entorno a la figura rota de Diana, Princesa de Gales, éramos objeto, las más de las veces, de invectivas. Diana Spencer y Carlos de Gales cometieron un error evidente al contraer matrimonio en 1981. Ni ella tenía las cualidades para ser Reina de Inglaterra -y eso es un fallo de previsión achacable sólo al Príncipe y a quienes le incitaron a ese matrimonio- ni él podía dar a su mujer la vida que ella soñaba -y eso es achacable a Diana-. Que los medios de comunicación se entusiasmaran con la llegada de un nuevo y fotogénico miembro a la Familia Real -mucho más que cualquiera de los existentes, de eso no hay duda- es comprensible. A las 11,00 de la mañana del 24 de febrero de 1981 la BBC dejó de abrir sus boletines de radio con las novedades sobre el fallido golpe de Estado en España para informar del anuncio del matrimonio. Una hora después comparecía ante los medios, divertido, el octavo conde Spencer, Eduardo, padre de la novia. Entre risas contó cómo el Príncipe de Gales le había llamado para pedirle la mano de su hija. «Por un momento pensé «¿Qué pasaría si digo que no?»». Desde ese día los medios se lanzaron a la carrera para explotar un nuevo producto con el que consiguieron crear sensación. En pocas semanas y hasta hace ahora diez años, Diana estuvo permanentemente en los hogares de todos los británicos y de medio mundo.
¿Recuerdan el anuncio de John Major al Parlamento británico en diciembre de 1992? Lo que ya muchos esperaban se confirmó: el matrimonio estaba roto y los Príncipes se separarían. Como en cualquier fracaso matrimonial, no es posible atribuir el cien por cien de la culpa a uno solo de los cónyuges y no es el objetivo de estas líneas adjudicar porcentajes de responsabilidad. Lo cierto es que ya para entonces llevaba Diana años empleando en su beneficio a algunos medios de comunicación. Ella era la estrella dentro de una familia que ni entendía ni aceptaba que su servicio a la sociedad -a la que estaba vinculada desde la noche de los tiempos- debiera consistir en la búsqueda del relumbrón. Ella era la que vendía periódicos. Ella daba mucho a los medios y si querían que se lo siguiese dando deberían aliarse con Diana contra la Familia Real. «For Queen and Country» fue una expresión abolida del imaginario de la madre del futuro Rey de Inglaterra. Su lema despechado pasó a ser «Against Queen and Royals».
Durante un lustro fue un negocio muy rentable. La incongruencia del personaje era un detalle minúsculo y sin relevancia en una sociedad mediática. Así, las feministas adoraban a Diana por hacer la vida imposible al Príncipe de Gales sin importarles el que todo lo que había hecho Diana en su vida lo había logrado en buena medida por ser la mujer de su marido. Otrosí, era la amiga de los pobres y de Teresa de Calcuta, pero no perdía ocasión de engrosar el debe de la contabilidad regia en las millas de oro comerciales de Londres, París, Nueva York y donde quiera que fuese. Y también era el rostro internacional de la lucha por la abolición de las minas anti persona, pero no tuvo inconveniente en pasar las últimas seis semanas de su vida conviviendo, de crucero en crucero, con el hijo de un hombre que había amasado una de las mayores fortunas del mundo a la sombra de una familia de traficantes de armas que se hizo rica vendiendo, entre otras, todas las minas que quisieron comprarle los tiranos de medio planeta.
En la hora de la muerte de Diana, Princesa de Gales, el noveno conde Spencer vio la ocasión de dar sentido a su vida. Cuando en su día se consumó la separación de los Príncipes, Diana pidió a su hermano que le prestara una de sus numerosas casas en el entorno de la residencia familiar de Althorp House. Pese a que él vivía en Suráfrica, el conde se negó aduciendo que eso crearía un interés mediático que haría insufrible la vida en Althorp. En otras palabras: dejó a su hermana tirada. El 6 de septiembre, en la abadía de Westminster en la que se ofició el funeral, Charles Spencer se erigió en protagonista de la ceremonia religiosa. Arremetió contra los medios de comunicación de los que Diana se había servido y humilló públicamente a la Reina y a toda la Familia Real. Terminada su diatriba, una cerrada ovación de los amigos de Diana llenó Westminster. Ninguna otra Casa Real europea tuvo un miembro en el oficio religioso. Sólo Constantino de Grecia, en su condición de padrino del Príncipe Guillermo, estuvo presente. «¡Constantino!» me diría días después uno de sus pares: «¡Que era de todos nosotros el que más la odiaba!». Completado el lanzamiento mediático de su nuevo negocio de éxito seguro tras años de promoción periodística y una semana de una conmoción mundial que ofrecía los mejores augurios, el conde Spencer se llevó el cadáver de su hermana a enterrar en una isla artificial, en medio de un lago también artificial junto a Althorp House, la propiedad que quiso preservar de ella. El lucro parecía seguro.
