Ferrand, Simetria bilateral

miercoles 23 de enero de 2008
Simetría bilateral
POR M. MARTÍN FERRAND
¿CONOCERÁ Dios el refrán que le compromete a no ahogar a quienes aprieta? Ojalá que así sea, porque aquí, en cuanto las crisis asoman el bigote, todos tienden a hablar de oídas y a confundir los deseos con la realidad. Los temblores de la Bolsa son, todavía, un pregón. La fiesta no ha llegado y, como se viene anunciando desde hace tiempo, bueno sería que se fuesen despachando las recetas que puedan aliviarla. Del Gobierno cabe esperar poco en esa dirección. Si juzgamos al equipo ministerial de José Luis Rodríguez Zapatero por la traducción que de él nos hace José Blanco llegaremos a la perversa deducción de que la solución a los problemas económicos que nos afectan encontrará solución cuando los ricos sean caritativos y los pobres pacientes, algo que sólo se atrevió a decir uno de los personajes más rancios y huecos de la peor derecha española en la primera mitad del XIX, Juan Donoso Cortés.
El prócer extremeño llegó a decir que el socialismo es la «perversión ingénita de la naturaleza humana». Una gran majadería; pero, ¿no es eso lo que dice de la derecha ese cruce entre bufón y camorrista con el que se expresa un PSOE desintegrado, venido a menos, confuso, sin ideario y escondido detrás del humo de las fogatas que encienden los del PP para chamuscarse los unos a los otros? Nos hemos instalado en la descalificación del adversario, algo que -dicen- excita a las bases y las empuja al voto de sus respectivos líderes; pero habría que pensar, como si se tratara de la riqueza, que antes de repartirse el poder habrá que tener algo en que mandar. No conviene seguir diluyendo la idea de España.
Por el momento, Pedro Solbes runrunea. Decir, no ha dicho nunca y hacer, lo que se dice hacer -idear, diseñar y ejecutar-, lleva cuarenta años en la vida pública dejándolas pasar. Tampoco el PP, agotado con el esfuerzo de zurrarse entre sí mismos, nos presenta ilusionantes proyectos para salir de la crisis y buscar un futuro esplendoroso. Manuel Pizarro podría hacerlo; pero, ¿debe atenerse, como recién llegado, a la partitura programática que viene preparando Juan Costa, ideólogo eventual con contrato discontinuo?
El talento y la libertad no son como la lluvia, no caen del cielo. Muchos pueden vivir sin ninguno de esos dos fundamentales elementos democráticos. De hecho, Zapatero lleva cuatro años en La Moncloa sin usar el primero y limitando el segundo; pero, ¿también el PP se dispone a la escasez? Sin libertad y talento será difícil salir de la crisis que, a escala mundial, se nos viene encima y resultará imposible que la derecha, que trata de sustituir tan altos valores con píldoras socialdemócratas y demagógicas, reconquiste el poder y, aunque sólo sea por la alternancia, mejore la situación. Con esas armas el PSOE saldrá ganando. No por su maldad ingénita, sino por su adecuación al ambiente.

http://www.abc.es/20080123/opinion-firmas/simetria-bilateral_200801230247.html