miércoles, marzo 14, 2007

Juan Bas, Mucho mas euskera

miercoles 14 de marzo de 2007
Mucho más euskera
JUAN BAS j.bas@diario-elcorreo.com

Hace unos años, escribí un artículo que se titulaba 'El derecho a carecer de interés por el euskera', respecto al que algunos me tildaron de traidor a la patria.A la vista del proyecto de reforma lingüística en Educación, nadie que se escolarice en un colegio público o concertado podrá prescindir del euskera, ya que se exigirá académicamente que al final de los cursos de enseñanza obligatoria el alumno acredite un conocimiento alto de la lengua. Así, Educación del Gobierno vasco anuncia que el euskera se convertirá progresivamente en «la principal lengua» durante la enseñanza.De este modo, se pretende que el euskera sea a todos los efectos la «lengua vehícular». Define la RAE: «Dicho de una lengua: que sirve de comunicación entre grupos de personas de lengua materna distinta». A tenor de este anhelo, el consejero de Educación proclama que «mejorarán la cohesión social y la convivencia».¿Alguien puede creer que este incremento de implantación forzosa de una lengua puede servir para que la sociedad esté más unida y sus miembros se lleven mejor entre ellos? ¿Ese papel vehicular no lo juegan ya el castellano y el euskera cada uno en su área de influencia? Porque si se está pensando en las comunidades de inmigrantes, los que aquí vienen son en su mayoría hispanohablantes, ya tienen vehículo. Y en toda caso, que manden a sus hijos a estudiar en euskera porque quieren, no porque se obliga por decreto. El nacionalismo vasco no se conforma con nada respecto al euskera, lengua que goza de la máxima protección. Lo que por ley se llama normalización del euskera es muy poco normal. El euskera ya ha conseguido mediante su protección y medios de divulgación el que no desaparezca como lengua y un paulatino crecimiento. Pero no es suficiente. Para la gente a la que no le interesa aprenderlo, por la razón que sea, se impone como requisito laboral para muchos empleos públicos y toma un papel preponderante en la educación que no se corresponde con la realidad social.Considero que una lengua, en la posición que ya tiene hoy el euskera, debe crecer por medios más naturales y voluntarios, aunque sea de un modo más lento o incluso se estanque. Al final, van a conseguir lo contrario de lo que pretenden, por rechazo a lo que se impone. Y por otro lado, me parece que hay otras prioridades en educación. El enorme esfuerzo económico y de preparación lingüística de profesores que conlleva esta reforma creo que sería más necesario volcarlo en los contenidos de la educación, en que nuestros colegiales sean más cultos y reciban una mejor preparación, por encima de que las disciplinas las estudien en una lengua, en otra o en las dos. Así es como se mejoran la cohesión social y la convivencia.

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