jueves, enero 24, 2008

Felix Arbolí, La miopia del gobernante

jueves 24 de enero de 2008
La miopía del gobernante

Félix Arbolí

D ESDE que empezó el año las desgracias y malas noticias se suceden como si una maldición bíblica se extendiera por nuestros confines. La situación ha llegado a tal límite, que habrá que decir como en el archiconocido chiste “madrecita mía, que me quede tal como estaba “. Me refiero al del pobre enfermo que había ido a Lourdes. Lo de cualquier tiempo pasado fue mejor se cumple en nuestro caso a rajatabla.

Peor que ahora, nunca habíamos visto nuestro futuro económico, ni habíamos padecido un presente más apretado y difícil, por mucho que se empeñen Solbes, Zapatero y demás angelicales políticos en lanzarnos cantos de sirenas esperando inútilmente que nos los creamos. No se dan cuenta que como el legendario Ulises el pueblo español está preparado para hacer frente a las mentiras, falsas promesas y datos ficticios que no cuadran en unas simples matemáticas y ya no nos fiamos de ellos.

Hasta Comisiones Obreras le ha salido al paso sobre las cifras equivocadas que habían dado sobre el paro y la inmigración, demostrándoles que donde dicen cinco, la realidad dice diez. El paro ha subido a cifras que empiezan a ser alarmantes y lo peor del caso es que un buen porcentaje de él está formado por inmigrantes. Según decían en el pueblo en mis años mozos “éramos demasiados y encima parió hasta la burra”. Sin que ello signifique, -aviso para suspicaces-, que compare a nuestros inmigrantes con ese animal en peligro de extinción, como todo lo genuinamente español. Estos datos nos indican que aumentan considerablemente nuestros gastos en seguridad social, atenciones sanitarias, escuelas gratis, viviendas pateras, las que se alquilan y no se pagan (si no perciben ingresos, no pueden hacer frente a sus deudas) y otras bagatelas que a nuestra ya de por si esquilmada economía, le supone tener que apretarnos más el cinturón, al que ya no le queda espacio para tantos orificios. Y siguen llegando a centenares por día y a través de todas nuestras fronteras, a pesar de las severas advertencias de los gobiernos europeos del riesgo que ello entraña en todos los aspectos, ante la pasividad y tolerancia de un gobierno que usa la técnica del avestruz al cerrar los ojos y no ver el peligro, ocultando la verdad, lanzando soflamas que ya nadie toma en consideración y aireando los pequeños catarros del contrario para ocultar la tuberculosis propia. No es de extrañar que haya aumentado la delincuencia, los asaltos a viviendas, atracos y otras “golosinas similares”, con la llegada de tanto desaprensivo, desocupado y delincuente que han encontrado en la “misericordia” de nuestros jueces y permisividad de nuestras autoridades el campo propicio a sus fechorías y holganzas. Los siete asesinatos de mujeres e hijos que se han producido en lo que va de año han sido realizados por extranjeros, la mayoría de ellos marroquíes y rumanos. Pero, aquí no pasa nada. ¡ Que sigan entrando alegremente, esto es Jauja!. De Italia los expulsan, en Francia no los quieren y aquí los recibimos con mantas, comida, dinero y residencias donde acogerse. .

