domingo, marzo 25, 2007

Juan Carlos Girauta, Por suerte

lunes 26 de marzo de 2007
Gallardón
Por suerte
Juan Carlos Girauta

Alberto Ruiz Gallardón no es el líder del PP, que yo sepa. Por consiguiente, el verdadero líder viene obligado –esta vez sí– a desautorizar al personaje que le quiere hacer la cama

Alberto Ruiz Gallardón no es el líder del PP, que yo sepa. Por eso está fuera de lugar que contradiga a su partido y pida públicamente un diálogo con Prisa "sin condicionantes previos que podrían ser un obstáculo". La contradicción estriba en que el PP ya ha establecido una condición para volver al estado de cosas anterior a la declaración de guerra de Polanco: que el editor "rectifique pública e inequívocamente sus lamentables declaraciones".
Alberto Ruiz Gallardón no es el líder del PP, que yo sepa. Es el alcalde de Madrid, y seguramente lo seguirá siendo porque los socialistas han escogido a un desconocido para enfrentarse a él. Un síntoma más de que al PSOE –y al magnate que lo pastorea, el guerracivilista que se enriqueció a la sombra del franquismo– ya le va bien con don Alberto en la alcaldía. De hecho, lo que ambicionan es que el PP se convirtiera en una oposición dócil y ancilar (prisaico adjetivo) bajo la presidencia de Alberto Ruiz Gallardón. Pero...
Alberto Ruiz Gallardón no es el líder del PP, que yo sepa. Si lo fuera, muy pocos discreparían de la versión oficial del 11-M porque él habría puesto a su partido mirando al futuro. Si lo fuera, las víctimas del terrorismo estarían más solas que la una y ninguna voz política autorizada se habría alzado contra el proceso de rendición ante la ETA que ha definido la legislatura de Rodríguez. Si lo fuera, la España liberal conservadora no habría exhibido sus poderes y su dignidad en Madrid bajo un manto de banderas rojigualdas, y la izquierda traidora y los separatistas no hablarían de crispación porque estarían felices y tranquilos.
Alberto Ruiz Gallardón no es el líder del PP, que yo sepa. Por consiguiente, el verdadero líder viene obligado –esta vez sí– a desautorizar al personaje que le quiere hacer la cama, único mandatario popular que puede pasearse por las calles de Barcelona recibiendo aplausos en vez de insultos y escupitajos. Es urgente enviar un mensaje tranquilizador a los votantes del PP, hartos del aguafiestas que trae a casa las consignas del adversario, se aviene a los planes de cambio de régimen, se aquieta ante el inconstitucional estatut, se conforma con la violación de la Ley de Partidos, se dedica a poner la zancadilla a Acebes y Zaplana, y se echa una siesta ante el protagonismo de la ETA en la vida política.
Alberto Ruiz Gallardón no es el líder del PP, que yo sepa. Si lo fuera, la Constitución del 78 se quedaría sin ningún valedor. Y sin mi modesto voto, que a ustedes no les importará lo más mínimo pero que mí me importa mucho.

No hay comentarios: