German Yanke, PP-PSOE, Mas empate

miercoles 23 de enero de 2008
PP-PSOE: Más empate

Germán Yanke

La última encuesta conocida —elaborada por Ipsos para el diario económico Expansión— coloca de nuevo a los dos grandes partidos en el ya conocido “empate técnico”. Se mantiene el PSOE en primer lugar (41,5%) y el PP quedaría a dos puntos (39,5%), lo que, con el margen de error de los sondeos, la situación queda totalmente abierta. Casi todas las encuestas advierten esa ligera ventaja de los socialistas, aunque la diferencia con sus seguidores oscila. En este caso, el PP habría recortado, respecto de la anterior publicada por Expansión, 1,3 puntos. Ha de señalarse, en la valoración de estas oscilaciones, que el trabajo de campo fue hecho antes de la crisis popular del asunto Gallardón y, naturalmente, de las malas noticias económicas que esta semana siembran la alarma. Todo está, por tanto, en un puño.
Otro dato interesante de la encuesta de Ipsos es el de la estimación de la participación. La abstención se ha convertido en uno de los elementos estratégicos de las próximas elecciones. El PP, desde el 2004, ha mantenido fiel a su electorado pero no ha logrado sumar más partidarios ni recuperar, según los sondeos, todo o parte del electorado que tuvo en el 2000 y que perdió en las últimas elecciones. No parece que en este breve lapso de tiempo que falta hasta el 9 de marzo vayan a cambiar las cosas, con lo que su esperanza —y el peligro que acecha al PSOE— es que el desgaste del Gobierno haga que una parte de los votos “prestados” en el 2004, de los votos contra el PP más que a favor de José Luis Rodríguez Zapatero, se vayan a la abstención.

El desgaste del PSOE, a mi juicio, ha sido menor de lo esperado, quizá también por la debilidad de su adversario, y sus dirigentes han venido estimando que si se alcanza el 70% su triunfo estaría, si no asegurado —lo que a estas alturas nadie puede asegurar— sí, al menos, cercano. El sondeo de Expansión estima la participación entre el 68 y el 70%, lo que vuelve a subrayar la incertidumbre sobre el resultado final.

Ya no hay tiempo para florituras, pero el número de votantes que en este momento estén indecisos (o no decididos del todo, que es parecido pero no exactamente lo mismo) se convierte en el elemento primordial de lo que vaya a ocurrir el 9 de marzo. Como no hay tiempo para florituras, la baza del PP es, más que ganar por méritos propios que susciten el entusiasmo de los votantes que aún no tiene, que pierda el PSOE porque los descontentos engrosen la abstención, como ocurrió en el 2000. La situación del partido gubernamental no es, ciertamente, tan angustiosa como entonces, pero el panorama político y económico, fruto de la legislatura, ofrece rasgos de alarma.

La percepción de la crisis económica se acrecienta y era, en la retórica del PSOE, una suerte de garantía de todas sus reformas, incluso las más arbitrarias. “Nos lo podemos permitir”, decía el presidente cuando se ponían reparos a sus proyectos, ya fuesen de lo que se da en llamar “políticas sociales” como otras reformas más estructurales y políticas que tienen un indudable coste. Ahora se va viendo que no nos podemos permitir todo y que los problemas económicos, sin acercarse a ningún tipo de hecatombe, se sienten en las familias. Del modo en cómo resista estos embates el Gobierno dependerá el resultado de las próximas elecciones.

http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=23/01/2008&name=german