miércoles, enero 30, 2008

Ignacio Villa, Votos a 400 euros

miercoles 30 de enero de 2008
Promesas de Z

Votos a 400 euros

Al final, esta operación tan chusca de compra de votos será la que arrastre fuera de la Moncloa a un Gobierno que nos ha dejado como herencia la legislatura más destructiva de la democracia española.

Ignacio Villa

La promesa de Rodríguez Zapatero de regalar a cada español 400 euros a cambio de su voto se puede convertir en el gran error estratégico y electoral del presidente del Gobierno ante las elecciones del 9 de marzo. Este populismo en estado puro ha sido percibido como una medida injustificada políticamente y que roza la ilegalidad electoral. Tan comprometida se ha visto la apuesta que el propio jefe del Ejecutivo ha tenido que acudir este martes a Televisión Española, de forma imprevista, para intentar frenar la bola de nieve. No lo ha conseguido.

Nadie ha podido explicar qué motivos confesables tiene esta promesa de Zapatero, una tosca manera de comprar los votos de los españoles. Es verdad que estas formas de hacer política las habíamos visto muchas veces en Andalucía, que Manuel Chaves ha convertido en un rígido régimen feudal de señores y vasallos. Zapatero ha intentado imitar ese modelo, pero lo ha hecho de tal manera y con tanto descaro que se le ha visto demasiado el plumero.

Estamos ante un caso claro de intento de compra de votos de los ciudadanos. No hay ninguna otra interpretación posible. Hay que reconocer que, en esta ocasión, Zapatero no se ha andado por las ramas ni ha efectuado sus habituales piruetas dialécticas. En esta ocasión, el presidente ha sido sincero. Ha venido a decir que, si le votamos, veremos nuestra confianza recompensada en nuestra cuenta corriente con 400 euros. No importa nuestro nivel de renta, ni tampoco son importantes nuestras necesidades. El voto vale 400 euros y será puntualmente pagado después de marzo.

Esta promesa, este paso en falso del PSOE a cuarenta días de las elecciones, puede suponer un error de calibre suficiente como para convertirse en un factor decisivo en los resultados electorales. Estas cosas son las que ciertamente llegan a los ciudadanos y las que pueden decidir el voto en una dirección concreta. Zapatero ha tocado hueso, ha hecho el ridículo y ha evidenciado su pavor a perder las elecciones generales. Tres como ésta dejarían fuera del poder al más pintado. Los socialistas no están nada afortunados. Sin aciertos ni iniciativa, están ofreciendo una imagen de pura desesperación electoral.

Zapatero no se puede volver a permitir errores como el de la oferta de 400 euros. No puede colocarse en una situación tan lamentable en el arranque de la campaña y con dos debates a la vista. Al final, esta operación tan chusca de compra de votos será la que arrastre fuera de la Moncloa a un Gobierno que nos ha dejado como herencia la legislatura más destructiva de la democracia española.

http://www.libertaddigital.com/opiniones/opinion_41703.html

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