Pero cuando se acabó la utilidad de Diana, los medios se olvidaron de ella. Podría decirse, como en el último verso del soneto de Cervantes ante el túmulo de Felipe II en Sevilla: «Fuese y no hubo nada». Aquella a quien el conde Spencer definió en su filípica como «la esencia misma de la compasión, el deber y la belleza» reunía unas supuestas cualidades poco duraderas. Su herencia no era tangible. No dejaba legado material o intelectual. El entusiasmo del primer año sumó 20 millones de libras en donaciones personales y otros 80 millones en donaciones corporativas al Fondo para la Memoria de Diana. El año pasado sólo recaudó 222.000 libras. Tras la muerte de Diana un 60 por ciento de los británicos decían que en ningún caso Carlos podría ser Rey si se casaba con Camilla. Nada de aquel sentimiento perduraba en 2005 cuando contrajo matrimonio con ella, discretamente, en Windsor. Y no hay que descartar que la hoy Duquesa de Cornualles se convierta en su día en Reina consorte de Inglaterra en contra de lo dicho años atrás. Por no hablar de cómo ha recuperado su posición la Reina Isabel II, cuya celebración de los 50 años en el trono, en 2002, provocó el entusiasmo nacional.
Jonathan Freedland publicó en «The Guardian» el pasado día 13 un largo artículo titulado «¿Un momento de locura?», en el que afirmaba que aquella semana de hace diez años «se ha convertido en un recuerdo embarazoso, como si fuera una especie de empalagosa nota de autocompasión de un quinceañero en su diario. Nos avergüenza recordarlo».
Para el funeral de Diana en Westminster, su amigo Elton John escogió interpretar la canción «Candle in the Wind», renombrada como «Goodbye England´s Rose». Todos creímos que era un bonito homenaje a su amiga. Quizá iba más allá de lo que parecía. Puede que Elton John, un hombre muy listo, intuyera que Diana de verdad era una «Candle in the wind», una «vela en el viento». Y las velas, en el viento, se apagan.
RAMÓN PÉREZ-MAURA
Diana: Fuese y no hubo nada
LAS masas llenaban las calles de Londres y parecía como si el peso de los ramos de flores y los osos de peluche pudiera derribar las verjas del Palacio de Kensington. Los medios de comunicación británicos -con muy excepcionales salvedades- atacaban a la Familia Real británica por su frialdad y distanciamiento. Por primera vez la Reina -y en este caso mucho más que el Príncipe de Gales- era objeto del reproche público y publicado de sus súbditos. Recuerdo con nitidez cuánto me impresionaron las palabras de una amiga, de incuestionable, inteligente y muy efectiva lealtad monárquica: «Esto se ha acabado. Los Windsor se van a ir a su casa».
Quienes en aquellos días y desde estas páginas (ver «La cara oculta de Diana» ABC, 07-09-97) intentamos desmontar la gran farsa que algunos habían creado entorno a la figura rota de Diana, Princesa de Gales, éramos objeto, las más de las veces, de invectivas. Diana Spencer y Carlos de Gales cometieron un error evidente al contraer matrimonio en 1981. Ni ella tenía las cualidades para ser Reina de Inglaterra -y eso es un fallo de previsión achacable sólo al Príncipe y a quienes le incitaron a ese matrimonio- ni él podía dar a su mujer la vida que ella soñaba -y eso es achacable a Diana-. Que los medios de comunicación se entusiasmaran con la llegada de un nuevo y fotogénico miembro a la Familia Real -mucho más que cualquiera de los existentes, de eso no hay duda- es comprensible. A las 11,00 de la mañana del 24 de febrero de 1981 la BBC dejó de abrir sus boletines de radio con las novedades sobre el fallido golpe de Estado en España para informar del anuncio del matrimonio. Una hora después comparecía ante los medios, divertido, el octavo conde Spencer, Eduardo, padre de la novia. Entre risas contó cómo el Príncipe de Gales le había llamado para pedirle la mano de su hija. «Por un momento pensé «¿Qué pasaría si digo que no?»». Desde ese día los medios se lanzaron a la carrera para explotar un nuevo producto con el que consiguieron crear sensación. En pocas semanas y hasta hace ahora diez años, Diana estuvo permanentemente en los hogares de todos los británicos y de medio mundo.
¿Recuerdan el anuncio de John Major al Parlamento británico en diciembre de 1992? Lo que ya muchos esperaban se confirmó: el matrimonio estaba roto y los Príncipes se separarían. Como en cualquier fracaso matrimonial, no es posible atribuir el cien por cien de la culpa a uno solo de los cónyuges y no es el objetivo de estas líneas adjudicar porcentajes de responsabilidad. Lo cierto es que ya para entonces llevaba Diana años empleando en su beneficio a algunos medios de comunicación. Ella era la estrella dentro de una familia que ni entendía ni aceptaba que su servicio a la sociedad -a la que estaba vinculada desde la noche de los tiempos- debiera consistir en la búsqueda del relumbrón. Ella era la que vendía periódicos. Ella daba mucho a los medios y si querían que se lo siguiese dando deberían aliarse con Diana contra la Familia Real. «For Queen and Country» fue una expresión abolida del imaginario de la madre del futuro Rey de Inglaterra. Su lema despechado pasó a ser «Against Queen and Royals».
