lunes 28 de enero de 2008
Los Clinton van a bandazos
Fernando González Urbaneja
Los Clinton (dos por el precio de uno) llevan un mes dando bandazos en su campaña electoral a la nominación demócrata. Son consumados expertos en esto de captar votos tras varias campañas exitosas al Gobierno de Arkansas, dos campañas presidenciales arrolladoras en 1992 y 1996 y otra más el año 2000, la de Hillary al Senado por Nueva York. Quizá es la pareja más experimentada a la hora atraer electores. Por eso parecía que las primarias las tenían ganadas de calle, pese a la antipatía que despierta la señora del señor Clinton. Otra cuestión es si luego serían capaces de ganar a cualquiera de los candidatos republicanos, precisamente por ese rechazo que despierta la candidata.
La sorprendente, emocionante y primeriza candidatura de un senador por Illinois, Barack Obama, que tenía mucho de propuesta extravagante para inquilino del Despacho Oval, suponía un nota de color en la campaña demócrata a la nominación. Un tipo interesante este Obama, con buen discurso, capaz de emocionar y con una carrera limpia y directa; un candidato prometedor para el futuro, con poca experiencia y menos apoyos en la compleja maquinaria política y electoral norteamericana.
Pero el 3 de enero en esas primarias de las primarias que se celebran tradicionalmente en Iowa, el alevín Obama se llevó la mayoría (38% frente al 29%) para sorpresa de la experimentada Hillary. Cinco días más tarde, unas lágrimas oportunas devolvieron la esperanza a los Clinton con una mayoría ajustada (39% frente al 36%) en el siempre representativo estado de New Hampshire, y otra ventaja a los puntos en Nevada (51% frente a 455) hace una semana. Pero la magia del pretendiente volvió a funcionar ayer en Carolina del sur, cuando Obama dobló el resultado de los Clinton, mejorando las encuestas más favorables para él.
El resultado de Carolina tiene lecturas adicionales, no tanto por el éxito del candidato cuanto por la diferencia. Los Clinton, especialmente el mago Hill, se habían empleado a fondo y habían puesto a funcionar la maquinaria profesional de acoso al adversario. El tiro salió por la culata, los electores parece que no están para trucos ni enredos y se han volcado a favor de Obama, más allá de lo previsto.
De manera que hay campaña y puede que el “supermartes”, el próximo 5 de febrero, la situación quede lejos de estar resuelta y que se abra en el partido demócrata la puerta a un relevo más allá de lo previsto. Obama suma apoyos de demócratas cualificados y empieza a perfilarse como un candidato más interesante que los experimentados Clinton, ni siquiera el atractivo dos por uno puede resistir la oleada Obama.
Los Clinton en Carolina se han pasado de frenada, pusieron en marcha la máquina de picar adversario y les ha salido mal la jugada. Pudiera ser una lección de alcance, útil también para nuestra campaña electoral, que aun no se ha deslizado a la zona sucia, que puede ser letal para quien la ponga en marcha. Los electores son cada día menos manipulables, más resistentes a estratagemas de los profesionales de la politiquería, de la ligereza, la intriga o la bajeza.
Los Clinton, que saben de estrategias electorales más que nadie, han puesto en práctica en pocas semanas varios manuales y las cosas no les han funcionado. Hasta la convención de Denver queda mucho recorrido y muchos votos por asignar, pero hay lecciones de campaña bastante evidentes, entre ellas no pasarse de listos.
http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=28/01/2008&name=urbaneja
lunes, enero 28, 2008
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