viernes, marzo 09, 2007

ZpM, ninguneado en el exterior, dice qeu no escuchará a la calle

Zapatero, ninguneado en el exterior, dice que no escuchará a la calle
Elsemanaldigital.com

10 de marzo de 2007. Desde Bruselas, adonde había acudido para participar en la reunión del Consejo de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero se ha querido curar en salud frente a la manifestación que el PP ha convocado para hoy en Madrid, y ha dejado claro que la responsabilidad de la política penitenciaria es suya y no de los ciudadanos.De esta manera, el jefe del Ejecutivo hace suya la tesis de su predecesor, José María Aznar, según la cual en una democracia lo que importan son los resultados electorales y no la voz de la calle. Sin embargo, en cualquier sistema político también son importantes los precedentes, y no se puede olvidar que él mismo y quienes le apoyan fueron quienes señalaron el camino que ahora están siguiendo la oposición del PP y las organizaciones sociales que rechazan la política de su Gobierno.Hay, con todo, llamativas diferencias entre la manera en que el PSOE y sus socios ejercieron la "oposición de pancarta" en el segundo mandato de José María Aznar y la forma en que lo están haciendo el PP y esas organizaciones sociales. Sobre todo, en ningún momento hemos asistido a los episodios de violencia y coacción que prodigó la izquierda "pacifista" en aquel entonces.En efecto, las sedes del PSOE, IU y los partidos nacionalistas no han sido cercadas por manifestantes con el insulto en la boca. No se han producido huelgas políticas a las que se ha obligado a sumarse por la fuerza a ciudadanos que no las compartían. No se han instrumentalizado políticamente los centros de enseñanza y las actividades culturales y artísticas.Así pues, hasta en la protesta callejera, como se comprobó ayer en tantas ciudades españoles y hoy se repetirá masivamente en Madrid, han quedado marcadas las diferencias entre una izquierda para la que todo vale y un centroderecha decidido a no ceder la calle y a dar voz a la indignación de la mayoría de los españoles, pero con pleno respeto a las más elementales normas de convivencia.Otro punto distintivo de no poca trascendencia entre la época de José María Aznar y la actual es la que han evidenciado los nuevos desplantes sufridos por José Luis Rodríguez Zapatero en materia de política exterior, primero por parte de la secretaria de Estado de los Estados Unidos, Condoleezza Rice, que acaba de cancelar un viaje oficial a nuestro país, y después por parte de la canciller alemana Angela Merkel, que no ha querido concederle en Bruselas más que quince minutos de su tiempo.Cuando el hoy presidente del Gobierno estaba tras las pancartas como líder de la oposición, prometió "devolvernos a Europa". Ahora es cuando se puede apreciar que era el anterior Gobierno del PP el que contaba con un rumbo claro, por discutible que pudiese resultar, en política exterior, y se hallaba bien situado y considerado en el ámbito internacional, en contraste con la deriva caótica de un Rodríguez Zapatero ninguneado fuera y cada vez más contestado dentro.

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