3-III-2007
Al fin, el PP convoca
EDITORIAL
Cada uno, con los suyos. La derecha, con las víctimas, y la izquierda, con De Juana.
Hay quien se empeña en defender que lo blanco es negro y lo negro, blanco. La maquinaria propagandística de la izquierda se ha encargado de propalar la especie de que la excarcelación ha sido "un mal menor" ante el mal mayor que hubiera sido mantener al asesino en serie más sanguinario de la historia reciente de nuestro país entre rejas. Ignoramos en dónde reside exactamente la gravedad de la alternativa.
De Juana Chaos estaba siendo alimentado y no iba a morir, como demuestra tanto la intensa actividad que mantenía con su nekane como el mero hecho de que no hubiera fallecido ya. Los diez presos del IRA que intentaron el mismo chantaje en 1981 fenecieron en mucho menos tiempo del que De Juana estuvo de huelga. El etarra sabía de sobra que no iba a morir, porque ni los médicos ni la ley lo iban a permitir, y tenía buenas razones para pensar que Zapatero iba a ceder. El único mal mayor a evitar para estos portavoces del Gobierno hubiera sido, por tanto, no ceder a ETA, no humillar a las víctimas y no proseguir el camino del proceso de rendición. Proclamar ese hecho alto y claro es el objetivo que deben perseguir ahora los ciudadanos de bien.
Después de casi tres años de la ascensión al poder del Gobierno Zapatero y de cerca de dos desde que éste se opusiera a presentar las pruebas que obraban en su poder para ilegalizar el partido batasuno de las tierras vascas, el PP se ha decidido a ser él quien convocara una gran manifestación contra otra de las cesiones a ETA. Durante todo este tiempo se ha limitado a apoyar las manifestaciones convocadas por las víctimas y el Foro Ermua, sin acabar de atreverse a dar el paso. Se ha tenido que liberar a De Juana Chaos para que se decidiera al fin; quizá sea ésta la única consecuencia positiva de la cesión gubernamental al chantaje etarra.
Durante este tiempo, ha sido la sociedad civil y la derecha social la que ha ido sosteniendo a los dirigentes políticos del PP y los ha conducido por el camino correcto. Hace ya mucho tiempo y muchas manifestaciones que la derecha política tenía que haber tomado el testigo, aunque sólo fuera para descargar el peso de los hombros de las víctimas. Los ciudadanos deben saber que existe una alternativa a un proceso cuyos resultados visibles sólo empezamos a atisbar ahora. Y la única manera de hacerlo es colocándose a la cabeza de la rebelión cívica a la que dio vida el referente moral de nuestra España, las víctimas del terrorismo.
Los españoles debemos respaldar más que nunca la movilización que va a liderar el PP y arropar más que nunca a las víctimas. Sólo la cercanía a ellas marca una verdadera distancia con sus verdugos. No es de extrañar, por tanto, que los socialistas hayan hecho todo lo posible por destruirlas. Cada uno, con los suyos. La derecha, con las víctimas, y la izquierda, con De Juana.
viernes, marzo 02, 2007
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