Sectarismo de fiesta

martes 6 de marzo de 2007
Sectarismo de fiesta
Una jornada «festiva y reivindicativa». Con este tópico describen los organizadores los actos de la llamada Cincormarzada, la conmemoración de la expulsión de Zaragoza de los carlistas en 1838 tal día como ayer, aunque seguramente muchos de los miles de personas que se agolpaban ayer en el Parque de Oriente de la ciudad lo desconocían.
Después de que el año anterior muriese una persona por la caída de un rama, la polémica en los últimos días había sido si el nuevo emplazamiento era o no el apropiado. Pero, más allá de los aspectos logísticos, cabe otra reflexión más de fondo. Un simple recorrido por los distintos puestos instalados permitía comprobar la utilización sectaria que la izquierda más rancia hace de esta fiesta popular. La Federación de Barrios, la asociación que supuestamente representa a los vecinos de la ciudad y que se encarga de coordinarla, escogió por lema el trasnochado «OTAN no, bases fuera», como si ésa fuera en la actualidad la preocupación mayoritaria de los zaragozanos.
En esa línea, el parque estaba sembrado de una amalgama de puestos de colectivos ecologistas, de defensa de gays y lesbianas, de amigos del pueblo saharaui, sindicatos y partidos de izquierda, aderezada por doquier de la inconstitucional bandera republicana. Por no hablar de la cantidad de jóvenes empinando el codo sin medida, como celebrando el triste final de la ley antialcohol.
Curiosamente, no se veía por ningún sitio queja alguna contra la excarcelación de De Juana Chaos, que según la encuesta de ABC rechaza dos tercios de la población.
De todo esto nadie habla. Hoy el debate político local será si el césped ha quedado machacado o si el servicio de refuerzo de los autobuses fue eficaz, pero, como si fueran parte del paisaje, no preocupa que estas asociaciones minoritarias, por supuesto gracias al dinero público, se apropien de símbolos y fiestas que deberían ser de todos y los utilicen de plataforma política, que se traduce en una capacidad de movilización en la calle muy superior a la que les correspondería por su escaso arraigo ciudadano.