Me ha sorprendido la poca importancia y relevancia que han dado a la noticia de que habían sido detenidos por ahora, ya que es un suma y sigue, cuatrocientos terroristas islámicos que preparaban atentados y entrenaban a guerrilleros en nuestro país, gracias a la quijotesca hospitalidad española, para esa guerra santa contra Occidente que algunos imanes se han sacado del turbante. Es decir, que nos hemos convertido en campo de preparación para terroristas suicidas y fanáticos, a los que vemos pasear tranquilamente por nuestras calles, compartir nuestro vecindario, ostentar con insolente provocación sus rasgos diferenciales en el vestir durante sus salidas callejeras y en los centros escolares a los que asisten gratuitamente sus hijos, (con profesores ex profeso de su religión financiados a cargo de nuestros bolsillos), y dando evidentes muestras de una excesiva intolerancia y unas insoportables exigencias que ya desde pequeño inculcan a sus hijos para que se consideren diferentes al ambiente que les rodean, no solo en la cuestión religiosa, sino en las costumbres y hasta en el vestir. ¿Cómo pueden pensar nuestras autoridades que con estos antecedentes se van a integrar algún día a nuestra sociedad y vida normal?. Me recuerdan a la vida y costumbres del cuclillo, ocupando el nido ajeno para nacer, ser criado y alimentado y luego de mayor hacerse dueño del nido y expulsar a sus hermanos adoptivos de su propio hogar,.donde él encontró protección y cuidados. O como ese otro refrán de “Cría cuervos y te sacarán los ojos”. Tenemos un ejemplo claro y actual en la provincia servia de Kosovo, donde permitieron la entrada de musulmanes albaneses para aliviarlos de su precaria existencia y con el tiempo y lo prolíficos que son, han llegado a ser mayoría y ahora exigen la independencia de la patria que los acogió. ¿Vamos a tener un nuevo Kosovo en Andalucía en los años de nuestros nietos?. Aún estamos a tiempo de poder impedirlo y librarnos de esa amenaza terrorista e independista. No digo que todos los musulmanes que nos llegan en esas pateras excesivamente frecuentes y atiborradas, sean terroristas en potencia o tengan intenciones de islamizarnos a todos por las buenas o malas, más tarde o más temprano, pero si me atrevería a decir que si en un porcentaje elevado, ya que sus creencias y líderes religiosos así se lo inculcan. Y el fanatismo es una de sus principales cualidades.

En otro orden de consideraciones nefastas que estamos padeciendo sin que pongan remedio, está la actual crisis de la situación financiera. La bolsa ha experimentado una bajada tan drástica y profunda, que ni el ascensor del mayor rascacielos del mundo podría superarle en velocidad y descenso Según los entendidos y comentaristas especializados, se ha perdido en la bolsa en lo que va de año, menos de un mes, lo equivalente a todo el presupuesto del Estado durante un año. La cifra, como ven, es escalofriante. Miles de pequeños accionistas ha visto desaparecer sus ahorros e inversiones logradas a costa de toda una vida de trabajo y sacrificios. Pero a esta verdadera hecatombe económica y social, el inefable profeta del milagro, nuestro admirado Solbes, dice que “tampoco hay que exagerar”. Por lo visto, mientras aún les queden unas pesetillas que perder a los inversores de tres al cuarto, no hay que preocuparse ni motivarse. Ha de ser la ruina total, como aquel fatídico octubre de 1929 en la Bolsa neoyorquina, con suicidios, saqueos, asaltos, robos y crímenes incluidos, para que nuestro flamante súper ministro de economía, se de por enterado y lo considere extremadamente serio y alarmante. Al igual que el atribulado nieto que preside nuestro gobierno, que no se cansa de afirmar que nuestra economía está en su mejor momento, - será para él que gracias a los votos de unos convencidos y otros engañados, le ha tocado el “gordo” de la Primitiva-. Yo en su caso pensaría lo mismo, aunque no tendría valor para hacerlo público.

Me figuro que los grandes empresarios y financieros habrán tenido la pertinente información o chivatazo de lo que iba a ocurrir y habrán puesto su dinero a buen recaudo, hasta que pase la tormenta. Algunos lo han dicho claro “es el momento de comprar y esperar tiempos mejores”. Dichoso el que puede invertir en estos críticos momentos. Yo he tenido que partir mi hucha cerdito y me encontrado más calderilla que papel. La familia Botín ha perdido en esta calamidad económica doscientos millones de sus finanzas familiares. Es como si yo perdiera un billete de veinte euros en una racha de viento callejero. ¿Cuántos ganan en un solo ejercicio económico?. Ya veremos las estadísticas sobre los beneficios obtenidos por las grandes empresas al final de este primer trimestre. Y el pueblo calla y otorga y lo que es peor vuelve a votarlos. ¿De qué nos quejamos entonces, si nos dirigimos cantando alegremente hacia un seguro desastre?. Ayer cantábamos “al paso alegre de la paz”, hoy lo hacemos masoquistas y resignados hacia el inevitable abismo.

