jueves, marzo 01, 2007

ZpM cruza la ultima raya sin temor a las consecuencias

Zapatero cruza la última raya sin temor a las consecuencias
Elsemanaldigital.com

2 de marzo de 2007. Pocas veces una decisión de un Gobierno ha producido tal grado de indignación social en España como la adoptada este viernes por José Luis Rodríguez Zapatero: en la práctica, y prescindiendo de tecnicismos jurídicos, liberar a un asesino bajo el chantaje impuesto por ese mismo asesino. Un chantaje cuyo precio no era la vida de Ignacio de Juana Chaos, por valiosa que la consideren -y así lo han declarado estos días- tanto Alfredo Pérez Rubalcaba en representación del Ejecutivo como José Blanco en representación del PSOE.No: el precio de la vida de este criminal era la amenaza velada de una oleada terrorista si él moría, y el fin de una negociación con ETA a la que, sin que los españoles sepan por qué -pues no constaba así en el programa electoral socialista- el presidente del Gobierno ha ligado su futuro político.Hasta tal punto es consciente Zapatero de estar cometiendo una irresponsabilidad, que Rubalcaba, además de asumir él la decisión, ha pergeñado unos argumentos para defenderla totalmente inconsistentes, como lo son los empleados contra el PP por Diego López Garrido. Rubalcaba se ha amparado en que De Juana ya no está en la cárcel por asesinato, sino por amenazas. Algo que es verdad, pero una verdad que no hace al caso: porque en las decisiones sobre la calificación penitenciaria de un preso cuenta siempre, y mucho, su historial.El ministro del Interior aduce luego el peligro de muerte en que se halla este delincuente. Pero si así fuese, las medidas adoptadas concluirían con su recuperación, y sin embargo Rubalcaba ya ha explicado que, tras el alta hospitalaria, cumplirá el resto de la condena en su casa.Igualmente falaz ha resultado López Garrido al aducir contra el PP los acercamientos y excarcelaciones de etarras durante la etapa de Gobierno de José María Aznar. Primero, porque no se puede equiparar -cuando de esos casos se trate- a una persona enferma con una persona que se causa a sí misma un daño físico dejando de comer. Y segundo, porque ninguno de los acercamientos y excarcelaciones que se produjeron en dicha etapa fueron obtenidos bajo coacción del interesado.Mariano Rajoy se lo ha dicho a Zapatero con meridiana claridad: "Los chantajistas jamás se conforman, y quien cede al chantaje, ya no es una persona libre". En esa trampa ha caído el presidente del Gobierno, pero no podrá aducir jamás en el futuro que nadie le advirtió. Lo ha hecho reiteradamente el presidente del PP con tanta firmeza como serenidad, situándose como una referencia moral y política para los españoles en una jornada aciaga para los intereses del Estado y humillante para todo el pueblo español (castigado con la violencia de ETA desde hace cuatro décadas) y en particular para las víctimas directas de esta banda terrorista.El criminal a quien Zapatero ha beneficiado no esperó mucho para proclamar que abandona su huelga de hambre, y así hacer patente su triunfo. El presidente del Gobierno, sin importarle las consecuencias, le ha marcado a los terroristas el camino para conseguir sus fines. Es la última raya que le quedaba por cruzar en el despropósito de su negociación con ETA.

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