viernes, marzo 09, 2007

GEES, Nervios en el bunker ideologico de la izquierda

sabado 10 de marzo de 2007
El País y la manifestación
Nervios en el búnker ideológico de la izquierda
GEES

El búnker mediático socialista ya ha decidido que el pluralismo se reduce a dos opciones: manifestarse contra Aznar o manifestarse contra Bush.

El búnker ideológico de la izquierda más antigua de Europa se resiste a abandonar sus privilegios. Desde despachos y medios de comunicación pretende ser el guardián de la democracia, el vigilante de las esencias democráticas, el faro moral e intelectual de España. Lo hace a su manera, naturalmente; pide cerrar las radios de la competencia y advierte del peligro de la extrema derecha conservadora. Constituye un búnker y un residuo de la izquierda endogámica y atávica único en Europa tras la caída del Muro.
A propósito de la manifestación del PP, el diario El País denuncia que la derecha está "devaluando las instituciones" porque "le han dejado de servir". Acabáramos. El faro de la democracia acusa al partido de oposición de golpismo político contra el parlamentarismo. A esto se han unido sus columnistas estrella, que se han lanzado –con esa altivez propia del intelectual de izquierdas que desprecia al pueblo del que se dice conciencia– a soltar sapos y culebras contra quienes se manifiesten en la calle. Qué miedo al aislamiento, qué berrinche desatado e indisimulado. Qué espectáculo están dando.
¡Y qué nervios! La izquierda aristocrática prohíbe los actos, cuando hace cuatro años ella misma animaba las "manis contra la guerra". En su día criticábamos aquí con dureza la actitud de una izquierda cómplice con Saddam y enferma de antiamericanismo, así como el electoralismo del PSOE. Nadie dijo, no obstante, que la gente no tuviera derecho a manifestarse cuando y como le diese la gana, pese a que las llamadas a manifestarse por la paz acabaron a pedradas contra las sedes del PP. En estas manifestaciones se veían, no sólo banderas de la II República, inconstitucionales, sino banderas con la hoz y el martillo, símbolo del genocidio, del gulag y del bárbaro imperialismo del Ejército Rojo. Pero desde los sótanos del búnker estas sutilezas apenas se captaban, y todos se lo pasaban en grande.
La reacción del PP tras la excarcelación de De Juana fue lenta, y se vio sobrepasada por el clamor popular. Pero la sorpresa del Gobierno fue aún mayor, y ha aumentado con el paso de los días, pues la indignación no sólo no se ha diluido, sino que se ha extendido a sectores socialdemócratas. Así que la izquierda inmovilista y el Grupo Prisa sacan el mazo democrático y anuncian que excomulgarán a todo aquel que se manifieste sin su permiso; en 2003 animaban a manifestarse por la paz, y hoy exigen la "disolución preventiva" de los congregados. Eso sí, anuncian mientras tanto otra manifestación... contra Aznar y la guerra de Irak, claro. Y es que el pánico en el búnker es directamente proporcional a la apología de la censura. Se pasaron años convocando entre chapapote, chapapote y 11-M contra Aznar, pero, ay, a los demás que ni se les ocurra hacerlo.
La calle es de todos y no es de nadie. Así como el PSOE se manifestaba contra la guerra de Irak, hoy se manifiesta el PP para protestar por los apaños de Zapatero con ETA. La manifestación surtirá el efecto deseado o no, el Gobierno hará caso o no, y se interpretarán los hechos de diferente manera. Los partidos se acusarán mutuamente de utilización electoral, mostrando que la política es impredecible para unos y para otros. Lección evidente de pluralismo, ¿no? Pues no. El búnker mediático socialista ya ha decidido que el pluralismo se reduce a dos opciones: manifestarse contra Aznar o manifestarse contra Bush. Lo demás les enfada sobremanera, no lo pueden soportar, y montan una rabieta tan ridícula como divertida. Hoy, el búnker político y cultural de la izquierda se cabrea. Y nosotros lo celebramos.GEES, Grupo de Estudios Estratégicos.

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