Es más importante para Pepiño, Zapatero, Solbes y los de siempre hablar y resaltar el “affaire” de la Aguirre y Gallardón, que coger al pueblo y en una prueba de cordura y honradez decirle la verdad de una situación difícil, por no decir insostenible, porque no han sido capaces de recortar gastos donde debían y ser algo más generosos con los que urgen que les ayuden. Regalamos miles de millones a países con gobiernos nada ejemplares, a extrañas alianzas de civilizaciones y a otras partidas por el estilo que en nada nos benefician ni incumben, - ya que a la hora de la verdad nos escupen y ponen a parir esos que han recibido nuestra generosa y sacrificada ayuda- y no somos capaces de adecuar la vida de los nuestros a esa nueva y ruinosa moneda del euro, ni hacer posible el consumo de las primeras necesidades con nuestros limitados ingresos. Un dos por ciento de subida en mi pensión para este año 2008. De risa y escarnio, por no insultar. Con esa astronómica cantidad he de hacer frente al abusivo aumento de precios en todas las materias que debo consumir y utilizar. ¿Por qué no empiezan políticos y gobernantes a dar ejemplo al pueblo y se bajan sus astronómicos ingresos, por no hacer nada, solo cacarear indebidamente y se enteran de una puñetera vez de lo que es vivir con algo más de mil euros mensuales y aún con menos?. Es muy fácil predicar desde el micro ante la prensa, estrenando vestuario cada día, sin conocer y vivir las necesidades del pueblo.

Tenemos a las puertas una nueva jornada electoral. Es la hora de las promesas y bicocas, de las mentiras descaradas, del come coco general y denigrante. Los borregos de turno volverán a caer en la tentación y votarán erróneamente, aunque mañana se encuentren con una mano delante y otra detrás, porque entre políticos e inmigrantes le han dejado seco. Pero España va bien, aunque los españoles estén tremendamente jodidos. Eso a nadie le importa pasado el periodo de elecciones y conocido el resultado de las urnas. Somos como esas moscas que ven una luz encendida y desconociendo lo que esa circunstancia le va a suponer, engañados ante el resplandor de lo que parece algo bello y apetecible, se lanzan a ella confiados hasta que advierten demasiado tarde que han caído en una trampa de la que ya no podrán salir. Echan las culpas a Bush de todos nuestros males y nuestra desdichada política. Se sabe que la economía americana influye en la europea e incluso en la mundial, pero ello no es óbice para que nuestros políticos y economistas resuelvan nuestras pegas y desgracias a base de ingenio y honestidad. Apretándole las clavijas a los que deben porque tienen y ganan de sobra y aflojándoles las tuerca a los que se encuentran asfixiados.

La oposición, tampoco sabe quemar los cartuchos que la oportunidad de una actualidad angustiosa le proporciona. Se debaten en riñas y escarceos internos y banales, donde prima más el ego del protagonista que los intereses de la colectividad. “ Yo quiero estar en la lista de aspirante a Diputado. Si no, me marcho”. Dejaría el cargo y a los ciudadanos que le han votado con dos palmos de narices por ese afán de escalar puestos en la política, donde lo de Alcalde se le ha debido quedar ya pequeño. Es como ese crío que hace pataletas cuando le niegan un caramelo. La otra con un acto de soberbia y prepotencia, le sale al paso y le pone la zancadilla, para que no supere las cotas que, por lo visto le tenía marcado. “Yo soy la “lideresa” del partido”. Es tanto su egocentrismo, que hasta usa una palabra poco corriente, aunque existe en nuestro diccionario, para llamar la atención y satisfacer sus ansias de poder. ¿No sabe esta buena señora que no posee el talante necesario para liderar un partido?. ¿Dónde está ese servicio al ciudadano y la comunidad que se supone debe ser las aspiración de todo político?.

“ ¡Dios que buen vasallo si hubiese buen señor!”. Esa frase que reflejaba la valía del Cid, frente a la falta de tacto y generosidad de Alfonso VI, nos viene de maravilla, como anillo al dedo de un recién casado, para describir el divorcio que existe entre nuestro pueblo y sus políticos y gobernantes. Si no nos hubieran envenenado con absurdas memorias, injustificadas indemnizaciones, desaparición con auténtica saña de los vestigios del pasado, el enfrentamiento vengativo y rencoroso entre los españoles auspiciado y alimentado por los que mandan sobre los que obedecen, y esa absurda parcelación a la que han sometido a nuestro país, cuando se tiende a formar bloques compactos y gobiernos centrales en nuestro Continente, han hecho de España un ente extraño que está perdiendo su identidad nacional para convertirse en una disparidad de “naciones”, banderas, gobiernos, sentimientos, idiomas y culturas. Es que acaso creen esos aprendices de “naciones” que va a resistir en solitario el movimiento ecuménico que envuelve al mundo actual ?. Perderán su lengua por ineficaz y escasamente conocida y habrán olvidado la que les podía servir de vehículo y manera de expresarse ante la comunidad internacional.

http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=4400

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