jueves, octubre 23, 2008

Roberto Velasco, El fin de la abundancia

El fin de la abundancia

24.10.2008

ROBERTO VELASCO| CATEDRÁTICO DE ECONOMÍA APLICADA DE LA UPV

E l anunciado proyecto de nacionalizar los fondos privados de pensiones ha puesto al Gobierno argentino en el centro de las críticas, y agravado la sensación de inseguridad jurídica que desde hace unos años viene alejando del país de la Pampa a la inversión directa y al crédito internacionales. El Gobierno de los Kirchner ha demostrado una vez más que no es una institución fiable y que su capacidad para la estafa es casi infinita: tras el 'default' y el corralito esquilmó a los inversores extranjeros compradores de bonos del Estado argentino; continuó estafando las expectativas y los dineros de las empresas multinacionales proveedoras de servicios, a través de congelaciones irracionales de tarifas y el establecimiento de impuestos abusivos a la exportación; y ha terminado por estafar a los propios ciudadanos argentinos. Como ha declarado el alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, con esta nueva medida los Kirchner han convertido al Estado en «un estafador en serie». Más comedidos, los medios de Wall Street han calificado la actuación de «gran vergüenza» y «error de proporciones monumentales».
La mayoría de los observadores considera que la causa de tal decisión es la apremiante necesidad de dinero por parte de un Gobierno que está asfixiado fiscalmente por la fulminante caída (40% desde el pasado 2 de julio) de los precios de la soja, el maíz y demás materias primas que son la principal fuente de ingresos del Estado. Recuérdese que el intento de aumentar fuertemente los impuestos a los agricultores provocó las mayores convulsiones sociales de los últimos años, y que los enfrentamientos obligaron al Gobierno a dar marcha atrás. La impresión es que el Estado argentino podría hallarse al borde de otra suspensión de pagos. Una situación agudizada por la caída prevista del crecimiento del PIB para 2009 (del 4,7% al 1,6%) y una tasa de inflación que los servicios de estudios independientes estiman entre el 22% y el 25% en tasa anual. Todo lo cual presiona sobre un peso argentino que, con la reciente fortaleza del dólar, tendrá que ser devaluado, gradual o drásticamente. El fin de la abundancia ha llegado al país austral.
Para los intereses españoles en Argentina la nacionalización proyectada no representa un daño cuantitativo importante, aunque es otro desastre cualitativo para nuestras empresas, afectadas o no directamente. Más desalentador es que llueva sobre mojado y, sobre todo, tener que dar por hecho que no cesará de llover: el Gobierno de Cristina Kirchner tiene ya decidida la expropiación de Aerolíneas Argentinas, mayoritariamente española. Eso, de momento. Menos mal que somos una nación amiga.

http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20081024/economia/abundancia-20081024.html

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