Durante un lustro fue un negocio muy rentable. La incongruencia del personaje era un detalle minúsculo y sin relevancia en una sociedad mediática. Así, las feministas adoraban a Diana por hacer la vida imposible al Príncipe de Gales sin importarles el que todo lo que había hecho Diana en su vida lo había logrado en buena medida por ser la mujer de su marido. Otrosí, era la amiga de los pobres y de Teresa de Calcuta, pero no perdía ocasión de engrosar el debe de la contabilidad regia en las millas de oro comerciales de Londres, París, Nueva York y donde quiera que fuese. Y también era el rostro internacional de la lucha por la abolición de las minas anti persona, pero no tuvo inconveniente en pasar las últimas seis semanas de su vida conviviendo, de crucero en crucero, con el hijo de un hombre que había amasado una de las mayores fortunas del mundo a la sombra de una familia de traficantes de armas que se hizo rica vendiendo, entre otras, todas las minas que quisieron comprarle los tiranos de medio planeta.
En la hora de la muerte de Diana, Princesa de Gales, el noveno conde Spencer vio la ocasión de dar sentido a su vida. Cuando en su día se consumó la separación de los Príncipes, Diana pidió a su hermano que le prestara una de sus numerosas casas en el entorno de la residencia familiar de Althorp House. Pese a que él vivía en Suráfrica, el conde se negó aduciendo que eso crearía un interés mediático que haría insufrible la vida en Althorp. En otras palabras: dejó a su hermana tirada. El 6 de septiembre, en la abadía de Westminster en la que se ofició el funeral, Charles Spencer se erigió en protagonista de la ceremonia religiosa. Arremetió contra los medios de comunicación de los que Diana se había servido y humilló públicamente a la Reina y a toda la Familia Real. Terminada su diatriba, una cerrada ovación de los amigos de Diana llenó Westminster. Ninguna otra Casa Real europea tuvo un miembro en el oficio religioso. Sólo Constantino de Grecia, en su condición de padrino del Príncipe Guillermo, estuvo presente. «¡Constantino!» me diría días después uno de sus pares: «¡Que era de todos nosotros el que más la odiaba!». Completado el lanzamiento mediático de su nuevo negocio de éxito seguro tras años de promoción periodística y una semana de una conmoción mundial que ofrecía los mejores augurios, el conde Spencer se llevó el cadáver de su hermana a enterrar en una isla artificial, en medio de un lago también artificial junto a Althorp House, la propiedad que quiso preservar de ella. El lucro parecía seguro.
Pero cuando se acabó la utilidad de Diana, los medios se olvidaron de ella. Podría decirse, como en el último verso del soneto de Cervantes ante el túmulo de Felipe II en Sevilla: «Fuese y no hubo nada». Aquella a quien el conde Spencer definió en su filípica como «la esencia misma de la compasión, el deber y la belleza» reunía unas supuestas cualidades poco duraderas. Su herencia no era tangible. No dejaba legado material o intelectual. El entusiasmo del primer año sumó 20 millones de libras en donaciones personales y otros 80 millones en donaciones corporativas al Fondo para la Memoria de Diana. El año pasado sólo recaudó 222.000 libras. Tras la muerte de Diana un 60 por ciento de los británicos decían que en ningún caso Carlos podría ser Rey si se casaba con Camilla. Nada de aquel sentimiento perduraba en 2005 cuando contrajo matrimonio con ella, discretamente, en Windsor. Y no hay que descartar que la hoy Duquesa de Cornualles se convierta en su día en Reina consorte de Inglaterra en contra de lo dicho años atrás. Por no hablar de cómo ha recuperado su posición la Reina Isabel II, cuya celebración de los 50 años en el trono, en 2002, provocó el entusiasmo nacional.
Jonathan Freedland publicó en «The Guardian» el pasado día 13 un largo artículo titulado «¿Un momento de locura?», en el que afirmaba que aquella semana de hace diez años «se ha convertido en un recuerdo embarazoso, como si fuera una especie de empalagosa nota de autocompasión de un quinceañero en su diario. Nos avergüenza recordarlo».
Para el funeral de Diana en Westminster, su amigo Elton John escogió interpretar la canción «Candle in the Wind», renombrada como «Goodbye England´s Rose». Todos creímos que era un bonito homenaje a su amiga. Quizá iba más allá de lo que parecía. Puede que Elton John, un hombre muy listo, intuyera que Diana de verdad era una «Candle in the wind», una «vela en el viento». Y las velas, en el viento, se apagan.
RAMÓN PÉREZ-MAURA
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