jueves 31 de enero de 2008
Los jóvenes e Irak
Génova, en Blanco Resulta inconcebible que desde el Partido Popular se compre la propaganda del PSOE sobre la guerra de Irak. Ya resulta de mal gusto escuchar las directrices de Blanco a los suyos como para encima escuchar el eco de sus ideas en la calle Génova.
GEES
Hace cinco años, el mundo se dividía en dos. Por un lado quienes querían dejar que Sadam Hussein siguiese en el poder, llenando fosas comunes, incumpliendo la legalidad internacional, amenazando a sus vecinos y tratando con terroristas. Entre ellos, Zapatero, José Blanco y el PSOE. Y por otro lado quienes aborrecían el régimen de Sadam, exigían que cumpliera la legalidad internacional y lo consideraban una amenaza para sus vecinos y para el resto del mundo. Es decir, el Gobierno del Partido Popular. Desde entonces, el PSOE ha deseado la derrota de la coalición aliada; el PP –es de suponer– la victoria de quienes fueron sus aliados.
Conviene recordarlo ahora que la guerra en Irak está comenzando a ganarse y la victoria está más cerca. Durante años, el partido Popular ha soportado la hiel de la postguerra, y Zapatero no ha dejado de hacer responsable a Rajoy de cada muerte en Irak. Pues bien, ahora las cosas están mejorando, y la victoria está en el horizonte. Irak se acerca a un futuro medianamente digno, con Sadam enterrado y los yihadistas cediendo palmo a palmo en una zona vital para ellos. Quienes han estado a favor de dejar a los iraquíes sumidos en la dictadura (Zapatero) deben ahora dar explicaciones a quienes apostaron por quitar de en medio al sátrapa de Bagdad y dotar al país de un régimen digno. O sea, al Partido Popular.
Pero para ello, los dirigentes del PP debieran dejar de comprar la propaganda socialista, empezando por el mito de la derrota de 2004, el "castigo" de los españoles y la actitud de los "jóvenes" ante la guerra. Así es como se ha empujado a Rajoy a cometer un error a propósito de éstos. ¿A quienes exactamente se refiere en su entrevista en El Mundo cuando dice que su partido se "distanció de los jóvenes"? ¿A aquellos que se manifestaban con Llamazares y José Blanco llamando a Aznar "asesino"? ¿A los que gritaban el 13-M "esto nos pasa por un gobierno facha"? Si estos son los "jóvenes" distanciados, ¿qué concepto tienen los dirigentes populares de los que les votaron entonces?
Rajoy no puede olvidar que miles de jóvenes acudieron en masa a votarle en marzo de 2004, y muchos se afiliaron masivamente al PP después de la derrota. Existe toda una generación de jóvenes liberales, bien formados, orgullosos de ser españoles y con ganas de ver a España participando en las grandes empresas mundiales, Irak incluida. En pleno acoso izquierdista votaron a la derecha en 2003 y 2004, mientras Blanco y los suyos repetían la milonga del voto joven y el castigo al PP. Pero miles se mantuvieron fieles y apoyaron con su voto la gestión en Irak. Paradójicamente, hoy el PP se lo agradece haciendo suyo el grosero análisis socialista sobre la "juventud española" y su posición ante la guerra.
Conocemos de sobra como tratan Blanco y Zapatero a los españoles; como a un pueblo inculto, objeto de manipulación, de caciquismo, de pan y de circo, de "Nunca Mais", de "No a la Guerra", de 13-M y de T-4. Pero los tumultos de botellón y sms quedan para Rubalcaba y López Garrido: Rajoy y la derecha liberal-conservadora siempre se han caracterizado por todo lo contrario; el respeto casi reverencial hacia la sociedad civil y la confianza en la responsabilidad del ciudadano que vota. Así, una necesidad se impone: a los españoles, jóvenes o no, se les explican las cosas con claridad y determinación; en este caso qué, cómo, por qué y para qué la guerra de Irak. Se hizo lo correcto, se actuó de acuerdo a principios y a las necesidades e intereses de España y la comunidad internacional.
Pese a que en 2004 nada de esto se contó, diez millones de ciudadanos, jóvenes y no jóvenes, lo vieron claro. En 2007 no debe repetirse el error de creer que los españoles son como el PSOE dice que son, porque al final lo acabarán siendo. Por eso resulta inconcebible que desde el Partido Popular se compre la propaganda del Partido Socialista sobre la guerra de Irak. Ya resulta de mal gusto escuchar las directrices de Blanco a los suyos como para encima escuchar el eco de sus ideas en la calle Génova. Y es que ya no es cuestión de Irak. Es cuestión de respeto los españoles.
GEES, Grupo de Estudios Estratégicos.
http://www.libertaddigital.com/opiniones/opinion_41720.html
jueves, enero 31, 2008
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